rfono. Informático. dijo...
En sintonía.
Soy liberal pero sobre todo
#AntiComunista.
Si no hubiera sido por Franco ahora España no existiría.
Con el vil y miserable ZP y este Armario de Embustes y Depositario de
Mentiras
"Mi Querida España" como dijo Cecilia DEP. No existiría.
La Península Ibérica, sería un conjunto de #ZonasComunista.
Disculpa la intromisión.
Saludos Cordiales.
19 de noviembre de
2021, 1:37
Administrador dijo...
No tengo nada que disculpar, sino agradecer el enriquecimiento de este blog con
vuestros comentarios.
La gran mentira que un sector de las izquierdas lleva años intentando instalar
en la opinión pública más joven y/o desinformada, es que los militares se
alzaron contra una república democrática donde brillaban la prosperidad, el
orden y la paz.
Tres elecciones general en cinco años; cincuenta y tantas crisis de gobierno,
huelgas constantes, enfrentamientos entre bandas de izquierdas y de derechas.
Intento de huelga revolucionaria en octubre de 1934, con un gobierno de
derecha, reprimidad en Asturias por Franco a los órdenes de la República..
Lo reflejo en mi libro "La otra historia
de la villa": el ambiente de pobreza, injusticia y crispación social de
este pueblo era el común a toda España. Aquí también hubo un crimen, entre
obreros, en 1934, y otro herido grave. Los "balillas" niños hijos de
izquierdistas, le tiraban piedras a los "flechas", hijos de los de
derechas, cuando iban a Misa. Los de derechas se amparaban en la guardia civil
para reprimir las huelgas. En Cañizo hubo enfrentamiento serio entre
huelguistas y la Guardia Civil. Desarmaron a la "pareja" y a punto estuvieron de lincharlos.
No se debe atribuir a Franco el "mérito" del alzamiento. En principio
el "Jefe" fue el Gral Mola; después Sanjurjo. Franco estuvo reticente
hasta el último momento.
Los militares no pretendían derrocar a la república. En un primer momento
decían actuar en nombre de ésta, para imponer un directorio militar, como había
ocurrido de 1923 a 1929 con Primo de Rivera, apoyado por Largo Caballero y la
UGT, (lean en mi libro la defensa que un socialista en Villalpando, hace del
Directorio Militar) incluso pensaban
mantener a Azaña como Presidente de dicha república.
Se habla de la famosa "baraka" (suerte) de Franco. Sus dos
superiores, Mola y Sanjurjo, murieron en accidentes aéreos. Y los
"rojos" le hicieron el favor de fusilar a José Antonio, quien hubiera
sido el lider de todas las derechas.
Armadas, el 19 de julio en Madrid, las masas anarquistas, comunistas,
troskistas y socialistas, bien pronto, sobre todo cuando, noviembre del 36, con
los sublevados en la Casa de Campo, marchó a Valencia, el gobierno de la
república, perdió todo el control, todo el mando. El poder efectivo estaba en
los Comités Revolucionarios en cuya cúspide estaban Largo Caballero, Indalecio Prieto
(éste mucho más moderado), Dolores Ibarruri y Durruti, hasta que lo liquidaron.
Al final Negrín y Vicente Rojo.
Son abundantes los testimonios de los intelectuales de la época, que habían
contribuido al advenimiento de la república. Aseguran una evidencia: de esa
guerra, según los vencedores, saldría una dictadura de izquierdas o de derechas,
y se echaron a un lado: Ortega y Gasset, Marañón, Unamuno,...; ¿Quién no ha
visto el enorme mural en la Gran Vía con la foto de Stalin?
Los anarquistas, la
facción sindical más numerosa, quienes no habían aceptado aquella república por tacharla
de burguesa, ni concurrían a las elecciones, ni formaron parte de la coalición
electoral Frente Popular en las elecciones de febrero del 36; SÍ ya de la
guerra. En Aragón, territorio reconquistado a los sublevados por anarquistas catalanes al mando de Durruti, empezaron a poner
en práctica su ideario revolucionario. Cuando Largo Caballero fue nombrado
Presidente del Gobierno, les dijo: primero ganar la guerra, después la
revolución.
La guerra civil española se debe contemplar dentro del auge de dos ideologías
pujantes en Europa: comunismo y fascismo. Las potencias de ambos bandos
hicieron de España el campo de prueba de su armamento (tanques y aviones); los
soviéticos a cambio del oro del Banco de España, los alemanes a cambio del
wolframio de las minas gallegas.
¿Cómo hubieran reaccionado Hitler y Mosuline
por un lado, Stalin por el otro, con una España comunista? ¿Nos hubiéramos
librado de la II Guerra Mundial? ¡Sabe Dios! Pobre España. Quedó en el
"treinta y nueve" como para más guerras.
Franco, nombrado generalísimo, se hizo con todo el protagonismo, pero no fue
suyo el mérito o demérito del alzamiento, sino de la mayor parte del ejército,
de la iglesia, de las clases medias y de don Juan March.
Vuelvo a repetir que a Franco le sobró crueldad en la posguerra. ¿Qué hubieran
hecho los otros de haber vencido? Hubo tanta ferocidad, tantos odios en un
bando como en el otro, que: ¡Sabe Dios!
Lecciòn: ¡Mueran los odios! ¡Viva la paz!
20 de noviembre de
2021, 11:31
2 comentarios:
Amigo Agapito, no se puede contar mejor.
Ahora no pretenden más que, con engaños de la memoria histérica, cambiar la historia y hacernos creer lo que no ocurrió.
Lee si puedes un artículo de ayer domingo en el digital El Debate, de Alfonso Ussía, titulado: Perdón, perdón y gracias. Lo borda.
Un abrazo.
¡Gracias Ángel!: Lo voy a leer así que pueda.
Publicar un comentario