BUENAS NOTICIAS.

 . Villalpando es la única libre de contagios y Alcañices le sigue con 92 casos.

   El anterior párrafo lo he copiado de La Opinión de hoy. Me ha dado alegría; pero sigamos con las mascarillas y las precauciones, no como un individuo que pasa todos los días por mi calle, camino de su cochera para ir a su pueblo, y la lleva siempre de babatel. Además es de esas azules quirúrgicas, de un solo uso. Lleva con ella desde el principio de la pandemia.

    Otra noticia de Villalpando es el arreglo de la "copa" depósito del agua, que han vaciado para ello. Un equipo de bombeo dará presión a la salida de la potabilizadora para que el agua llegue a todas las casas.

     Ya de paso, y aunque sea de propiedad particular, no vendría mal que quitaran el primitivo depósito que colocaron sobre el cubo superviviente del histórico castillo de los Condestables, en el que se refugiaron los comuneros que levantaron el cerco a los realistas en Rioseco.

     En el mismo periódico he visto la foto del Pastor Anglicano Atilano Coco, su esposa y sus dos niños. Un hombre joven, culto y, hasta guapo, sin militancia política conocida. Todo lo más sería un demócrata regenerador. Su único "delito", en aquella España Cainita e intelorante, la de ser "protestante". 

     La Junta de CyL ha aprobado una subvención para localizar sus restos que se creen, junto a otros siete, están cerca de la carretera entre El Cubo y Corrales. Él era natural de Guarrate. Tenía 33 años. Estuvo en prisión desde agosto hasta diciembre en que lo "sacaron" de la cárcel.

     Cuando el 12 de octubre de 1936, don Miguel de Unamuno tuvo el encontronazo con Millán Astray, llevaba en el bolso la carta que, pensaba dar a la mujer de Franco, pidiéndole la liberación de Atilano. Precisamente, mientras escuchaba los discursos sectarios con que los "oradores" franquistas exaltaban el día de la Hispanidad, arremetiendo contra catalanes y vascos, él iba tomando notas en el sobre de esa carta, hasta que reventó.

   Ese fue el punto de inflexión, el momento en que don Miguel, que la había apoyado al principio, temeroso del marxismo, dejó de ver con buenos ojos la sublevaciòn militar; cuando dijo aquello del "Venceréis pero no convenceréis". Le horrorizaba la crueldad que estaban practicando, visualizada en compañeros de la Universidad, en el asesinato de este Pastor Anglicano.

    Él, intelectual comprometido políticamente, siempre dando la cara, siempre sufriendo persecución, vio en la guerra civil el fracaso de toda su vida, de todo su empeño. Cuando peleaba contra la monarquía en favor de una república, democrática, no cayó en la cuenta de que el problema de España eran los españoles. Las sociedades las forman personas humanas y para arreglar todo lo que en aquella España estaba tan mal, era necesaria mucha más cultura, mucha más generosidad, diálogo, razones..; muchas más mejores personas.

    En la actualidad, superados todos los "ismos" (marxismo, fascismo, anarquismo...), a pesar de la pandemia, no estamos en aquella situación de pobreza y desigualdad social que venían de muy lejos, de los años treinta del XX, pero bolsas de pobreza empiezan a existir. Ocurre que ahora, no como entonces, hay alimentos, ropa, e incluso viviendas, de sobra, y hambre, hambre creo nadie va a pasar, pero la crisis económica que se avecina va a ser gorda. A ver de dónde el Estado va a sacar para tanto subsidio; además con el mal ejemplo que dan los dirigentes: tenemos la nación con más políticos por metro cuadrado de Europa, todos, además con sueldos muy superiores a los que podrían obtener por sus méritos fuera de la política, muy por encima de los de los ciudadanos normales.

   Imprescindible echar mano de todos los principios éticos, morales.

      

    

    

       Marcelino Camacho, quien pasó años en la cárcel por defender a "los de abajo", vivió siempre en su modesto piso de Vallecas. Miren el ejemplo de algún que otro izquierdista de ahora. Es la chabola de Pablo Iglesias.