I
IGUAL.
Se usa como equivalente a quizás, tal vez.
IMPLARSE.
Enfadarse, hincharse. En Cáceres jimplarse se utiliza para la acción de
enrabietarse los niños.
INFIERNO.
Cajón en la parte baja de la aventadora donde caen la tierra y las impurezas.
INQUILINO.
Persona poco fiable.
J
JALEARSE.
prnl. Moverse con prontitud y viveza: “¡Bastante tengo con preparar meriendas y
atender la casa! ¡No creas que no madrugo y me jaleo!” (AM, Charlas...,
p. 69).
JAMBO. m. Fulano, tipo, individuo. Tiene un matiz
despectivo.
JARANA.
f. Juerga, fiesta, diversión. También se
emplea jaranero para aludir a la persona propensa a los jolgorios. En
algunos contextos jarana es equivalente a bronca, pelea.
JARCA.
f. Canalla. MU y GG recogen el término con la acepción de ‘grupo de muchachos
ruidosos y bullangueros’ y señalan que a veces tiene un matiz despectivo.
Deriva del árabe harca ‘expedición militar’.
El DRAE registra harca
‘expedición militar’, pero no señala la acepción figurada comentada arriba.
JARDO.
adj. Estúpido, imbécil, engreído. SL recoge jarda ‘mujer de conducta
dudosa’.
JARREAR.
intr. Llover a cántaros.. Delibes utiliza el vocablo en Diario de un cazador:
“El tiempo se ha metido en agua. Ha estado jarreando todo el día. Las
tardes así me gusta encerrarme en casa y oír el chapoteo del agua en el
tejado”. El DRAE recoge el vocablo, pero no da cuenta de la extensión de
su uso.
JATO.
m. Ternero. Francisco del Rosal nos
informa del origen leonés del vocablo: “Llaman en León al ternerillo o
becerrico, de lacteo, que en latín quiere decir de leche”. En
sentido metafórico, es frecuente que se emplee
la palabra en cuestión con la acepción de ‘persona egoísta, mala.
¡Menudo jato que es ese!
JAULA. f. Cilindro formado por dos mitades que se
unen. Está hecho por estrechas y fuertes tablas de encina unidas entre sí por
aros de hierro. Se empleaba en las bodegas grandes para echar en su interior
las uvas pisadas que habían de ser exprimidas por el resto de los utensilios
del lagar.
JERA.
f. Desorden, desbarajuste, que implica un trabajo arduo y fatigoso para poder
subsanarse. (L y G). Por su parte, Rato en bable recoge xera ‘ocupación’.Y GG
‘labor de la mujer’ y hacer buena jera ‘llevarse bien’. Asimismo, L y G
también han comprobado que en Villalpando la palabra se utiliza con la acepción
de ‘estropicio’, ya señalada hace mucho tiempo por Fernández Duro en Zamora a
propósito de la expresión buena gera, que se predicaba, según é1,
del que rompía loza, mueble o vestido.
JERIPUNDIA.
f. Canalla, gente de baja extracción social (L y G, DE y RG).
Comentario Muy en desuso.
JIJILLAS.
Suele emplearse en plural. Persona de complexión física débil (L y G). MB y
GG recogen jijas ‘persona de poca
consistencia, de pocos bríos’, GR jija ‘persona de pocas carnes, y, por
extensión, persona débil y delgada’ y Autoridades la expresión hombre de
pocas gijas ‘de pocas carnes o fuerzas’.
JILGOTEO. m. Bullicio, juerga, jaleo.
JODO.
Exclamación de sorpresa. También se utiliza la expresión jodo petaca.
JOSA.
f. Finca plantada, sobre todo, de árboles frutales, especialmente de almendros.
El DRAE no informa sobre la extensión de su uso, pero García de Diego
señala que es un término propio de Zamora y Santander. Parece derivado del
árabe hussa ‘vergel’. Compruébese su uso en este texto de Martín Calero:
“A la parte saliente había una josa de buenas cepas de albillo,
almendros, cermeños y garrafales” (op. cit., p. 27).
JUJANA.
f. Juerga, diversión a lo grande. El vocablo puede estar relacionado con ijujú,
que era el grito jubiloso que se daba para alegrar el baile. El DRAE registra como vocablo propio
de Cantabria y León jujear ‘lanzar el grito jubiloso ¡ju, ju! ¡ijujú!’. GF, por su parte, documenta en Toro
la expresión irse de jujú como equivalente a irse de juerga. En
este mismo sentido, DE da cuenta de la existencia en Tierra de Campos de la
locución ir de ju, ju ‘ir de pendoneo, de juerga’.
JULEPE.
Aparece en la frase hecha dar o darse un julepe, con la que se alude al
trote excesivo provocado por una tarea fatigosa que se impone uno a sí
mismo o le imponen los demás. JUPA. Aparece en la
expresión darse una buena jupa, que sirve para referirse a que alguien
se ha dado una buena paliza al realizar una actividad, generalmente un trabajo.
L
LABERINTOS. m. Líos (L y G, GG). Suele emplearse en
plural. Se utiliza en la expresión: -
¡Déjame de laberintos!
LABORADA. f. Acción muy dañina, estrago.
LAGARADA. f. Es una broma que se hacía en tiempos de
vendimia. Consistía en restregar por la fuerza el rostro o partes pudendas de
alguien con racimos de uvas tintas. El escritor costumbrista tantas veces
citado Agapito Modroño evoca perfectamente esta festiva costumbre, que solía
tener como protagonista a las mujeres, en su libro Charlas de fragua y solana:
“Íbamos todo el camino con bromas y canciones. Algunas de las bromas eran
pesadas. Como en la cuadrilla hubiera alguna mujer bragada, que no faltaban, y
algún mozalbete chulillo o pobrecico, la lagarada estaba asegurada.
LAGAREADAS. Se aplica a las uvas sucias de mosto,
por haber sido maltratadas, chaculladas en el manejo y transporte.
LAGARERO. m. Es quien dirige las labores de pisar y
exprimir las uvas en el lagar. Su dificultad mayor consiste en formar el pie en
los lagares que no tienen jaula evitando que se despanzurre al someterlo a la
enorme presión de la viga y del pienso. El DRAE recoge el vocablo con la
acepción de ‘persona que trabaja en el lagar’.
LALO. m. Trozo de cristal. En otros contextos
equivale a ‘baratija’. Para DE tiene la acepción de ‘cuenta grande de cristal,
especialmente las que cuelgan de lámparas o arañas’.
LAMBERÓN. adj. Aprovechado, zalamero, pelota (L y G,
DE). MU lo recoge con idéntica acepción y también documenta su variante lambrón.
La conservación del grupo consonántico mb puede indicar que estamos ante
un vocablo de origen leonés. Evidentemente, está relacionado con lamer.
LAMBISQUEAR. tr. Pastar hierbas de poca altura: “El
caballo había descansado y lambisqueado por allí por los prados” (AM, Memorias
de un torero, p. 40).
LAMBRIÓN. adj. Glotón, goloso. El vocablo está
relacionado con lambrón, y ambos términos proceden del latín lambere,
que vale lo mismo que lamer. El DRAE recoge con este mismo
significado lambrón y señala que la palabra es propia de Tierra de
Campos.
LAMBRUCIO. adj. Dícese de persona que gusta de
picotear, chupar, exquisiteces, dulces, principalmente, sin llegar a
terminarlos. Está relacionado con lambere. También se usa el término lambruciado
como sinónimo de chupado.
LASTRA. Sustantivo. Bodegón o
sótano existente bajo algunas bodegas para guardar el vino.
LASTRO. m. Terreno fuerte, impermeable, que tira a
salobre: “Cuando las lluvias se retrasaban, la sementera se hacía por seco y se
hacía muy difícil romper los cavones de los lastros” (AM, Crónicas...,
p. 82). El vocablo, así como otros emparentados con él, está abundantemente
documentado en diferentes zonas de Castilla y León.
LECHÓN. m. Cerdito de siete semanas, cuando se
desteta, separa de la madre y comienza su ceba con pienso. Cardo de flores
amarillentas. Su nombre parece que se debe a la gran cantidad de savia que
atesora.
LEGAÑAS. Se utiliza en la expresión enamorarse de
legañas, que se emplea cuando uno no ve cualidades en un individuo para que
una determinada persona se enamore de él o de ella.
LEGUMBRAL. m. Tierra dedicada al cultivo de las
legumbres.
LENTEJUELA. f. Planta acuática diminuta de color
verde que sale en las aguas estancadas, cubriéndolas totalmente: “En el verano
te recubrías de lentejuelas; por ellas pisando en la verde alfombra
quiso caminar Pasca, siendo niño. Tuvo la suerte de la proximidad del señor
Amalio Luna, lo rescató medio ahogado” ( AM, Crónicas..., p. 37).
LIEBRE. Aparece en la locución coger una liebre,
que sirve para referirse a la acción de caerse un trompazo y a consecuencia de
ello ensuciarse de barro. Covarrubias registra la expresión: “En tiempo de lodo
si alguno cae y se ensucia, decimos que ha tomado la liebre.
LIENDRE. Son los huevos de los piojos que se enredan
en el pelo. Aparece en la locución cascar la liendre, que generalmente
se aplicaba para aludir a que un muchacho había dado una paliza a otro (L y G,
MU). Figura en el DRAE, pero no se aclara nada sobre la extensión de su
uso. Parece, sin embargo, una locución occidental, pues también la registra
Rato como propia del bable.
LIMBO. m. Juego: “Y a los que jugaban las niñas: el limbo,
la semana, el avión, desplazando el tejo, a cojo pino, sobre cuadros marcados
en el suelo” (AM, Charlas..., p. 107). DE describe un juego parecido
denominado huneles: “Juego que consiste en marcar en el suelo cinco
cuadros formando un ángulo recto y recorrerlos a la pata coja (a zapiquete),
empujando el tejo con el pie. No se puede pisar raya ni apoyar los dos pies más
que en el cuadro dedicado a descanso. Hay que hacer un recorrido sin petar y
dar la vuelta, que se llama hacer las cambrias, para tener derecho a una
reguleta, que consiste en señalar un cuadro en el que solo puede descansar su
propietario, los demás han de dar fuerte al tejo para pasarlo al cuadro
siguiente y saltar sin pisar la reguleta. En algunas partes se llama castro
o tocalé”.
LIMPIAR. tr. Aventar el grano, es decir, separarlo
de la paja.. También se emplea el sustantivo limpia para aludir a la
acción de limpiar: “Había llegado el momento: comenzaban las limpias”
(AM, Crónicas..., p. 46).
LINDERO. Linde. Aparece en la expresión estar lindero para expresar que casas,
o tierras, están contiguas. También García Lomas lo recoge con la acepción de
‘colindante’.
LINDERÓN. m. Linde elevada que separa dos fincas:
“Tenían olor a lavanda de los linderones, a surco abierto en la riebla”
(Crónicas..., p. 129).
LINDO VEO. m. Juego parecido al escondite o maya. El
encargado de buscar a los demás, el que se quedaba, debía entonar antes de
empezar a hacerlo la siguiente cantilena: “A lindo veo, / que
bien te veo, / y si puede ser / echar a correr”.
LIS. m. Reverso de la moneda, contrario a la cara,
cuando en éstas existía la efigie de rey o caudillo.
Comentario: De niños y mozuelos nos jugábamos monedas
lanzándolas al aire, a “caras o lises”
LOMBA. f. Loma. La conservación del grupo
consonántico mb es propia del leonés. También se emplea el término lombilla
con la equivalencia de montículo.
LUEGO. adv. Inmediatamente, enseguida: “No se
preocupe. A usted nada. Es que se ha matado un compañero y queremos pedirle el
favor de que nos haga, cuanto antes, un trabajo para acompañar con el cadáver.
Lo vamos a trasladar enseguida, por eso díganos si lo puede hacer luego”
(AM, Charlas..., p. 98).
LUSTRE. m. (y su adj. LUSTROSO) Este sustantivo se
predica de las cosas brillantes y muy limpias, y también de las personas o
animales que tienen la piel tersa y brillante, y aspecto robusto y sano. SL
recoge también el vocablo con la acepción más restringida de ‘tersura de la
piel, y brillo del pelo, de un animal sano y vigoroso”. Corominas considera que
el término deriva del italiano lustro ‘brillo, esplendor’ a través del
catalán llustre. El DRAE registra la palabra con la acepción de
‘brillo de las cosas tersas o bruñidas’.
LL
LLÁGANO. m.
Lodo. Cieno (L y G, GG). Lamano y Beneite recoge la variante yégano.
Puede ser una deformación de légamo. Corominas cree que esta última
palabra es de procedencia céltica, producto, concretamente, de la raíz leg
‘estar echado’, ‘formar una capa’ más el sufijo –amo. Esta raíz ha dado
lugar a palabras célticas como legita ‘fango’ y lega ‘heces’,
término relacionado con el francés lie ‘excrementos’, que pasó al
castellano lía. Téngase también en cuenta que desde el principio del
siglo XVI existe la variante légano, que ha dejado huella en topónimos
como Leganés o Leganitos, que ya al menos en el siglo XVII se
consideraban derivados de légano, según se desprende de la lectura de
los siguientes versos burlescos incluidos en la obra jocosa de Castillo
Solórzano Donaires del Parnaso, donde precisamente se reflexiona en tono
de burla a propósito del origen del nombre de Leganitos: “La
deniminación de Leganitos / escribieron autores infinitos: / tal hubo que
afirmaba / que el légano o piscina / su origen y apallido denomina”. Por otra
parte, en lo que respecta a la palatalización de la l de principio de
palabra hay que explicarla por influjo del leonés, en cuyo ámbito son
frecuentes formas como llobos o llino. GF recoge en Toro yaganoso
y zanagoso con la acepción de ‘terreno pantanoso’.
Comentario: Como este término, de uso frecuente en Villalpando, tiene especial
significado para el autor, evito mutilar, como hago en otros, toda su
descripción.
Cuando Lucianín, con sus
padres emigró a Madrid, la pandilla de niños urbanitas se reían del niño de
pueblo que al lodo llamaba “llágano”, o” pecina”.
LLENAR. Embutir . Se emplea como verbo intransitivo.
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