Sole la del Chano (Nemesio Boyano) era una de estas mujeres, madre de cinco hijos, sencilla, laboriosa, buena. Me encantaba conversar con ella. La última vez, en la Puerta Villa, creo recordar la llevaba una hija en silla de ruedas, situación que abordaba con buen humor.
Creo mi buena relación con Sole viene de cuando yo niño ser una de las vendimiadoras de la cuadrilla de "David Modroño", o quizá del lejano parentesco por el apellido Luna con mi abuela María Chimeno Luna. Lo cierto es que, al encontrarnos, casi siempre echábamos un parlao. ¡Fíjense que recuerdo un encuentro con ella por el mes de septiembre de 1961.
-¿Qué es de tu vida?, me preguntó.
-Ya ves, de exámenes, que son unos tragos...
- Sí, trago el mío, que acabo de parir a la quinta criatura.
He conversado con los hijos/as hace un rato en el tanatorio. Están tranquilos, resignados. Tenía 97 años y ha muerto dulcemente, si bien a "Jose" el hijo mayor, con quien más he conversado, quien la ha cuidado mientras pudo en casa con sus medios, de vez en cuando se le llenaban los ojos de lágrimas. Por si tenía dudas de los buenos sentimientos de"Jose", "El Chano", al ver sus ojos arrasados de lágrimas, se han disipado.
Sé que a los de alrededor de mi quinta, incluso menores, emigrados o no, les gusta recordar parentescos. Una forma de honrar a los difuntos es cuando en la conversación en el duelo hablamos de antepasados.
"Jose" (pongo las comillas para que se lea la palabra como llana, no aguda, pues así le llamamos), me aclaró lo del apelativo "Chano". Resulta que al señor Germán Boyano, abuelo, a través de su hija Carmen de numerosa descendencia, los Granado Boyano, casa en la esquina junto a la iglesia de San Miguel, le conocíamos como Germán "El Chano" e igual a Nemesio, el marido de Sole. A este, sin ni siquiera el nombre "El Chano" a secas. Pues que el padre de Nemesio, José, y el señor Germán eran hermanos, y el apodo ya venía, al menos de los padres de los anteriores. Estamos hablando del siglo XIX.
Lo curioso es como los descendientes del Sr. Germán no heredaron el apelativo, en cambio sí la otra rama, llegando hasta los hijos de Sole. Apelativo no despectivo que lucen con orgullo, sobre todo el que vive aquí, "Jose" el Chano, de niño, y toda su vida, personaje de novela de Miguel Delibes. "El Nini" de su novela "Las Ratas", quien, a medida que ha ido creciendo se ha ido doctorando en el conocimiento y el amor de toda la fauna de esta estepa cerealista. Me encanta escucharle. Hoy me ha informado de que descendientes de los visones que soltaron en aquella granja de Galicia, han llegado hasta aquí. Que ya se han cepillado a los conejos que andaban por el río. Que él ya ha tenido uno en sus manos y lo soltó...
¡Cuán bonita y reconfortante es la buena relación entre los vecinos del pueblo! Los duelos son buena ocasión de practicarla. Mi cariño para los hijos, nietos y bisnietos de Sole, la del "Chano". Una mujer tan de Villalpando como su próxima Puerta de Villa.
Hace dos días estuve también en el tanatorio. Falleció de repente, la tarde anterior, un hombre de 60 años, perteneciente a una familia de doce hermanos, la de Rosaura y un asturiano, última casa en la Carretera Rioseco. Por la esquela supe que se llamaba Antonio. Aquí se le conocía como "El Guaje". Descanse en paz.
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