A SANGRE Y A
FUEGO (IV)
El deseo
de paz, el sentido común, la honradez en aquellos momentos de los dirigentes
políticos hicieron posible la ejemplar transición, no exenta de dificultades:
una crisis económica causada por la guerra del Yhon Kipur, que multiplicó por
tres los precios de los combustibles con la consiguiente inflación, el terror
de ETA y el intento de golpe de Estado del 23-F.
Felipe
González que, visto en la distancia, resultó ser un social demócrata centrista,
tuvo la habilidad de atrarse a casi toda la rojería (ya por entonces lo era de barra
de bar), y consolidó la democracia.
Asustado
por el terrorismo etarra, que fue el principal desencadenante de la actuación
de Tejero, y temiendo que los militares no soportaran más tanto crimen,
consintió o hizo la vista gorda en cuanto a la creación de los GAL. He de
confesarles que fui uno de tantos, tan harto, que comprendió que a la ETA se le
combatiera con sus mismas armas. Lo malo fue la chapucera actuación de Amedo y
Cía.
La
picaresca española, siempre al acecho, brotó con fuerza en la época de
González. Cada día nos desayunábamos con un nuevo caso de corrupción “socialista”,
la cual aún colea con lo de los ERES.
Con
Aznar y Rajoy, la metástasis del cáncer de la corrupción, con sede en Madrid,
principalmente, se extendió por toda España, incluida Cataluña. ¡Qué afán por
taparte la boca a Alejo Vidal Cuadras!
Una
sentencia judicial implicando al PP, causó la moción de censura que ha dado el
gobierno a este artista.
El PP,
en lo nacional, provincial y local, está completamente regenerado; el PSOE, el
de los social demócratas honrados (aun en los tiempos de la corrupción, honradas
eran la casi totalidad de bases y dirigentes) ha desaparecido. Ahora es una
secta con un caudillo prepotente y sin moral. No es el primer caso que se da en
la historia. Quedan todavía por ahí, por el tercer mundo, unos cuantos de
éstos. Si ustedes entran en YouToube verán videos del Congreso y de otras
muchas entrevistas, declaraciones, etc., en que no cesa la caña y caña. Ayer vi
el repaso que le pego Pepa Millán a Bolaños.
Nunca se
había visto una cosa igual: ¡Cuánta humillación, que afán de defender lo
indefendible! Lo grave sería que comprara a toda la cúpula judicial. Pero no:
once fiscales, contra tres, siguen defendiendo que la amnistía es
inconstitucional. Todos los vocales del C.G.P.J., en conjunto, se han quejado
de las acusaciones de prevaricación a jueces con nombres propios en el Congreso
por parte de la Mirian Nogueras. ¡Con el miedo que yo le tengo a las togas! Ni
mu. Y esta tía larga impunemente. Todas las asociaciones de las más altas
instancia, abogados, policías, jueces, en contra. La inmensa mayoría del pueblo
español por millones saliendo a las calles, en contra de tanta desvergüenza…
En comparación
con los separatistas vascos siento, incluso, cierta simpatía por los catalanes.
Llevan no la mayoría, más de cien años con la matraca del separatismo. Pero no
crearon un grupo terrorista.
Siendo
mucho más minoritarios los separatistas vascos, fanáticos de “raza superior”,
estuvieron treinta años, secuestrando, torturando, asesinando, persiguiendo,
robando… Más de ochocientas víctimas. Y ahora, en el partido afín, BILDU,
encuentra otro de sus apoyos Sánchez. El careto de la Merche, cuando Pepa
Millán le leía nombres de víctimas y fechas de su asesinato, mostraba la mala
leche que llevan por dentro.
En
aquellos años de plomo, era irrespirable la atmósfera en las Vascongadas.
Aparte de las vivencias de mis familiares “maketos”, de tantos como huyeron
porque no podían soportar aquello, (lean Patria, si no lo han hecho) cuento
como detalle simpático la vivencia que Carmen Allende nos narraba: elecciones
general de 1979. Ni la UCD, ni la AP encontraban apoderados e interventores
para estar en las mesas en Euskadi. Pidieron voluntarios en provincias. Carmen
Allende y su esposo Juan Martínez, le echaron c..oraje, y p`allá. En el
recuento, los de la chapela, sobre una mesa de madera, cuando salían
escasas papeletas de AP, con una navaja
las clavaban sobre la mesa.
La cara
dura del Sánchez va muy lejos, pero contra la razón, contra el descontento
generalizado no debería seguir aferrado al sillón.
La
revuelta campesina, tan cargada de razón, tiene también un trasfondo de hartura
contra este tío. He oído que mañana, algunos tractores, piensan llegar a Ferraz.
¡Por
favor!: que impere la cordura para que no vuelva ni la sangre, ni el fuego.
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