martes, 23 de abril de 2024

QUIEN VE SU VILLA... (VII)

 

                                       ...VE SEVILLA. (VII)

 

               Al triunfo del centro derecha en 1933, se le respondió, sobre todo en Cataluña, desde el anarco sindicalismo, que había intentado boicotear aquellas elecciones, con un intento revolucionario, saldado con varios muertos y decenas de heridos. En octubre de 1934 la citada revolución en Asturias…

               No pudo don Alejandro Lerroux, centrista republicano, quien gobernaba con el apoyo de la CEDA, derechas a las que había conseguido republicanizar (la prueba es que su líder, Gil Robles, no tomó parte en la sublevación militar) sujetar la cuerda de quienes tiraban de sus extremos. Por las izquierdas, con  gran fuerza, anarquistas, comunistas, mayoritario sector socialista, ansiosas de revolución. Se empieza a organizar una extrema derecha: los camisas blancas de Acción Popular, los Monárquicos, quienes fundan Renovación Española; la Falange de José-Antonio; el Nacional-Sindicalismo de Ramiro Ledesma y Onésimo Redondo.

               En el otoño de 1935, las izquierdas y derechas más radicales se lanzan a una campaña de desprestigio contra Lerroux. Magnifican unos escándalos burocráticos, el caso “Straperlo” y “Nombela”, una broma al lado de lo de Koldo, que al viejo republicano le hacen arrojar la toalla. Al Presidente de la República, don Niceto, no le queda otro remedio que disolver las cortes y convocar nuevas elecciones, para el 16 de febrero de 1936.

               Las izquierdas, escarmentadas por la desunión  del “treinta y tres”, auspiciada por don Manuel Azaña, forman una coalición a la que llamaron, “Frente Popular”. El PSOE y el PCE, aceptaron la invitación de don Manuel a regañadientes, Largo Caballero y Dolores Ibarruri no querían seguir participando en “la farsa de aquella república liberal”; estaban ya por la revolución. Fue Stalin quien les convenció que a la revolución se debía llegar desde la democracia, ganando unas elecciones. Los anarquistas españoles, que carecían de jefes internacionales vivos, no se sumaron al Frente Popular. Si bien a la hora de votar, Durruti ordenó hacerlo al Frente Popular.

               ¿Qué pasó en Villalpando? Pues aunque no en el conjunto de la provincia, sí en el conjunto de España, ganó el Frente Popular.

               En dos años y pico el censo había aumentado en 11 votantes; 1537 mayores de 23 años tuvieron derecho al voto, que ejercieron 1250 votantes, el 81’32%.

               Nótese la diferencia: en 1933 votaron 1.015 personas, el 66’5%.

               ¿Por qué en el “treinta y seis” 235 votantes más, del sesenta y seis al ochenta y uno por ciento?  Porque en el “treinta y seis” votaron los anarquistas. Ya ven el peso que la CNT tenía en la villa.

               De cómo estaban de revueltas las cosas también en este pueblo, les cuento lo que pasaba en el Ayuntamiento, de mayoría conservadora:

               La última sesión que preside quien venía siendo alcalde democrático, Agapio Redondo, de la familia de los “Narigones”, fue la del 28 de diciembre de 1935.

               La sesión de 12 de Enero de 1936, la preside, como alcalde accidental y porque no le queda más remedio por haber sido el concejal más votado, Manuel Núñez Alonso.

               A la sesión ordinaria del  6 de marzo, no asiste el anterior alcalde accidental citado y ejerce como tal, César Álvarez Fernández.

               Sesión  extraordinaria de 11 de marzo de 1936. Se trata de rehacer la Corporación, nombrando alcalde y cargos. Vuelve, provisionalmente, a presidir César Álvarez, de los “Gallego/as”; Pablo Allende renuncia al cargo que le correspondía. Nadie quería ser alcalde. Ya había ganado las elecciones el Frente Popular. En vista de ello, por acuerdo de los presentes, se nombra Alcalde a Luis Mazo Ortega y Teniente Alcalde a mi abuelo, Gregorio Modroño Maestre.

               SESIÓN EXTRAORDINARIA DE 13 DE MARZO DE 1936, a las diez horas. Único asunto   en el orden del día: Designación de la Comisión Gestora. De izquierdas, por supuesto. Por ausencia del alcalde nombrado dos días antes, Luis Mazo, Preside la sesión, mi abuelo Goyo.

               El día anterior el Gobernador Civil de la Provincia remitió un telegrama al Ayuntamiento, dando la orden “del cese de todos los señores que constituyen la Corporación Municipal y dando los nombres de los miembros que han de constituir la nueva “Gestora que administre ese municipio” ; “quienes, de inmediato, han de ser citados personalmente”.       

               De los once concejales cesados, sólo asisten cuatro, los cuales: “acatan la orden y cesan, en ese momento, en el desempeño de sus puestos y abandona sus cargos”.

               Uno de los nombrados digitalmente (me callo quién) miembro de la Gestora, pregunta al alcalde en funciones, repito, mi abuelo Goyo Modroño, -la causa, motivo o razón que haya asistido a los señores concejales que cesan, para no asistir a esta sesión”.

El Presidente en funciones contesta categóricamente que ignora los motivos por los que estos señores han decidido no asistir y que, desde luego, han sido notificados por los alguaciles”.

Aunque las actas suelen ser asépticas, por lo que vamos transcribiendo de la misma, la cosa debió calentarse.

Los concejales cesados asistentes, César Álvarez, Luciano López y Amós Vega, “acatan sumisos la orden transmitida, pero protestan que procediendo de elección popular (democrática) desde abril de 1931, se les haya destituido del cargo de Concejal que ostentaban.”

No tuve noticia de la actividad política de mi abuelo hasta que me puse a investigar para escribir “Víctimas de la guerra civil en Villalpando”. Al ver que en esa Gestora estaban tres miembros (“Tocinero”, “Cencerrilla” y “el Nene”,) de la Junta Directiva del P.R.R.S. del que Goyo era presidente, supongo su influencia. Tenía “vara alta” con Galarza, entonces ya en el gobierno nacional. Otros seis miembros eran socialistas y había otros dos comunistas.                                                                      

Sé, por fuera aparte, que la sesión, con asistentes, fue muy tensa y que, lo mismo, si no es por la Guardia Civil, ¡quién sabe!

Esta medida de suprimir ayuntamientos democráticos conservadores, ocurrió en toda España. No creo que lo cuenten ahora en la sectaria ley de memoria democrática.

Pues ya verán la actuación de esta Gestora de Izquierdas. Transcribiré actas llenas de luces y sombras. No tiene desperdicio. Refleja muy bien la situación política y socio-económica del pueblo.

No hay comentarios: