jueves, 21 de diciembre de 2023

URGE LA VALENTÍA CÍVICA: DESENMASCARAR TANTA MENTIRA.

 

                          IMPRESCINDIBLE REARME MORAL.

 

Las diferencias en lo físico, lo moral, lo intelectual, virtudes y defectos, entre los humanos, determinadas por los genes y los contextos  familiar, social, económico, son abismales.

A lo largo de la historia, la humanidad, con diferencia entre razas y regiones, ha ido mejorando gracias al influjo de las personas inteligentes y bondadosas: Platón, Aristóteles, Jesús de Nazaret, Averroes, San Agustín, Tomás Moro, Erasmo de Roterdam, Teresa de Jesús; los ilustrados del XIX; los padres del Tratado de Roma (Adenauer, de Gaspari, Monet, Churchill, Paul-Henri Spaac…) de Gaulle; Gorbaschov, Teresa de Calcuta…

Cuando los egoísmos, fanatismos, las injusticias, triunfan sobre la razón, la lógica, el sentido común, surgen las tragedias humanas: las guerras, que llegaron a su culmen en la II Guerra Mundial.

Han tenido que perecer millones de humanos para que en Occidente (U.E. y U.S.A.), fracasadas las revoluciones colectivistas dictatoriales, hayamos llegado a la mejor forma posible de organización social: democracias parlamentarias y economías social liberales de mercado, gracias a lo cual llevamos en España cincuenta años de paz y prosperidad, tras la convulsa historia del XIX y principios del XX.

Desde Prim a Carrero Blanco, cinco Presidentes fueron asesinados; asonadas, semanas trágicas, huelgas, constantes conflictos que derivan en la cruenta guerra del “treinta y seis al “treinta y nueve”. A consecuencia de la pobreza e injusticia las masas jornaleras veían en el ejemplo ruso la solución: “dar la vuelta a la tortilla”. La otra media España, también trabajadora, (labradores medianos y pequeños, profesiones liberales, la iglesia, gran parte del ejército, los señoritos eran los menos)  defendían la familia, la religión, la propiedad privada. Y se armó. De haber ganado las izquierdas se hubiera implantado la dictadura del proletariado: el comunismo.

Durante la dictadura de derechas sociales  (¿Quién creó los subsidios, la seguridad social, la medicina y la enseñanza universales..?) tras los años de hambre fueron llegando los del progreso. El desarrollo económico mayor conocido, que facilitó la llegada de la democracia. A la muerte de Franco, sin hambre, con el tractorillo, el “seiscientos”, los pisos de protección oficial, el “Madrí”, Lola Flores, El Cordobés y Manolo Escobar, casi nadie, queríamos jaleo. Y vivían muchos de los protagonistas de las trincheras. Reconciliación, borrón y cuenta nueva. La modélica transición, en la que se tuvieron en cuenta las peculiaridades de las dos regiones más ricas: las Vascongadas y Cataluña, y las más beneficiadas por el desarrollo franquista, en cuyas postrimerías surge el terrorismo vasco, separatistas de extrema izquierda.

El devenir histórico ha sido el causante de que los conceptos izquierda y derecha hayan perdido su significado primigenio. Desde los postulados y dogmas marxistas, leninistas, anarquistas hoy todos somos de derechas. ¿Quién, por ej., rechaza la propiedad privada, sobre todo, por muy rojo que se sea, la suya?

Ya de joven, en aquel enorme desarrollo de los años “sesenta”, llegué a la conclusión de que para ganarse la vida, la persona de derechas es la que confía más en su valía, en su esfuerzo, que en papá Estado, y viceversa la de izquierdas. Se ha demostrado que la iniciativa el emprendimiento privados son el motor de la economía. Lo importante es que, en siendo la tarta  grande, habrá para todos. Fracasado el comunismo colectivista, ha surgido un neocomunismo, el de la subvención que desincentiva el trabajo, lo cual lleva a los países a la ruina; véase la Argentina. Ese peligro está comenzando a amenazar a la economía española: millones en paro y falta de albañiles, ferrallistas, pastores, geriatras,… Cinco millones de inmigrantes mal cubren esos puestos.

