domingo, 29 de octubre de 2023
METIDOS EN HARINA LITERARIA Y SOCIAL (IV)
JOSÉ EMILIANO DE LA PUENTE, Alcalde de Villalpando. Entrevista publicada el pasado domingo en La Opinión.
"Nuestra previsión es ahorrar 50.000 euros anuales con los mismos servicios"
"No es fácil aumentar el turismo, pero tenemos ideas cómo lograr la declaración de Interés Turístico Regional para tres fiestas del pueblo"
Reducir costes con la revisión de contratos y con
inversiones que contribuyan a conseguir un ahorro a las arcas municipales.
Estas son dos de las medidas que ha puesto en marcha el nuevo alcalde de
Villalpando, José Emiliano de la Puente, en sus primeros meses de mandato, en
los que también ha tenido que cerrar la organización de la fiesta de San Roque.
Además, ya ha realizado las primeras gestiones para que Villalpando pueda
beneficiarse del plan de industrialización y de crecimiento económico de Tierra
de Campos que pretende impulsar la Junta.
–¿Qué balance hace de estos primeros meses de mandato?
–Indudablemente es un balance de aprendizaje. A pesar
de haber elegido a personas bien preparadas y con motivación, que pueden ayudar
y que viven en el pueblo, te encuentras con la realidad del día a día. Había un
poco de abandono en muchas cosas, aunque también es verdad que el anterior
alcalde estaba gobernando prácticamente solo en los últimos años y con el
volumen de trabajo que tiene este pueblo, es imposible que una o dos personas
puedan gestionarlo. Ahora estamos trabajando varios concejales muchas horas y
tenemos las cosas muy claras sobre qué queremos hacer en el pueblo. Estamos
mejorando la imagen del pueblo en cuestiones como desbroces o pequeños arreglos
de baches en calles. También organizamos una gran fiesta de San Roque, el
primer asunto en el que tuvimos que poner todo nuestro esfuerzo. Nos propusimos
hacer dos encierros tradicionales que salieron muy bien.
–A nivel económico, ¿cómo se ha encontrado el
Ayuntamiento?
–Cuando presenté mi candidatura hice dos promesas al
pueblo. Una era revisar todo tipo de contratos y gastos que tenía el
Ayuntamiento, para ver los que podía reducir o los que podía suprimir. La idea
es conseguir el mayor ahorro posible y la máxima eficiencia en todo ese tipo de
gastos que ahora está soportando el Ayuntamiento. La segunda promesa era hacer
las inversiones que nos ayuden a ahorrar dinero.
–¿El Ayuntamiento ha adoptado ya alguna medida para
conseguir ese ahorro?
–Hemos puesto en marcha varias medidas como la
relacionada con el sistema de cobro de los recibos del agua. Aproximadamente el
coste anual era de unos 20.000 euros y el cobro de los recibos lo realizaba una
empresa externa. Ahora, mediante un programa informático, a partir del próximo
trimestre, la gestión la hará el Ayuntamiento. A nivel informático es sencillo,
porque la lectura de los contadores la realizaremos con una PDA y, de forma
automática, se generan los recibos, lecturas y facturas, por lo que solamente
hay que revisar esa información y poner la remesa al cobro en el banco.
Calculamos que ese cambio nos aportará un ahorro de unos 15.000 euros anuales.
–¿Qué otros contratos han revisado?
–Hemos revisado todo el sistema de telefonía porque
hemos visto que había muchos contratos, hasta triplicados, para cosas que con
uno solo podíamos hacer en muchos edificios. Así, hemos logrado rebajar el
gasto de unos 900 a 300 euros mensuales, por lo que el ahorro anual será de
5.000 o 6.000 euros. En cuanto al recibo de la luz hasta marzo no podemos hacer
actuaciones. Nuestra previsión es alcanzar un ahorro anual, con los mismos
servicios, de aproximadamente 50.000 euros.
–¿Qué inversiones tiene previsto realizar el
Ayuntamiento para reducir costes?
