Primera foto: ya lo ven, flamante SEÑAL DE CIRCULACIÓN PROHIBIDA. Parece que sí leen este blog. Junto a ella. SEÑAL DE APARCAMIENTO PROHIBIDO. Si por esa calle no se puede circular, menos se podrá aparcar, por tanto innecesaria la señal prohibitoria del aparcamiento. Son señales contradictorias. ¿A cuál hacemos caso? Si se puede aparcar, aunque sea un cuarto de hora, es que sí se puede circular. ¿Entonces para qué ponen la señal que lo prohibe?
Ahora, en un pueblo que languidece y somos cuatro monos, les ha dado por las señales, como si ésto fuera una gran urbe.
Las de pintar de amarillo bordillos (acera del antiguo teleclub, pretiles, de frente en la otra esquina con la Solana...); más cuadrados y líneas amarillas en el suelo, debajo de las señales antedichas, en la calle Real, frente a una puertita accesoria, etc., es de risa.
Vengan normas y normas impuestas por quien incumple numerosa normativa.
Para empezar, ya lo ven: el coche del alcalde, hace pocos días, aparcado frente al Ayuntamiento. No es la primera vez. Hace más de un año ya publiqué otra foto. Dada la posición que ocupa está claro que entró desde la Solana, por lo tanto se saltó la señal de DIRECCIÓN PROHIBIDA. ¿Cómo va la Guardia Civil a denunciar a nadie que entre en la plaza?
Esa es otra: a la plaza entran por necesidad muchos vehículos a diario, como hemos mostrado con fotos hechas una misma mañana, y la benemérita no denuncia porque, en casco urbano, carece de competencia para ello. ¿A lo mejor es por eso por lo que entra el coche del alcalde? No va a denunciarse a sí mismo.
Un artista que lleva saltándose la legalidad, para proteger al valido anterior, por ej., un equipo que sigue saltándose la legalidad al incumplir con la Ley de Transparencia; un valido que concede trabajos municipales a la empresa de la que es Gerente (y otras cosas que de momento me callo), todos éstos y éstas presuntos incumplidores, venga a poner normas circulatorias. Claro: dado el enorme tráfago de esta gran urbe son imprescindibles. Ya van siendo necesarios semáforos, en la travesía de La Zarza, por ej.
Pues allá quienes se empeñan en mantener esta situación de, por ej., poner una señal para perjudicar al vecino rebelde o usar el medieval privilegio al derecho de pernada aparcatorio, y los incumplimientos de leyes estatales, que eso es más gordo. Torres más altas se han caído.
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