viernes, 21 de marzo de 2025

LA HUERTA.

 

     


    Ya saben, de toda la vida, mi enorme afición por la huerta. A los profesionales que más he admirado y admiro es a los hortelanos. Tienen mucho mérito, Zosi Gallego y sus primos Miguel, Carlos... Sacar una familia y conseguir,  cierto patrimonio, a base de doblar el lomo tiene mucho mérito. Quedan, en la actualidad, dos familias hortelanas, relevo generacional, de la saga "Arturos" Gallego. Más algún que otro aficionado.

    Son tan ricos nuestros melones, tenemos un terreno tan adecuado, que no me "lleva el genio" de rendirme. Además hoy día existen unos medios que facilitan el trabajo, y con los cuales se consiguen frutos más tempranos. Pues ya he empezado a liarme.

    Conseguir sandías y melones en esta tierra no es tarea fácil. Un año, hace muchos, habíamos plantado seis mil plantas que habíamos hecho nosotros en un invernadero que preparé en el corral. Las trasplantamos a finales de abril. El día de Santa Cruz, cuatro bajo cero. Los abrasó por completo.

    Vuelta a llenar bandejas de tierra y pipas, en el invernadero. A los quince días, vuelta a trasplantar. Los tres muchachos y yo los fines de semana. ¡Cómo habré sido toda la vida tan cabezota! Conseguimos melones en lo fuerte, Ctª Villamayor, pero no del adecuado tamaño.

    Dimos el salto del Ahogaborricos a los "Pinos de Quesada", de la arcilla a la arena. Aparte de la animalada de sembrar con aquella precariedad de medios, diez Has. de zanahorias, con el Gallego, tres de repollos, una de lechugas; más recientemente nuestro hijo Jesús, veintidós mil plantas de pimientos, yo siempre plantaba un cacho de melonar, para el gasto y para que sobrara, que vendía. Todavía el año pasado, los pocos que nos sobraron, me los quitaron de las manos. Ahora, además de muy ricos, los consigo de buen tamaño, hasta de cinco kilos algunos.

   Se dan mejor en la arena (con gallinaza) que en la arcilla. Pues venga otra vez al camino de Valladolid.

   Para plantarlos con cepellón, el año pasado hubimos de esperar, por culpa del frío, (son muy frioleros, con cinco grados palman), hasta finales de mayo. Tenía las bandejas de semillero en casa tapadas con manta térmica.

   En años anteriores, cambiando de cacho, los he venido plantando, de 800 a 1000 plantas, en el susodicho arenal, en los "amorosos". En 2.022 se nos helaron la mitad. Vuelta a reponer. En 2023, mancado de la zoleta el socio trabajador, me vi solo con tanta broza que agarré la mochila, glifosato entre las calles, se levantó aire, me cargué dos filas. Las que salvaron dieron por las perdidas.

   Esa es la cuestión: la broza. He buscado herbicida. No hay ninguno con garantía para las curcubitáceas. Además en la huerta, cuantos menos pesticidas, mejor.

    ¡Oh albricias!: ya tengo la solución, o eso creo: el acolchado. He comprado una bobina de 40 kilos de plástico negro. Una banda de 90 cts. de ancho y 1.700 metros de larga. Nada más llegar de comprarla, pedí ayuda y desenrrollamos el primer tramo, sujetado con cantos en las orillas.

     En los días siguientes, con el espetón he sembrado dos tipos de calabaza de mesa, pepinos y sandías. Tapamos el agujero que el espetón hace en el plástico, con un trozo de manta térmica. 

    Estamos empezando. Mis hijos harán el acolchado restante, casi todo falta, e iremos sembrando las pepitas de melón, directamente en el suelo, de igual forma a como he hecho con calabazas, pepinos y sandías.

     Si el tiempo se pone normal, pueden nacer las plántulas a primeros de abril. Mes en que seguro habrá días fríos, pero espero que la manta térmica y vasos de plástico, las protejan.

   Veo tan buen invento en lo del acolchado ( a poco sol que haya ya se nota calentito el suelo, guarda la humedad y, sobre todo, evita la broza) que me he animado, con el mismo sistema a SEMBRAR una fila de tomates, la de una orilla.

    Fíjense que digo SEMBRAR, NO PLANTAR. ¿Sembrar los tomates depositando una a una la semilla directamente, tan chiquitita, en el suelo?

   Se me ha ocurrido pensando pudiera encontrar semilla pildorada de tomate. Y, efectivamente, la he encontrado en la mayor empresa productora de semillas hortícolas de España, Ramiro Arnedo. Casa central en Calahorra. No sirven pequeñas cantidades. Mínimo mil plantas. Imposible meterme en ese embolao.

   Entonces, ocurrencia, voy a hacer yo las bolitas (si sale bien ya les diré la materia prima) con dos semillitas dentro, para unas veinte plantas. "Pa'l" gasto.


    Mi amigo el espetón. Pincho en el suelo, o en el plástico del acolchado, le echo las semillas y un poco de tierra encima. Abro los dos semi conos y cae todo en el hoyito. Es tan buen invento como la fregona.





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