–Tengo experiencia en autoconsumos, controlo bien el
tema de eficiencia energética y con las subvenciones que hemos obtenido a lo
largo de estos primeros meses ya hemos diseñado, solicitado y proyectado tres instalaciones
de autoconsumo, que nos van a proporcionar un ahorro de unos 20.000 euros
anuales en el consumo de energía eléctrica. La siguiente preferencia es
sustituir las tuberías de fibrocemento del agua pública. Tenemos previstas dos
obras para sustituir tuberías en nueve calles.
Hemos puesto en marcha un plan
urgente para reparar los edificios del Ayuntamiento.
–¿Qué otras mejoras tiene previsto llevar a cabo el
Ayuntamiento en infraestructuras o servicios públicos?
–Estamos poniendo en marcha un plan urgente de
reparaciones y mantenimiento de todos los edificios del Ayuntamiento, porque
nos hemos encontrado muchas goteras, cuartos de baño averiados o puertas que no
cierran. Otra medida urgente es intentar retejar varios tejados.
–La Junta anunció hace poco más de un año la puesta en
marcha de un plan para el crecimiento económico y la industrialización de
Tierra de Campos, ¿se han producido avances en este proyecto?
–He mantenido reuniones con la Junta y con la
Diputación para abordar este asunto. Uno de los objetivos de la Junta y del PP
es la industrialización de Tierra de Campos y ya hemos planteado nuestras
inquietudes y necesidades, pero es un proyecto a realizar en tres o cuatro
años.
Otra prioridad es sustituir las
tuberías de fibrocemento del agua pública
–¿Ese plan de industrialización es clave para el
futuro desarrollo de Villalpando, para fijar población y generar riqueza?
–Efectivamente. Una de las ideas que formulamos era la
creación de un polígono industrial, aunque también hay que concretar quién va a
construir sus industrias en ese polígono. Ya hay algunos proyectos que se están
estudiando.
–¿Qué medidas tiene previsto adoptar para impulsar el
turismo en Villalpando?
–No es fácil aumentar el turismo, aunque tenemos
varias ideas para fomentarlo. Una es conseguir la declaración de Interés
Turístico Regional para tres fiestas de Villalpando que cumplen los requisitos
y que son la fiesta de La Purísima, la de San Roque y la Semana Santa. Sabemos ya qué trámites tenemos que
cumplimentar, pero todavía no los hemos puesto en marcha. No obstante, esa
medida tiene que ir acompaña de otras como la creación de más plazas hoteleras
y de restauración.
Inversiones previstas para reducir costes.
Esa es una gran noticia: con subvenciones concedidas, tres instalaciones de autoconsumo energético, para ahorrarnos otros 20.000 euros. (Puede que con esos contara en el ahorro de 50.000. Paneles fotovaltaicos en los tejados o patios, se entiende. Nos gustaría saber dónde se van a realizar esas tres instalaciones).
–¿Cómo pretende implicar a los hosteleros y hoteleros?
–Tenemos que trabajar con los hosteleros de la zona y
ver cómo podemos incrementar esas plazas. Hay algunos proyectos, pero no se
llevan a cabo de forma automática. En la actualidad, la mayoría de los fines de
semana, las plazas de restauración y hotelería que hay en Villalpando están al
completo. En definitiva, hay que fomentar el turismo, pero primero hay que
sentar unas bases para que la oferta turística sea de calidad.
–Al margen de su patrimonio artístico, ¿qué otros
recursos puede explotar Villalpando para atraer a más visitantes?
–Tenemos previsto crear dos rutas turísticas. Una pensada para los turistas que quieran recorrer nuestros parajes naturales en bicicleta o andando. Tenemos un pinar de unas 3.000 hectáreas, que es conjunto con varios pueblos de la comarca, pero lo tenemos muy cerca. En ese pinar hay ciervos, corzos y jabalíes. La segunda ruta sería monumental y permitirá conocer a los visitantes los edificios de Villalpando, ruta que incluirá varias iglesias, la Puerta Villa o el convento. Esa ruta la podrá seguir el turista con una aplicación móvil.
COMENTARIO DEL ADMINISTRADOR.
