Lo malo es que algunos llegan a las tertulias de los medios intentando crear opinión. Acabo de oír a uno en Antena 3. Ante esta situación kafkiana en la que una vicepresidenta del gobierno, rinde visita a un prófugo de la justicia, a un delincuente, quien va a decidir el futuro de todos nosotros, recurre al manido argumento de que Sánchez no puede consentir un gobierno de "derechas" (etiqueta con la que intenta insultar la "superior" progresía) en el que está VOX.
¡Ya está!: los simpatizantes del neo comunismo o, simplemente, borregos del rebaño que se dice "progre", y con eso se les llena la boca, se emborrachan con la tontuna, con los estereotipos de sus predicadores falsos. Y así han conseguido demonizar a VOX: "que viene la extrema derecha", el fascismo, los ricos que nos quitan las pensiones..." y otro cúmulo de majaderías. Repito VOX es la reacción al extremismo izquierdista y separatista; a la mamandurria de tanto profesional de la política. Y son demócratas, constitucionales y limpios de corrupción.
Vuelvo al "quien ve su villa, ve Sevilla": como los simpatizantes o afiliados a VOX son conocidos, fueron en una lista electoral, díganme si obedecen el cliché de señoritos parásitos, ¿Qué son si no honrados trabajadores de todos los días del año? ¿Qué son si no gente humilde, hartos de los males de esta España, que dan la cara? Hartos de los excesos en la protección social que fomenta la vagancia. En el pueblo existen también ejemplos, de quien se ha propuesto no dar palo al agua, y se pegan la vidorra, mientras ellos ordeñan ovejas todo el año. Hartos de la subida de la luz, del gasóleo, de los fertilizantes (vamos a ver en esta próxima sementera, después de la mala cosecha con abonos carísimos, la bajada del cereal, qué precio va a tener este año el mineral; de momento nadie da precios).
Y demonizan a VOX los mismos que aceptan gobernar con los actores o, al menos, cómplices del terror vasco.
Dirán que me estoy radicalizando. ¡Qué va, qué va!: es la honesta reacción de las personas justas. Y no soy una excepción. Tengo constancia de votantes PSOE que piensan igual que yo. ¡Ya es el colmo que hasta Felipe González haya salido ayer pesaroso de haber votado a su hijo el PSOE! Que haya dicho no es justo que el Puigdemont con 7 votos quiera imponer su voluntad como si tuviera 70.
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