viernes, 15 de julio de 2022

LA INOPORTUNA LEY DE MEMORIA DEMOCRÁTICA. Los crímenes del franquismo. (V)

     Es miserable el intento de, sin otra finalidad que la partidista, faltar a la verdad histórica; sacar a pasear de nuevo el fantasma de Franco para ver si los españoles nos olvidamos de la galopante inflación que nos hace más pobres; intentar confundir a las nuevas generaciones contando la verdad a medías y mintiendo.

    Mis fuentes no son ni Pío Moa, ni Federico. Los datos que cito a continuación son tomados de la Enciplopedia sobre la Guerra Civil, doce tomos, escrita y/o coordinada por Hugh Thomas: los sublevados, los de derechas, "nacionales" fusilaron en la retaguardia a 57.883 izquierdistas. En esa cifra se incluyen las víctimas de la represión en la posguerra. Los frentepopulistas (republicanos demócratas eran una minoría que no fusilaba), socialistas, comunistas anarquistas. troskistas.., "los rojos", fusilaron a 72.337 de forma aún más indiscriminada; en las ciudades, Madrid y Barcelona donde mayor fue la represión, se conocía menos la gente. Bastaban indicios: haber llevado corbata o sombrero, ir a misa, haber votado a la CEDA,..

    El total de religiosos asesinados, en muchos casos después de torturas horribles, fue de 6.832. De ellos 4.148 curas, 2.365 frailes, 283 monjas  y 13 obispos.

   Si hablamos de los crímenes del franquismo hemos de hacerlo tambien de los crímenes del socialismo (un sector) comunismo (y no metamos a Stalin), anarquismo..., y sentir el mismo rechazo a al terror ejercido por los "Hunos" y los "Hotros"; sentir la misma compasión por las víctimas de ambos bandos.

   Conozco de primera mano el dolor de las víctimas del franquismo y de sus familiares. La provincia de Zamora fue, en proporción al número de habitantes, la que sufrió una más alta represión. El Martín Mariscal ha pasado a la historia como uno de los mayores carniceros de España. He rescatado del olvido a las veintiocho de Villalpando; pero todo lo cual no justifica que nos olvidemos del terror en la otra zona, sino que aprendamos la lección para no repetir aquella tormenta de odios, cuyas causas he ido explicando.

   Desde los regeneracionistas de finales del XIX (el famoso "escuela y despensa" de Joaquín Costa), hasta los intelectuales de los "veinte" y "treinta", siglo pasado, vieron como primera necesidad para abordar la pobre situación de España, la formación humana de sus habitantes: cultura y ética.

    Con todos los avances económicos y sociales conseguidos, en esta crisis (veremos lo del cambio climático), la ÉTICA   (la verdad sobre los hechos históricos forma parte de ella)  es imprescindible. De ahí mi crítica, por parte del gobierno, a ese intento de tergiversación histórica sectaria. Absurdo, por otra parte,  intento,  dados los inmensos medios actuales para conocer la verdad de lo ocurrido.

    Los seres humanos nacemos con muy distintas capacidades (intelectuales y físicas), con muy distintas tendencias: al egoísmo o altruismo, a la bondad o la maldad, a la pereza o al esfuerzo, al bien y al mal; mejores o peores personas, en suma. Hemos de rehuir de las etiquetas de buenos o malos según la ideología política; más ahora, cuando son tan próximas (ni revolucionarios ni fascistas); pero sí evitar avivar esos rescoldos de odio que queda en "izquierdistas" y "derechosos" más extremos. Que conozco a buenas y malas personas a uno y otro lado del espectro.

       En el próximo capítulo recordaré a las personas quienes, dentro del conflicto, tuvieron un comportamiento humano ejemplar. Recordaré cómo se consiguió la reconciliación en la ejemplar transición democrática, que ahora, de forma torpe y sectaria, cuestionan.

    

   


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