Muy interesante la entrevista a nuestro buen alcalde. He conseguido copiarla de La Opinión y colgarla en el blog. Como una democracia es más real cuanto mayor sea la participación ciudadana, me animo, en plan constructivo, a comentar las respuestas.
El balance de los primeros meses de mandato.
Positivo que estén trabajando en equipo; muy positiva la organización de las fiestas de San Roque, los encierros, incluido el hecho de los cabestros por el tejado que no venía en el programa, pero que le dio mucho realce a la fiesta. Salimos en todos los medios.
A nivel económico, ¿cómo se ha encontrado el ayuntamiento?
Habla de la necesidad de ahorro, pero no responde a la pregunta que todo el mundo nos hacemos: ¿Tenemos deuda o superavit?
Es muy prudente su respuesta. Si bien cuando insiste en las medidas para ahorrar da a entender que existe deuda.
¿El ayuntamiento ha adoptado ya alguna medida para conseguir ese ahorro?
Muy acertado lo del cambio del cobro en la tasa del agua. A mí casa ni sé desde cuando que no vienen a leer el contador, ni me han dejado papelito alguno. Es importante el ahorro de 15.000 euros.
¿Qué otros contratos han revisado?
Muy bien que en telefonía, evitando duplicidades, nos vayamos a ahorrar hasta 6.000 euros al año. Lo que pasa es que no sale la cuenta. Dice, y le creo, van a conseguir un ahorro de 50.000 euros al año. Con lo del agua y teléfonos nos ahorramos 21.000 euros. ¿De dónde los 29.000 restantes? ¿De qué contrato? ¿Acaso el de Asprosub?
Mejoras infraestructuras edificios públicos.
Estupendo quiten goteras, etc.
Lo de la industrialización, según el programa de la Junta.
Proyecto a tres o cuatro años. Nada. Propaganda política. ¿Cuántos millones hacen falta para industrializar todas las cabeceras de comarca de la comunidad?
Lo de los polígonos industriales. ¿Cuántos hay sin utilizar por toda la región? . Muy de acuerdo que primero las industrias. A ver si se materializa alguno de esos proyectos. Seamos modestos y conformémonos con un dos o tres industrias para las que el Ayuntamiento podría ceder terrenos. Tiene a montones: las masas comunes.
Sugerencias: la planta de bioetanol con los purines de la macrogranja. El estiércol está mejor en las tierras; además con el recorte que están llevando las ovejas...
Las posibles 3.000 Has. entre pinar de la Mancomunidad, de los particulares, el "Coto" y los restos de lo que fue dehesa, podrían generar leña para una pequeña central eléctrica térmica.
Un pequeño matadero es una industria posible. Hay dos empresas familiares que venden y exportan mucha carne, y han de ir a matar a cincuenta kilómetros.
Insisto, aunque hace meses que lo dije: ¡por favor!, inicien el proceso para declarar agua mineral la del sondeo de "los pinos". Tiene muchísimas posibilidades de serlo. Repito: la nuestra de "los Pinos de Quesada", cumple todos los parámetros (les remito a la tabla periódica de elementos) con creces. Se pasa OCHO miligramos en NITRATOS, 58 mgr/litro, consecuencia, a buen seguro, del nitrato que tiramos a las tierras. Ese pozo del Raso está muy lejos de los sembrados. De todos los modos quitarle ese exceso de nitrógeno es lo más fácil del mundo.
Lo del turismo.
Por intentarlo. Pero no creo que nadie se lance a construir nuevos establecimientos hosteleros. No es poco que no se sigan cerrando bares. A los de la plaza les perjudica el cierre de la misma, fuera del verano.
Cierto que todos los restaurante y hoteles, sobre todo por las carreteras, están funcionando bien. Así mismo los restaurantes, casa rural y posada en el pueblo funcionan perfectamente. Eso está consolidado.
No hemos de olvidar a los villalpandinos de la diáspora, que regresan, temporal o definitivamente al pueblo. Duplicada o más, la población en el mes de agosto, puentes, fines de semana, etc. Eso le da una enorme vida a la villa. Debería el ayuntamiento tener algún detalle. Por ej.: condonarles la tasa de agua, basura, alcantarillado en los meses que no tienen consumos.
