II REPÚBLICA.- EL FRENTE POPULAR.
Si
el gobierno republicano-izquierdista en el que las masas habían depositado
tanta ilusión, no pudo cumplir ni la mitad de la legislatura, ¿cómo iba a
hacerlo el de centro-derecha de Lerroux
y Gil Robles?.
Hemos citado los
episodios más graves: La
Revolución de Asturias, la proclamación por parte de Companys
del Estado Catalán, las constantes huelgas,
la crisis económica mundial, los totalitarismos emergentes en Europa, y
atractivos para los extremistas de la diestra y la siniestra: nazismo y
comunismo,… .
Doce
crisis de gobierno se sucedieron en el bienio Radical-Cedista. En la octava,
acosado, desde la izquierda y la derecha más radical, por un asunto de
corrupción de miembros de su partido, lo que luego se dio en llamar
“Straperlo”, dimite Alejandro Lerroux,
le sustituye en la
Presidencia del Gobierno, Joaquín Chapaprieta, quien dura en el cargo pocos meses, siendo
también sustituido por Manuel Portela
Valladares.
El descontento era
general. La mayoría de las fuerzas de izquierda clamaban por la revolución. D. Niceto Alcalá Zamora disuelve las
Cortes y convoca nuevas elecciones
generales, en un intento de conseguir reformas por vía democrática.
Las
izquierdas, desde los moderados a los extremistas, se agrupan para concurrir
unidos en Candidatura Única, El Frente
Popular, a la cita electoral. También las principales derechas concurren
unidas en la Coalición Antimarxista. En los
dos bloques se visualizan las dos Españas.
Se
celebran las elecciones el 16 de Febrero de 1.936, con la alta participación
del 80 % de votantes. Obtiene mayoría, en mi pueblo, como en el resto de
España, el Frente Popular con el 52’65 % del total de votos emitidos. En el
resto de la provincia de Zamora ganan las derechas.
D. Félix era un prestigioso Médico
Oftalmólogo, hijo de acomodada familia de Harineros locales, conservador
reformista, católico oficial. De ahí, de su Cristianismo nació su compromiso
cívico, de lanzarse al ruedo, (como yo ahora con PODEMOS) pues consideraba "necesarias
las justas reformas sociales para evitar la revolución”.
Vuelve
de nuevo D- Manuel Azaña a la Presidencia del
Gobierno, en el que están representados todos los partidos de izquierdas, hasta
los anarquistas, con un programa reformista, no revolucionario y, desde luego
democrático.
Pero
no podía ser: la guerra estaba en los pueblos, en las ciudades. Se vieron
desbordados por su izquierda y por su derecha. Así lo manifiesta Gil-Robles en el Congreso, 17-Junio-36,
cuando éste acusa de todos los desórdenes desde el 1º de febrero: 160 iglesias
destruidas, 269 muertos, 113 huelgas generales, 83 asaltos a periódicos, 146
bombas,….,… .
En
Abril del 36 dimite Alcalá Zamora
como Presidente de aquella república en la que había puesto tanto empeño. Le
sustituye Azaña, y pasa a ser Primer Ministro, Augusto Barcia
Trelles, sustituido 5 días después, 13 de mayo de 1936, por Santiago Casares Quiroga, quien dimitió
el 19 de julio siguiente.
En julio unos
extremistas de derechas asesinan al Sargento de Asalto, Castillo. El día 12
otros Guardias de Asalto sacan de su casa al Parlamentario de derechas, José Calvo Sotelo, y lo asesinan en un descampado. La guerra está
servida.
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