Ya siento no haber fotografiado la mesa, los globos y el decorado, a las mamás y papás. A ver si consigo alguna foto y se la muestro.
.El motivo de la fiesta fue el bautizo de Rafaela, la niña de perfil, segunda por la izquierda. Es hija de Alejandra y su esposo, peruanos; ella residente, como hace dos años en Villalpando.
Las dos niñas más mocitas son, la preciosa indígena del centro es Alexa Fernanda, hija de Alex y "Alva" (no sé por qué lo escriben con uve), la señora que nos cuida; la de la derecha es Alcira, hija de Maite Burgos y su esposo, carpintero de Castrogonzalo. Esta niña no sé si no aprendió a andar antes en bici que a pie. Me admiraba su manejo por la plaza.
El resto de los niños son, de izquierda a derecha: Hugo, hijo de Alberto Blanco; la niña de perfil, Rafaela, de tres añitos, la neófita; la niña de la diádema es hija de Dani Gallego, hortelano;; en el centro agarrado de la manita de Alexa, es Guillermo, hijo de Maite Burgos; la del centro, de protectora, la dicha Alexa; la otra niña, gordita es Aitana de la familia de hondureños que viven en nuestra otra casa; a su lado un pequeñito con cara de bueno, Luis, es hijo de Esteban natural de Villar de Fallaves y residente en Villalpando. Por último la dicha Alcira, quien ya presume de haber terminado "primero", y sacado buenas notas.
Ocho niños juntos, y todos residentes en la villa, es un lujo, al que, en parte, nuestra familia está contribuyendo: Aitana tiene otro hermanito de un año, Enrique que, como no sabe andar no estaba en la fiesta, y una hermanita de 9 años, otra morenita preciosa, "Ángeli"; que, junto a su tía, Daniela, de su misma edad, andaban a su aire por el jardín y no salieron en la foto. Diez niños. De ellos la mitad de origen hispano. La colonia de hondureños es de quince o dieciséis miembros; peruanos andarán por siete u ocho...
Esa es la nueva savía que puede revitalizar este semi desierto.
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