El problema de la despoblación tiene difícil solución. No es sólo la falta de puestos de trabajo en el mundo rural (aunque con muy poco se puede vivir en estas aldeas), sino que a la gente no le gusta vivir en los pueblos.
¿Ustedes se imaginan una fábrica que creara sesenta puestos de trabajo en Villalpando? Pues ese es el número de personas que entre la sanidad, la educación, la justicia, la banca, la administración, las cooperativas, que trabajan aquí y no viven.
En la provincia de León 360.000 Has de regadío, la que más de España. La mayoría de los maiceros y, de nuevo, remolacheros, viven en la ciudad, las aldeas vacías.
Rebrotes verdes: en Villárdiga, San Martín, Quintanilla del Monte, sé, por el incentivo del bajo precio, compradas unas cuantas casas, habitadas, incluso, todo el año.
Con la nueva ley de vivienda tienen en su mano los ayuntamientos, incentivar la venta de casas totalmente desocupadas. Por lo que veo, en cuanto a inmigración, (extranjeros y parejas de agricultores de la comarca que se vienen para acá) creo Villalpando puede mantener su población,
Vuelvo a insistir en medidas de las administraciones para animar, a inmigrantes o no, a reabrir explotaciones de ovino cerradas. Como no hagan algo el ovino, con todo lo que lleva detrás, se va al carajo.
Como ya me he enrrollado demasiado, lo de los proyectos fotovaltaicos, s.D.q., lo dejaremos quieto.
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COPIA ANALÍTICA AGUA "PINOS DE QUESADA". INSTITUTO GEOLÓGICO Y MINERO DE ESPAÑA
sábado, 28 de octubre de 2023
METIDOS EN HARINA LITERARIA. (III)
“TIERRA DE CAMPOS”.
Es
la primera novela que aborda la problemática socio-económica de nuestra
comarca. Los lugares, los personajes, las circunstancias son plenamente
terracampinos.
Macías
Picavea, influenciado por el krausismo, fue un republicano progresista
regeneracionista, discípulo aventajado, diríamos, de Joaquín Costa. Aunque en
su estilo literario fuera naturalista, no coincidía en el pesimismo de su
creador, Èmilie Zola, sino que se afanaba buscando, por encima del
determinismo, remedios que sacaran a España (él refiriéndose a nuestra región)
de aquella postración, de aquella pobreza.
Los
escritores naturalistas (derivación del realismo literario, hasta mostrar lo
más crudo de la realidad social), al señalar las lacras, lo más sórdido de la
sociedad española, ejercían una crítica, un señalamiento del mal, del pus,
visualización que, aunque se tardaran años, motivó buscar los remedios.
Galdós
en “La deseheredada”, “Misericordia”, “Fortunata y Jacinta”, “La de Bringas”,
etc., nos muestra la injusticia de la desigualdad de las clases sociales, el
abuso de los de arriba, sobre los de abajo. En la misma línea, salvando las
diferencias regionales, se muestra Blasco Ibañez en “La barraca”, “Cañas y
barro”, "La catedral"…
Doña
Emilia Pardo Bazán, en los “Pazos de Ulloa” con un naturalismo de tinte
católico, diríamos, describe la brutalidad del caciquismo gallego.
Don
Leopoldo Alas, en “La Regenta”, nos
muestra la hipocresía, la murmuración, la presión social, en una pequeña
capital de provincia. Si bien, lo más significativo, es el dominio psicológico
que de siempre, sobre todo en casos puntuales, han ejercido los clérigos sobre
almas crédulas, inocentes, puras, tal
como ocurría con don Fermín de Pas, sobre Anita Ozores.
Yo conocí, viví aquí, en la
“villa de la Inmaculada”, una situación, si no tan extrema, sí de cierta
gravedad. Aquel cura, siendo inteligente, culto, trabajador, de conducta
ejemplar en lo económico y en cuanto al celibato, se parecía al Magistral de la catedral de Oviedo en esa
práctica del dominio psicológico sobre la voluntad de aquel hombre tan bueno,
hasta el punto de intentar manejarlo torticeramente en favor del caciquismo local.
