De la página de Toño Burgos en Facebook traslado la preciosa foto para comentarla, observando sus detalles.
La foto puede tener al menos cien años, de cuando todavía estaba abierta al culto. Al fondo izquierda se ve a un grupo de personas.
Posee algunos elementos constructivos que han desaparecido. Observen: la cúpula octogonal sobre el crucero, la hornacina sobre el ábside central, y la ventana y puerta en el ábside izquierdo, según se veían desde dentro.
Nuestra joya del románico mudejar, al llegar el siglo XX, desaparecidos en el XIX, con la maladada desamortización, los bienes de la iglesia, y desaparecidos, para bien, los diezmos y primicias, junto con las otras iglesias, fue imposible atender a su conservación, aunque lo intentaron. De principios del siglos XX es el pegote de cemento que sustenta lo que no se arroñó de la cuadrada torre de ladrillo múdejar. Esa obra, a base de encofrado de madera, hacer y echar piladas de cemento, la realizó el Sr. Vicente Méndez. A tenor de lo que quedó de su construcción primitiva, vemos debió ser muy parecida a la de Santo Tomás de Villanueva del Campo, incluso, aunque no fuere tan esbelta, a la de Villavicencio. Hay muchas de esas en las proximidades del Valderaduey en toda la Tierra de Campos. La capital del mudejar terracampino es Sahagún de Campos, en cuya aljama se habían instalado los maestros alarifes mudejares, moros que quedaron en nuestras tierras después de la conquista por los reyes Cristianos. Posiblemente a causa de las goteras, cuando habían tocado la segunda para la novena de San Blas, en el año de 1933, se desprendió un gran trozo de la bóveda. Por suerte algunas mujericas madrugadoras a la novena, salieron ilesas. A partir de ese momento se cerró al culto y no se volvió a abrir. La desalojaron y progresivamente se fueron produciendo más ruinas. Todavía conocimos el portal o átrio, refugio de los gitanos que venían a las ferias, y la cúpula octogonal con cuatro ventanas, linternas del presbiterio. Ésta se conservó hasta finales de los años sesenta. Dio la casualidad que se vino abajo una noche, cuando servidor iba para casa, después del cine. No llegamos a conocer la hornacina central. Por transmisión oral, sabemos que a la misma le llamaban "el Jesús", posiblemente por tener una imagen del Salvador. Cuando todos los funerales se celebraban cada uno en la parroquia del difunto, eso todavía lo llegué a conocer, al pasar el cortejo por la entonces llamada calle Mayor, ahora Solana, se paraba hasta que él o los curas (según la categoría del entierro podía ser de uno, dos o tres curas), rezaran una oración ante el mismo. La ventana y puerta en el ábside, otro chaperón, tampoco lo conocimos. Posiblemente se utilizara para entrar directamente a la Sacristía. Y el crió que está sobre el pretil. ¿Quién sería? Por la pinta, me aventuro a pensar pudiera ser, de niño, el marido de la señora Daniela Coca, a quien no conocí, si bien creo se llamaba Orencio de la Nogal. Conocimos a la "señá" Daniela, (nos confeccionaba los pantalones cortos de pana) hijas e hijos, viviendo en las casas de enfrente, adonde siguen viniendo los nietos, Francis y Danielita. En sucesivas etapas se fueron retirando los escombros y consolidando las ruinas de Santa María, que se utiliza para espectáculos en San Roque. Pienso no todos los que en ese recinto, que fue sagrado, se celebran, están a tono con los venerables muros. |
martes, 7 de enero de 2020
COMENTARIO A LA PRECIOSA FOTO.
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2 comentarios:
La foto es de de 1927, publicada en el Catalogo Monumental de España, de Manuel Gomez-Moreno.Si no lo tienes, se puede descargar en la página del Ministerio de Cultura. Un saludo.
Carlos
¡Muchas gracias por tu información!
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