Después de tanto como escribí ayer, que puede no interese a ciertos seguidores del blog, o no habrá dado tiempo a leer a otros, no pensaba hacerlo hoy. Algún comentario, a propósito de la Ley de "Memoria democrática", escuchado esta mañana en la radio, me hacen cambiar de opinión.
Primera cuestión: la verdad de lo ocurrido en España en los siglos XIX y XX está en los libros de historia, en las hemerotecas, en está inmensa herramienta de internet, Wiquipedia, sobre todo; sobre la II República y la guerra civil, hay escritas millones de páginas; los hijos de la generación de la guerra, que hemos escuchado a unos y a otros, conocemos de primera mano todo lo sucedido. He publicado dos libros sobre el tema. y artículos en este blog, intentando la mayor imparcialidad. Pues bien, para conocer la historia no son necesarias leyes como esta de la "Memoria democrática", cuando lo que intentan es reescribirla, tergiversarla.
Miren si no lo escuchado a un tertuliano esta mañana: -" Las milicias armadas del pueblo de Madrid se alzaron en armas, que el gobierno de la república les dio, para defender a la democracia contra el fascismo".
Sí hombre, sí: los anarquistas, comunistas, troskistas, socialista de Largo Caballero, conocidos todos como milicianos, iban a defender a la "democracia burguesa", como ellos la llamaban... ¡Venga ya! Iban a defender la revolución, para imponer un tipo de colectivismo libertario (comunismo o anarquismo), una dictadura de izquierdas. Y no hay que demonizarlos por eso. En aquella situación de penurias económicas, de injusticias sociales, en la doctrina marxista, triunfante en la URSS, ponían sus esperanzas.
Volvamos a la villa, para seguir viendo "Sevilla", España.
En el artículo anterior vimos los usos "democráticos" del Gobierno del Frente Popular: suprimir ayuntamientos democráticos (también lo había hecho Primo Rivera, pero al revés) y nombrar a dedo una gestora de izquierdas. Vimos cómo hubo tensión entre los nombrados y los destituidos.
En aquella primera sesión constitutiva de la gestora, de 13 marzo 36, por la mañana, eligen presidente a Félix Alonso Herrero, quien convoca sesión para aquel mismo día a las siete de la tarde.
Su primer acuerdo denota su principal preocupación: el paro obrero. Acuerdan iniciar expediente de "petición de auxilios al Estado" para la construcción de aceras en las calles, Arco, Travesía del Pozo, San Isidro, Olleros, Nueva, La Parra, del Olivo, Progreso y Angosta, (pues anda que sin una acera, no tendrían barro) y así dar trabajo a jornaleros sin él. Entonces no había subsidio de desempleo.
Esa es una medida de carácter social, principal característica de esta gestora.
Atentos al segundo acuerdo: "Publicar un bando prohibiendo segar y pastar por los regatos del común de vecinos, y por las praderas comunales del Chapazal y la Redondilla". Pues miren si no es esta una medida de carácter autoritario. Esas hierbas no se iban a aprovechar de otra manera.
Convocan sesión para el día siguiente, a las ocho de la tarde (Para no perder de trabajar los gestores). Lo primero que tratan es aprobar el proyecto de obras municipales para las calles citadas para " atenuar el paro obrero, a fin de que el horrible espectro del hambre no se enseñoree del humilde hogar del obreros, y que no llegue el día aciago en que éste no tenga un pedazo de pan que dar a sus pequeñuelos".
Segundo acuerdo: "que se inste a los patronos, el próximo miércoles, a las siete de la tarde a esta Casa Consistorial a fin de que manifiesten el número de obreros a quienes pueden ir dando colocación, para ir dando solución al problema del paro, E iniciar una suscripción voluntaria entre el vecindario".
Y ¿quienes eran los patronos? Aparte de las cinco o seis casas grandes (más le dehesa donde siempre podía haber corte) en aquel momento, que ya tenían sus mozos de año y que cogerían agosteros en el verano, en el resto de medianos y pequeños labradores, había gente en casa para arar, salvo para "hacer el verano", a nadie más necesitaban, y ni podían pagarlo. ¿Ven el conflicto?
Sesión extraordinaria, dos días después, 16 marzo 36.
Omito otros dos acuerdos (están en el libro "La otra historia de la villa").
Tercero.- Se acuerda, por unanimidad, modificar el nombre de las siguientes calles: "Real por calle de la República; calle de la Amargura por Avenida del Primero de Mayo; calle de San Isidro por calle de Galán y Garcia.
Éstos fueron dos capitanes de ideología anarquista que el 12 de diciembre de 1930, se alzaron en Jaca contra la Monarquía de Alfonso XIII, durante la dictablanda del General Berenguer. Actuaron confiados y amparados en un Comité Revolucionario, si bien lo hicieron de forma chapucera y precipitada. Juzgados de forma sumarísima, condenados a muerte, fueron, de inmediato, fusilados. Gran error de la Monarquía: la idea republicana hizo de ellos sus mártires, venerados en esos cinco años.
Iremos, s.D.q., narrando mas acuerdos de esta Gestora, tan implicada a favor del obrero, de los pobres; tan a favor de lo que era entonces una justa lucha de clases. Ideas, puede que incluso revolucionarias, en dos o tres de los gestores, que chocaban con el conservadurismo, no sólo de los cuatro mayores propietarios, sino con las de la clase media de medianos y pequeños labradores, artesanos, comerciantes.
Las tensiones y conflictos, que venían de muy lejos y que vemos en la actuación de esta gestora, la caótica II República, reventaron en la guerra civil.
Vamos ya a dejar ver una historia de buenos y malos, que de los unos y de los otros, los hubo a millares en los dos bandos.
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