Macías Picavea, actúa en su vida
comprometiéndose socialmente: con la pluma y participando en la vida política.
Fue concejal del ayuntamiento de Valladolid, si bien, desengañado de los
partidos políticos (“nidos de reparto de prebendas”, llegó a decir), se refugió
en la pluma, intentando fuera bisturí sanador. Así nace su novela “Tierra de
Campos”.
La acción transcurre en
Valdecastro, pueblo imaginario del que, no obstante, da muchas referencias
geográficas: carretera de Toro a Rioseco;, Urueña, Tiedra,.. aunque pueblos ya
del páramo de los Torozos, lo están en el borde que los delimita de Campos.
Podríamos situar a Valdecastro por Villavelid, o por ahí.
La descripción del pueblo y
de la comarca es desoladora: llanura arcillosa sin un árbol; clima irregular
que o encharca los campos con los vientos de abajo, o los desecan las heladas y
el aire de arriba; el pueblo un lodazal cuando el tiempo se mete en agua,
carámbanos si de heladas, polvo y suciedad en verano. Salvo las dos casonas
“grandes”, con fachadas de ladrillo, el resto adobe y tapial.
Nos pinta una sociedad rural
dominada por el caciquismo, unos lugareños analfabetos, desconfiados,
individualistas, insolidarios, con la típica zorrería gárrula. (Queda todavía
algún ejemplar) Miseria material y moral
por doquier.
El pueblo está dividido en
dos bandos capitaneados, el de los conservadores, Canovistas, por la familia
Garzón, si bien no es el marido, quien manda, sino la mujer, doña Perfecta,
ascética, de un ultracatolicismo fanático, soberbia, dominadora, y su cuñado,
Secretario del Ayuntamiento, quien prepara todos los enjuagues en su provecho,
y se encarga de la compra de votos.
En el otro lado tenemos a
don Ildefonso Bermejo (un krausista: “piedad, abnegación, altruismo…) quien
está sacrificando su vida y su hacienda por las ideas regeneracionistas:
libertad, democracia, justicia social…, afín a Sagasta, aunque don Práxedes Mateo
no tuviera esa altura moral.
Don Ildefonso, viudo, envía
a su único hijo, Manuel, a estudiar, primero en Valladolid, luego a Madrid. Ahí
se impregna de republicanismo progresista; con la social democracia, el socio
liberalismo, incluso la democracia cristiana de los padres de Europa, podríamos
compararlo.
Manolo Bermejo, conseguido,
por su sólida formación académica, un alto puesto militar en el ejército, pide excedencia
y decide regresar a su pueblo, para regenerarlo, para superar esa miseria
material y moral. Su razón y su generosidad, hasta el extremo de sacrificar su
hacienda, de caer en manos del usurero comarcal (Mauda es el nombre del pueblo cabeza de
Partido Judicial) chocan contra la incomprensión, la maldad, la
torpeza, la mezquindad que consiguen hacer fracasar tan generosos como
racionales proyectos.
Esta novela, “La Tierra de Campos”,
hemos de encuadrarla en el naturalismo literario, por su desarrollo y por su
negro desenlace final, que prefiero lean.
Lo males materiales de los
pueblos terracampinos a finales del “diecinueve”, tan bien retratados en la
novela, y los remedios que Manolo Bermejo intenta, los expondremos,
estudiaremos y compararemos con lo por nosotros conocido, en el próximo
capítulo.
viernes, 27 de octubre de 2023
METIDOS EN HARINA LITERARIA (II)
DON RICARDO MACÍAS
PICAVEA.
No comparable literariamente
con don Miguel Delibes, fue, sin embargo, persona de gran valía intelectual y
moral. Hoy diríamos comprometida socialmente.
Fundó y dirigió el periódico
“Libertad” de Valladolid, en el que exponía constantemente sus ideas
regeneracionistas. Se ganaba la vida como profesor en el Instituto José
Zorrilla. Aparte de otras publicaciones, su novela más importante se titula
“Tierra de Campos”.
