Se equivocó Thomas Malthus cuando en el primer tercio del siglo XIX predijo un negro futuro para la humanidad: "Los alimentos crecen en progresión aritmética, mientras que la población mundial lo hace en progresión geométrica....., el nacimiento de nuevos seres humanos, si no medían, guerras, pestes, catástrofes, conducirá a la pobreza, e incluso a la extinción de la especie humana".
Hubo guerras, y terribles; cuarenta millones de muertos en la II Guerra Mundial; hubo pestes: frecuentes las epidemias; el cólera morbo, la gripe "española" del 18-20, fiebres tifoideas, tuberculosis..; las pandemias infantiles: difteria, sarampión, viruela, tosferina, tétanos..., a pesar de lo cual, y dada la alta natalidad, y más cuando se fueron erradicando todas esas enfermedades, la población mundial ha venido creciendo al ritmo malthusiano, (ahora ya frenado, sobre todo en Europa) pero a ese ritmo, o mayor, lo han venido haciendo los alimentos. Fertilización, regadíos, mejoras genéticas, mecanización han conseguido, con drástica reducción de campesinos, un notable aumento en la producción de cereales, base de la alimentación humana, de forrajes, leche, huevos, carnes, frutas, hortalizas.., incluso del pescado gracias a las piscifactorías.
De todas las especies ganaderas donde se ha producido el gran avance, la que proporciona proteínas más abundantes y baratas, es en la avicultura.
Imagínense el salto de incubar trece huevos cada gallina en cada corral, dos o tres se podían quedar cluecas,(cierto que entonces, hace no tanto, cuando los pueblos estaban llenos, había gallinas en todos los corrales, pero aun así el pollo era un artículo de lujo). a incubar millones y millones de pollitos a diario en las incubadoras industriales. Además se ha conseguido una raza de rápido crecimiento y engorde, y abundancia de cereales (maíz, trigo, cebada, más los correctores y vitaminas) para elaborar su alimento.
Ya, lo último, son unas modernas naves inteligentes donde desde el alimento y el agua, hasta la climatización y el aire que respiran está todo informatizado, automatizado. Por ej.; ayer visité una de estas modernas granjas, la de la foto. Anexas a la nave principal, en la que caben treinta mil pollitos, hay dos salas. En una está, en un armario grande, todo el cerebro electrónico que maneja la nave. En mesa al lado, en una pantalla están apareciendo todos los datos: temperatura exterior, 29'9º; interior 19º; humedad del aire y CO2 dentro y fuera, presión atmósferica; consumo diario de pienso y de agua (del bombeo se encarga bomba eléctrica movida por electricidad fotovaltaica)..., todo.
En la otra sala está el acceso a un cuarto de baño completo, un enorme generador por si falla la electricidad de la red, estantería con pequeño taller, el equipo de purificación del agua, etc.
No quiero aburrirles con más pormenores. Lo que más me interesa es convencerles de la sanidad de esta carne, intentar romper el tópico de que se les administran antibióticos, hormonas, etc.
El gran avance en estas naves es que, al cuidar tanto la ventilación y el agua, al no permitir la entrada a quien no sea el granjero, con una ropa que se pone y quita al entrar y al salir, los pollos no cogen catarros, casi inevitables en las naves antiguas, junto con el antibiótico para curarles.
En cuanto al pienso, fabricado por COBADÚ, les aseguro existe un enorme control sanitario.
Como ya no quedan corrales donde criar tanto pollo como es necesario, les aconsejo que no hagan ascos de los de la foto y que, cuidado, con los que se venden como de corral, no sean también de producción industrial con aditamentos para dar el camelo.
5 comentarios:
No entiendo cuál es el comentario que no quieres que publique. Me parecen los dos muy correctos,y te doy las gracias por ello.
Ocurre que, a veces, tardo tres o cuatro días en abrir el buzón de comentarios.
Tampoco entiendo la referencia que haces en cuanto a los taurinos. No creo haberme metido con ellos en sitio alguno.
Recibe mi saludo cordial.
Entendido, totalmente de acuerdo y muchas gracias. Y, ya que mientas a Andrés, insisto una vez más, es de justicia, aunque nada más sea, descubrir una lápida en el muro del solar de lo que fue su casa.
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