Lo he estado dudando. Me he encontrado con familiares a quien no les gusta aparezcan por aqui, mis recuerdos del ser ido, aunque siempre lo hago con cariño, y sin falsos elogios. Como sé que este no es el caso, como Sarita a la hora de la comida ha recordado que sus madres eran primas dobles, que era la mujer de Teofilín, y amiga de su hermana Carmela; como fuimos vecinos toda la vida, y nos teníamos cariño, porque también además nuestras madres eran primas carnales, pues no quedo a gusto si no le dedico un recuerdo sincero, a ÁNGELA LUNA NÚÑEZ. Parece como si nuestros ancestros me lo estuvieran pidiendo.
Estas niñas rurales, nacidas en los años treinta del siglo pasado, venían al mundo predestinadas para ser amas de casa, madres, esposas. ¿Quién sabe si sus padres hubieran continuado en Francia, adonde emigraron con siete niños, (tuvieron catorce. Nueve llegaron a mayores) y donde nacieron las dos últimas, Angelita y Valentina? Los hermanos ya mayorcicos quedaron para allá? Aquí, en el pueblo, ya se sabía su destino, que aceptaban, que veían como normal: casarse más o menos enamoradas; tener y criar hijos. ¿Les parece poco?
Sé que Teofilín y Angelita se querían. Eso decidió la boda, no las tierras, (casos frecuentes) ningunas o casi, que poseían el uno y la otra. La típica matriarca rural, como mi madre, como mi suegra; tantas y tantas, todas. Las sostenedoras de la casa y el corral, cargadas, llenas de virtudes humanas: abnegación, sacrificio, cariños, alegrías, amor.
Estas virtudes de buenas gentes, como casi todo, se transmitían en los genes. Y los apellidos Luna y Núñez, estaban llenos de ellos. Resalto, sobre todo los del segundo. No conocí Lunas parientes de "Pachico", sí lejanos, mi abuela materna, por ej.; pero es que los Núñez Alonso y viceversa, tres matrimonios de hermanos, fueron una caterva. En todos la bondad, la honradez fue su característica. Empiezo por la señora Ángela, madre, Núñez Alonso; su hermana Lucia, la de "Pelesín", otra santa; Anita, la de Rupi. De entre los hombres que recuerdo, El Sr. Manolo Núñez, su hermano Aurelio, "Bastían,... fueron bondadosos castellanos viejos.
Nunca vi enfadada ni maledicente a Angelita "Pachica". Siempre alegre, cariñosa, de buen humor. Su paso por la vida ha sido fructífero: tres hijos, dos hijas, no sé cuantos nietos y algún bisnieto. Siempre cuidándola, siempre pendiente de ella. Todos los fines de semana alguno, o varios, aparecían.
Ya voy a sentir ver otra casa más cerrada en la calle Silera; pero su espíritu seguirá rondando por aquí.
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