Militó en un partido
republicano progresista. Criticó acerbamente la situación política y social en
el periodo de la restauración de una democracia irreal, en la que los votantes
eran sólo figurantes, obedientes a los caciques. Quienes mandaban en España,
turnándose, eran, en la cúspide de la pirámide, los dos caciques supremos:
Cánovas y Sagasta. A partir de sus entramados caciquiles (gobernadores civiles,
caciques comarcales y locales), metástasis que llegaba hasta el último rincón
de la nación, manejaban las elecciones para turnarse en el poder; si bien, en
algunos pueblos el enfrentamiento entre los dos caciques o poderosos de cada
bando, era odioso y visceral.
A finales del siglo XIX y
principios del XX, superado el romanticismo y, como reacción al mismo, surgen
nuevas corrientes literarias: realismo, costumbrismo, naturalismo. Son
infinidad los autores que las practican, si bien, unos pocos son los estudiados
en los manuales literarios.
En ese gusto por lo
autóctono descuellan los grandes escritores regionalistas, diríamos: Palacios
Valdés en Asturias, Pereda en Santander; Emilia Pardo Bazán (pionera del
feminismo) en Galicia; Vicente Blasco Ibañez en Levante; Benito Pérez Galdós
(aparte de los episodios nacionales) en Madrid; “Fernán Caballero”, doña
Cecilia, en Andalucía; el primer Pío Baroja en Vascongadas; Felipe Trigo ( a
ver si encuentro su novela “El médico rural”) en Extremadura; Concha Espina en
maragatería…
Aunque
los del “noventa y ocho” la aludían en
poemas, Castilla, algunas de sus ciudades, los inspiraba, no existía una novela
cuya trama abordara los problemas de nuestra región, hasta que don Ricardo
publica “Tierra de Campos”, novela de poco éxito desde su publicación hasta
nuestros días.
A
mí de lo único que me sonaba Macías Picavea era del nombre del canal que riega
la vega del Sequillo, desde Rioseco hasta Villanueva de los Caballeros. Hace ya
años tuve noticia suya. Busqué su novela. Como la biblioteca de Villalpando
lleva cerrada desde el 28 de julio, me llegué a la de Benavente. Allí, sin
lector alguno, sin estrenar, me la prestaron. Es una magnífica novela que les
comentaré en próxima entrada.
jueves, 26 de octubre de 2023
METIDOS EN HARINA LITERARIA.
LA
VISIÓN RURAL DE MIGUEL DELIBES Y DE MACÍAS PICAVEA.
Enterado cerrado el plazo de
inscripción, no he podido apuntarme al curso on-line de la “Universidad de la
Experiencia”, me hubiera gustado participar en el de literatura, para
contrastar alguno de mis puntos de vista. Los escribo aquí, y si alguien quiere
lo puede trasladar al profesor que imparta esta asignatura, con quien me
gustaría mantener un intercambio de puntos de vista.
Aparte de lo anterior, si lo
que voy a exponer es una herejía, y el gran investigador local, entusiasta,
estudioso de la obra delibiana, a la que ha dedicado libros, se asoma por aquí,
su aportación sería de gran interés.
“El Norte de Castilla” le
llegaba a diario, por correo al señor Benigno, el panadero. Cuando empezaba el
mes de junio iba todos los días a que me dejaran mirar a ver el día y hora de
los exámenes de bachillerato en el “José Zorrilla”, adonde yo iba a examinarme
por libre; ya de peso leía todo el periódico. Así empecé a tener noticia de don
Miguel.
Bien pronto leí “El Camino”
y “Las Ratas”. Ingresado, por una intoxicación del “chofe” que nos ponían en el
Colegio de Villanueva, en la clínica de Quemada, junto a la Plaza de Toros,
derribada al poco, Sara compró y leímos “Los Santos Inocentes”. Compré asi
publicado “El disputado voto del señor Cayo”. He leído todo lo de Delibes. Mi
admiración por el escritor vallisoletano es total, sobre todo cuando releí “El
hereje”. Fue el florón, la cúpula áurea de toda su gran obra.
Sin querer hacer un alarde
de erudición, sino para demostrarles la admiración ya dicha, así, a voleo, de
memoria les cito, además de las citadas, el título de otras de sus novelas:
“La sombra del ciprés es alargada”, “Mi idolatrado hijo Sisí”, “Diario de un
emigrante, o de un cazador” es de uno que caza en Chile; “La hoja” (del
librillo de fumar) roja”; “El príncipe destronado”, “Cinco horas con Mario”
(Lola Herrera, de muy jovencita actuó en el teatro de “Los Mantecas”, por la
feria); “Cartas de amor de un sexagenario voluptuosa” (Ésta me la recomendó,
nada más publicarse, Luciano López Gutiérrez); “Señora de gris sobre fondo rojo”,
dedicada a la madre de sus siete hijos; “Viejas historias de Castilla la Vieja”
(para las que recogía vivencias en un pueblo de la Guareña, del padre del
periodista Luis Miguel de Dios).
¡Bueno! ¡Allá va mi
atrevimiento!: En sus libros más rurales no refleja la realidad sociológica,
económica de los pueblos castellano-leoneses, de la comarca corazón de la
meseta, “Tierra de Campos”. Cierto que la acción de “ El camino”, “Las ratas”, “El
disputado voto…”, la sitúa en la comarca donde pasaba los veranos de su
infancia, en Sedano y la zona del norte de la provincia de Burgos. La peripecia
de Daniel “El mochuelo”, es tierna, evocadora, añorante…, “Nini”, el hijo del
ratero es anecdótico, también llena de ternura, pero poco verosímil: un niño
tan sabio que predice la lluvia y la helada, que todo el pueblo recurra a él,
como a un oráculo; que viva en una cueva, con su padre…
Más realista es el señor
Cayo. Tempranamente aborda la despoblación rural. Esos pueblos de la montaña
fueron los primeros abandonados. Hay una denuncia de la perdida de esa cultura
rural ancestral, de esos campesinos autosuficientes… También premonitoria es su
reflexión sobre la incipiente casta política. La acción transcurre en la
campaña de las primeras generales, las del año “setenta y siete”. Ahí ya vemos
al político idealista y al trepa, al vividor de la política, la mayoría, en
este momento.
En cuanto a Azarías, su
hermana Régula, su cuñado Paco, su vida en cortijo de la familia del señorito
Iván, pues claro que penosas situaciones parecidas podrían haberse dado en
cortijos extremeños y andaluces: el egoísmo, la chulería, los abusos al pobre del
señorito; la servidumbre, la humildad de los “mandados”; pero casos tan
extremos no se daban en nuestros latifundios. Conocí las enormes diferencias
sociales. Conocí en la dehesa a leñadores, carboneros, cisqueros salmántinos
viviendo, familias completas, en chozos construidos con ramas de encina;
durmiendo en camastros de paja de centeno sobre el suelo; la lumbre en el
medio, y un agujero para el humo en la cúpula. Félix, el de “ALFE” de
Benavente, nació en uno de estos chozos. Ángelito el panadero (Rayanos) los
recuerda, pues iba de niño a llevarles el pan a la dehesa. Pero ya en el tiempo
de estos López, quien se la había comprado a los Covaleda, los amos de la
dehesa, gente sencilla y trabajadora, no existía ese trato humillante. Ya más
recientemente, mucho menos.
Por ejemplos, un nuevo
propietario de una porción de esa dehesa, se empeñaba en que el tractorista
empacara un forraje que estaba húmedo. Éste objetaba tal empaque. El amo le
replica: -“Esto lo empacas porque aquí el que manda soy yo”.
El tractorista cogió el hato:
-“Ahí te quedas, que lo que me sobra es trabajo, chulerías no aguanto”. Y se
vino andando a su casa.
En “Viejas historias de
Castilla la Vieja” existe también traslado de vivencias campesinas, si bien
todo más anecdótico.
Por supuesto que el léxico,
la fluidez narrativa, cierta poesía son muy de valorar.
