A LA CONSEJERÍA DE AGRICULTURA,
GANADERÍA Y DESARROLLO RURAL DE LA JUNTA DE CyL.
Siendo, desde
joven, persona amante de los pueblos, cuyas desaparecidas formas de vida he
recogido en relatos costumbristas, estando, de siempre, implicado en todo lo
rural, llevo años sufriendo con la despoblación. Hace bastantes, el Círculo de
Zamora me concedió el primer premio en el certamen de “Proyectos e Ideas para
revitalizar la provincia”. “Nueva savia”, se titula el trabajo premiado. Veía,
en la entonces incipiente, inmigración el posible, aunque fuera pequeño,
remedio. Y aquí está.
De los 1.400
habitantes de Villalpando, 147 censados en el padrón son
inmigrantes: búlgaros, hondureños, rumanas, peruanos, marroquíes, dos ucranianas…,
integrados y necesarios: atención a los mayores, en casas y en residencia,
siete en la de aquí, hostelería, construcción y en explotaciones de ovino.
¡Explotaciones
de ovino! ¿Para qué FROMAGO cuando la cabaña desciende a pasos agigantados? Escaso
relevo generacional. ¡Cómo no!, si además de lo esclavo de ese trabajo el
precio de la leche apenas si cubría costes. Ahora ya vale más. ¡Qué gran
pérdida! ¡Cuánto recurso desaprovechado! El consorcio de cooperativas, CPO, en
palabra de socios que han pedido la baja, “se desmorona y huye hacia adelante”:
unión con una empresa de energía renovable, cuando los paneles son enemigos de
las ovejas, para embarcarse en quiméricos proyectos de inflados presupuestos,
posiblemente pensando más en las subvenciones que en la futura rentabilidad.
¿Cuántas iniciativas,
nacidas al calor de las “primas”, han fracasado? Les podría hacer un recuento
de negocios hosteleros idos al garete en Tierra de Campos: Villafrechós,
Quintanilla del Olmo, Santa Eufemia del Arroyo..; pues una de las iniciativas
de una de las empresas nacidas de la unión CPO e Ibereólica, es un complejo
gastro turístico en Villamayor de Campos, “La Ribeira Maya”; algo así como una fabrica
de hielo en el Polo Norte.
Otro de los
proyectos es una granja “inteligente”, en el término de Santa Eufemia rayando
con Villamayor, para 3.060 ovejas, justo al lado donde se proyecta un parque
solar y eólico en 800 Has., con un presupuesto de NUEVE MILLONES DE EUROS.
Loable el
intento de que haya más leche de oveja, pero 3060 cabezas, en el conjunto de unas
300.000 con que llegó a contar el consorcio, son una insignificancia. No es esa
la forma de revitalizar el sector, y menos una granja en manos de asalariados y
sin pastos próximos. Además con unas inversión tan descomunal jamás será
amortizada. Ya ha habido experimentos de ese tipo, o parecido, modernísima
naves, en Villalobos, por ej., que cerró.
En manos de
las administraciones y cooperativas, aprovechando los recursos disponibles,
está esa revitalización. ¿No sería más eficiente aprovechar naves, almacenes,
salas de ordeño que, por jubilación sin relevo, se han ido cerrando en los
últimos años en toda la comarca?
Hay magníficas
instalaciones cerradas, dispersas en tantos pequeños pueblos al borde de la
deshabitación total que, de no existir un programa que incentive su apertura,
cerradas y sin valor, quedarán para siempre.
Hay
inmigrantes trabajando en el ovino. Estoy en contacto con unos cuantos,
hondureños, a quienes animo, y estarían dispuestos a emprender la aventura.
Conozco dos explotaciones en manos de marroquíes, funcionando de maravilla.
Sé de
propietarios que cederían sus instalaciones en usufructo a cambio de la
condonación del IBI, o por una pequeña renta. Sé de inmigrantes, que también
los hay, con ganas de trabajar, de labrarse un futuro; las cooperativas, las
industrias tienen técnicos para asesorarlos. ¿Cuántas granjas se podrían
reabrir con los nueve millones de “la inteligente”? Explotaciones familiares de
700 a 1.000 ovejas, atendidas por tres personas; forma de que pudieran librar
algún día a la semana; repartidas por todo el territorio, para que, las vacías
volvieran a alimentarse con el pastoreo…
Es realizable:
la forma de provechar unos recursos (pastos, naves) y de fijar población, aunque
no sea tan llamativo como esos proyectos fantasiosos de biosmetanos, etanoles, complejos
gastro turísticos, y huertos solares sobre productivas besanas.
¿Cuántos de esos
macro proyectos, o no se han acabado de gestar, o han acabado en la ruina? ¿Qué
fue de la planta de bioetanol de Babilafuente? ¿Qué de la refinería de ídem, a
base de miles de toneladas de remolacha y maíz, tan caras de producir, de
Barcial del Barco, comprados los terrenos y allanados por la Diputación? ¡Pues ya lo ven!: en el Juzgado.
Un consejo a los del CPO: Agrinza cuando formábamos parte de Coreccal, asociación de Cooperativas sin valor añadido, íbamos de mal en peor; ni los socios percibíamos beneficios, ni amortizábamos la deuda. Cuando Coreccal se desintegró, nos unimos a Cobadú, quien abarca toda la cadena productiva, valor añadido. Ahora a los socios nos da un buen servicio y buenos precios. La Cooperativa salió a flote.
La TEO, perdido lo de la remolacha, anduvo años cada vez peor. Lo de la huida hacía adelante: construyen una deshidratadora de alfalfa, habiendo poca en la zona. La ruina total. Ya saben la solución: integrarse en una de las buenas, AGROPAL.
El consejo: que se dejen de fantasiosos proyectos y, cuanto antes, se integren en GAZA o en COBADÚ, y, con las ideas arriba expuestas intenten revitalizar el sector ovino, tan integrado tan adaptado, de toda la vida, al medio.
Sr. Consejero, podría, acompañado de un técnico explicárselo oralmente con más
detenimiento.
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