Pero: ¿no va este artículo de rearme moral? ¿Quiénes son más éticos, los de izquierdas o los de derechas? Les puedo asegurar que la integridad, salvo Largo Caballero,  de los socialistas de la II República (he escrito sobre la ejemplaridad de los de mi pueblo) ha desaparecido en la actual casta gobernante.

A la muerte de Franco, los dirigentes y las masas de izquierdas, dieron por buena la transición desde un régimen autoritario a una democracia. Fueron minoría quienes, no aceptando el aperturismo de los vencedores en la guerra civil, que desearon cerrar aquella etapa,  preferían la ruptura. Con Felipe González todo se fue apaciguando.

Llega Zapatero y empieza a urgar en el viejo y mortecino rescoldo de la rojería. Se saca la ley de “Desmemoria Histórica” tergiversadora de lo sucedido durante la II República y la guerra. Y, hete aquí que el ínclito Sánchez toma el relevo.

Apoyados en el acriticismo, la ignorancia o la fanatización de las masas (que al mundo sigue llegando mucho tonto y mucho malo, Tobeña dixit) han llegado, y lo siguen haciendo, inmorales  al poder. Omito la lista, desde Trump hasta Putin.

Y, ¿Pedro Sánchez? Después de todo cuanto le han gritado millones de españoles en las calles, de cuanto le han restregado por los morros Feijóo, Abascal, Ayuso, los de UPN,… en el Congreso, del desacuerdo de todas las instituciones,  algo aún, para quienes sólo ven TV1, la “6”, escuchan RNE, la SER o leen el País, puedo reflexionar:

                    a).- El “procés” independentista catalán no obedeció al sentir mayoritario de la mayoría.

                    b).- Sus líderes cometieron delito.

                    c).- La amnistía es inconstitucional. Humillantes las reuniones con el prófugo, y que este individuo decida en el gobierno de España. Inmoral la compra de esos siete votos para gobernar. Ciento veinte millones de euros la quita a la Generalidad.

                    d).- Sonrojante nos quieran vender todo el paquete, incluido el referéndum, como algo conveniente para el bien nacional. ¿Hubiera habido amnistía si el Sánchez hubiera ganado las elecciones? ¡Venga ya, hombre!

                    Para demostrar la desvergüenza de este hombre he dejado para el final lo más indignante, lo que más repugna a quienes tenemos un sentido de lo justo; a los que valoramos, por encima de todo, la vida humana de los inocentes, a quienes padecimos tanto ante la vomitiva barbarie etarra: los pactos con la ídem BILDU. Se lo dijo Feijóo anteayer: “Han dado la alcaldía de Pamplona a quienes asesinaron, entre otros muchos, a compañeros suyos”…

                    Y nos tememos, ojalá no, lo peor: la amnistía para criminales etarras que aún quedan en las cárceles; ya están consiguiendo la aproximación a su Euskalerría; ya intentan borrar del Código Penal el delito de exaltación del terrorismo…

                    Estos líderes del “progresismo” acuñan estereotipos que sus acólitos (todos quienes comen del mismo pesebre y los sectarios irreflexivos) loritean: “los crímenes del franquismo” pero se olvidan de las checas, Paracuellos y del cenetismo en Cataluña; del genocidio israelí, que sí, horrible, pero se olvidan de la matanza de Hamás, de todas las matanzas por el mundo del terrorismo islamista; …

                    ¿Las derechas son las malas (Adenuauer, por ej.?), ¿de qué es ETA, si no? ¿No pretendían con el terror implantar el comunismo en una Euskadi independiente? Sí, sí: una extrema izquierda muy “progresista”, hermana fraterna del ínclito (cada quien se busque su adjetivo) trepa en el poder, usurpador de unas siglas respetables.

                    Intentan los de la progresía (entre otros el patán de Valladolid) justificar su alianza con terroristas de extrema izquierda comparándo a éstos, los del hacha y la culebra, con VOX. Y eso movilizó el voto de mucho ignorante. ¡Que viene la extrema derecha! ¿A quién han secuestrado, matado, extorsionado los de Abascal? ¿Está en su programa la dictadura, como lo está en el de Bildu? ¿No son acaso constitucionalistas y demócratas? Las derechitas cobardes temen los llamen fascistas, fachas; por ello se ocultan, no dan la cara y los de VOX, sí. ¿Qué lecciones le va a dar Otegi y la Merche Aizpurúa a los de VOX?

 

 

 

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