Pero si en los libros que he
comentado no quedan bien reflejadas las las sociedades rurales de la posguerra,
ya mayor con “El hereje” dio el “do de pecho”. Ahí si que tenemos un buen retrato
de la sociedad vallisoletana, española en los tiempos del oscurantismo
tridentino. ¡Qué horror teocrático!: opresión, intolerancia, absoluta falta de
libertad para (Dr. Cazalla, el lanero Cipriano Salcedo) pensar de distinta
manera. Además más humana, Cristiana y razonable. Acallada con la feroz
represión de la hoguera. Y lo llamaban: “Autos de fe”.
Comentaremos en próximo
capítulo la novela “Tierra de Campos” de don Ricardo Macías Picavez, un
regeneracionista decimo nónico.
martes, 24 de octubre de 2023
QUE EN TIEMPO DE SEMENTERA, (II)
EN TIEMPO DE
SEMENTERA, ANDA LA GENTE OCUPADA (ii)
A aquellos labradores, amos,
mozos, criados, que llenaban nuestros pueblos del adobe y del tapìal, sembrar
las sesenta, setenta u ochenta yeras ; cincuenta o sesenta iguadas de cada par,
les llevaba desde los “Cristos” (Villanueva, Fuentes), hasta cerca de “La
Milagrosa”.
Si alguna tormenta en el verano, había que echar unos días cortando, amontonando y prendiendo, garamatas, merineros, burrales, gamaza, agenijos…
Por
el Cristo de Villarrín solían los ábregos traer las aguas de abajo. Eso era lo
bueno para que el terreno se purgara, cogiera tempero, se pudieran arar las
pocas tierras de legumbres (garbanzos, titos, muelas, algarrobas), sembrar éstas
a molera, en las tierras malas, sobre el rastrojo, y los herreñales de centeno
para forraje mular en primavera. Con todos esos preparativos y las vendimias, nos
metíamos p’llá del Pilar.
De
noche salían los pares con todos los aperos y achiperres: el carretillo con el
arado y la rastra atada detrás; o la grada canadiense y el cubresemillas; las sembradores y carros . A
lomos de las mulas mantas, cebaderas, alforjas, en un seno el botijo grande del agua, en
el otro el barril con el vino, el fardel con la fiambrera repleta de tortilla, torreznos, (chorizos ya no quedaban) huevos
duros y aceitunas en ajo arriero..; medio pan de a kilo por gañán… Por
cualquier camino, en tierras pequeñas, antes de la concentración, te podías
encontrar con algún par cada poco. Unos trescientos había en mi pueblo. Ahora, poco más de una docena de tractorazos.
Salvo
las pocas tierras ya dichas de legumbres, todo lo demás se sembraba sobre
barbecho; de San Blas a San Juan, reblar, binar, terciar…;
Los
medianos y grandes labradores sembraban a máquina; sembradoras tiradas por mulas de siete
o nueve botas, el gañán iba detrás conduciendo y levantando la palanca de los engranes en los
cabeceros; previamente, con otro par, habían preparado con la grada o la rastra. Hasta cinco yeras, tres y pico iguadas, presumía de sembrar “Tragayeras” cada día.
Quienes
no tenían máquina o tenían los barbechos en malas condiciones, sembraban a mano,
a dos los mejores, y a favor del aire. Altiva, gallarda, poética la imagen del
labriego con la sembradera al hombro; acompasado, rítmico el movimiento de
brazos y piernas ( “Cuando siembro voy cantando, porque siento que al
cantar…”). Tapaban con la rastra o, en lo ligero con broza, con el arado, luego
pasaban la rastra; el mozo sobre una banda sujetado con los ramales
La
simiente la habían encalado, con Piedra Lipe la noche antes. La fanega y media
en dos costales, para seis cuartas la llevaba el burro. Los de a máquina, en el
carro.
Dura
brega de casi dos meses para sembrar lo que en un día uno de estos tractorones.
Acabada
la sementera venían los deliciosos días de las matanzas y las bodas de los
jóvenes labradores, acabados en la emigración muchos de ellos.