COMENTARIO DE ACTUALIDAD.

    La provincia de Zamora y, por ende, Villalpando, es la que menos casos de coronavirus padece. Creo es mérito de los zamoranos de la diáspora, sobre todo los de Madrid, que se han quedado con las ganas de volver a sus pueblos. Aunque, confinados por allá y confinados por acá, la diferencia no es tan grande.
  Todos los días, en el periódico, hay alusiones de alcaldes y vecinos recomendando nadie venga a su segunda residencia en el pueblo. Hay controles a las salidas de las grandes ciudades, inspecciones de algunos "hiper", incluso, en algunos pueblos, han cortado con muros la carretera de entrada. Sería mejor apelar a la responsabilidad individual de cada uno, pero claro, "como hay gente pa'to", y en estas situaciones es cuando se ve quién es cada quien, pues no faltan los incívicos. De ahí que los agentes del orden estén poniendo multas a mogollón.
    El gobierno, y creo lo ha reconocido, no previó la que se nos venía encima. Desoyó el aviso, ya el 31 de enero, de la Organización Mundial de la Salud; de ahí que el bicho pillara sin escudos suficientes a los sanitarios, por ello el gran número de afectados.
   Esa falta de previsión, común en casi todos los estados, no justifica las barbaridades que se leen o se oyen contra Pedro Sánchez. Aunque un poco tarde, están haciendo todo lo que pueden. Es la hora de aparcar la confrontación política. Y luego, cuando pase, será la hora de un gran acuerdo nacional para enfrentarse a la difícil situación económica, a la penuria en que muchos ciudadanos van a quedar.
    Aunque sea Viernes Santo ( que en lo exterior, sin procesiones no lo parece, ni falta que hace. Todavía si el meterse debajo de un caperuz o de una carroza, supusiera hacernos mejores...), aunque debería ser un día de meditación interior, perdonen vuelva con algo tan material como la historia de Agrovico, ya para terminarla. Ya a la tarde, s. D. q., me pondré a escuchar canciones de Semana Santa, posconciliares: "Una sala y una mesa, una copa, vino y pan", "Si Pedro te negó tres veces", ¡cómo no!, "La hora de nona".
   He encontrado también en internet esas tenebrosas canciones que cantábamos antes en las procesiones: "... no estés eternamente enojado, perdónale Señor" ;"... si grandes son mis culpas; Pequé, pequé Dios mío". ¿Enojado..?  ¿por las "culpas" y "pecados" de aquellas pobres gentes? ¿Qué pecados los de aquellos muchachos y muchachas de los años sesenta..? Pecado el del "tratante" de Salamanca que arruinó a Agrovico. Seguimos:

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    El 22 de Diciembre de 1986, se reúne el nuevo Consejo Rector, salido de la Asamblea General, que ya he mencionado anteriormente.
    Lo cogimos con muchas ganas para llevar a la práctica lo acordado en la Asamblea General, y para lo que nos votaron.
a).- Nueva entrevista, el próximo día 26 de febrero con el todopoderoso, en aquel entonces, Presidente de Caja Rural, Martínez Cubells
b).- Hacerle una oferta definitiva: que se encargue Caja Rural de llevar contabilidad y control de la Cooperativa; que todo el movimiento financiero pasara por la misma; que deje en poder los socios, que entregaron, el grano embargado para su venta directa; que la Caja se haga cargo de la deuda con el "tratante" de Salamanca, y se minore esa cantidad de la deuda total; perdone dicha entidad a la Cooperativa los intereses devengados desde 31 de julio de 1986; que los socios se comprometerían a aportar, según los títulos y aparte de lo aportado inicialmente, el resto de la deuda; que si antes de fin de año no habíamos obtenido respuesta, emprenderíamos las acciones legales acordadas en la Asamblea.
     ¡Acciones legales..! A Cubells le dio una carcajada. Y las emprendimos, con dos abogados de Salamanca, Alberto Estella y Enrique Rivero. Setecientas mil pts. de honorarios nos querían cobrar. Les dimos cien mil. No teníamos más.
      Presentamos querellas contra el Director Provincial de Caja Rural, (el citado Cubells) porque en sus oficinas de Villalpando y en presencia de un empleado, se hizo el trato de venta de la cebada, por parte de Ángel Luis al Amador Arroyo;  querella contra el Abogado de la Caja, Pedro de Prada; querella contra susodicho presunto estafador y contra Ángel Luis  Osorio.
      ¡Nada!: todo quedó en agua de borrajas.
      Entre tanto, en aquellos primeros meses de 1987, con un millón trescientas y pico mil pts., fuimos pagando a todos los proveedores de suministros, a los que Ángel Luis no había dado ni una perra, si bien sólo le pagamos lo que había sido vendido; lo que quedaba en los almacenes se lo llevaron, Pagamos al Hostal Miluchi el "refresco" para ciento y pico personas, del día de la inauguración.
      Mandamos cartas, con amenaza de Juzgado, a los socios deudores para que pagaran. ¡Ni puto caso! Nombramos al Abogado Ángel Cañibano para que procediera judicialmente contra ellos.
      Llegamos a un acuerdo y pagamos al obrero de la Cooperativa, Cayetano Iglesias, que siguió abriendo hasta abril o mayo del "ochenta y siete"
       El día 26 de abril de 1987, se celebró en el cine, a cuyos propietarios pagamos 20.000 Pts. la última Asamblea General.
       Ya, a punto de naufragar el barco, embargada la Cooperativa ( habíamos nombrado previamente un perito tasador para que cuanto más alta fuese la tasación, más dinero sobrara después de saldada la deuda)  y el grano aún restante, decidimos asistir todos los socios de Agrovico a la Asamblea Comarcal de Caja Rural  próxima a celebrarse en el Sindicato. Esas asambleas preceptivas a las que asistimos los socios de dicha entidad porque sortean dos viajes entre los asistentes, y elegir a dos compromisarios para que asistieran a la Asamblea General en Zamora.
      Fuimos elegidos, para tal fin, Valentín del Teso, "Tico" y servidor.
      Luis García Cortés intentó quemar el último cartucho. Me puso en contacto con el creador Presidente de la Cooperativa Tera Órbigo, Esla, la entonces poderosa TEO. Contaba con miles de socios y casi todos los contratos de remolacha de la Azucarera de Benavente pasaban por la TEO. Dicho entonces presidente era Vidal Boyano, tenía un poder enorme dentro del Consejo Rector de Caja Rural. cuando él dejó el timón de la TEO, aquel transatlántico empezó a zozobrar. Años y años dando bandazos. Al final, y menos mal, ha sido engullida por Agropal.
    Pues bien: nos pusimos de acuerdo para que yo presentara una moción en esa Asamblea de Zamora de la Rural. Faltaban dos días para la subasta de las instalaciones de Agrovico.
     Propuse que Caja Rural, adjudicada a dicha entidad todo el patrimonio de Agrovico, con eso ya quedaba saldada la deuda. Con lo que sobrara pagará a los agricultores que no habían cobrado su cosecha del 86 entregada.
      Agrovico siguiera funcionando, bajo la tutela y asociada a la TEO. Con los beneficios que se iban a obtener, (la cosecha de aquel año fue muy buena), se iría pagando a Caja Rural para ir readquiriendo el patrimonio.
     La pelea con Cubells fue épica. Yo, apoyado por Vidal Boyano y con cuarenta y pico años, me vine arriba, "Tico", difunto esposo de Magdalena, igual. Arrancamos aplausos de la asamblea, llenó hasta arriba el salón de actos de "Sindicatos", creo fue.
    Pero, amigo: tomó la palabra un entonces joven labrador y ganadero de Villalpando, que era de la casa, de la Rural, me refiero, y otro señor de Tapioles del mismo apellido. Dijeron que "los problema de Agrovico los tenía que solucionar Agrovico". Nos jodieron.
    Se votó mi propuesta y fue rechazada, no por muy amplia mayoría. y Agrovico, R.I.P. Aquel año 1987 estuvo cerrada, no recibió grano.
 
      El millón y pico de pts., que nos dejó la anterior Comisión Mista, abrimos cuenta en Caja España personal, a nombre de Cepeda, Badás y servidor. Ahí fue a parar también  lo sobrante de la subasta y el importe del grano.
     Con ello, repartido proporcionalmente al grano entregado, fuimos haciendo cuentas con los pocos socios que estaban en esa situación y pagándoles, con talones que los tres firmábamos. Liquidado todo, entregadas las llaves a la Rural,.. "Colorín, colorado"...
     Al año siguiente se creó una nueva cooperativa AGRINZA,, quien después de quince o más años, asociada con otras diecisiete en CORECCAL,  estuvo en la UCI, hasta que nos juntamos con el "hermano de Zumosol", Cobadú. Llevamos años "viento en popa",. amortizado todo, prestando un gran servicio, y con beneficios.

CODA: Habrían pasado, no sé, tres o cuatro años. Me tocaba turno de recreo en el CEIP "La Inmaculada" de Villalpando. Viene un Jhon Deere por la carretera Quintanilla. Para. Se baja. Me acerco a la verja:
    -¡Qué envidia me das-, le dije
     - ¡Pues te lo cambio!
      Seguimos un poco en ese plan cordial de broma.
      -¡Oye, me dice, mira a ver qué hacemos con ese dinero de la  cartilla de Caja España, (estaba en su poder) que ha ido llegando dinero de subvenciones pendientes, y a mí no hace más que darme problemas.
      -¿Pues cuánto hay?-
      -Cerca de doscientas mil pts,,- creo recordar.
      -Si entre los antiguos socios es ya imposible repartirlo y les iban a tocar cuatro perras.
      -¿A quién se lo donamos?- dice "Jose"
      -A Caritas Parroquial, ¿te parece bien?
      -Por mí cojonudo. Díselo a Badás y mañana vamos a la caja.
           Y así fue. "Fueron felices, comieron perdices..."