GENEALOGIAS:LOS NÚÑEZ,
ALONSO, BOYANOS.
Hace
unos días, en el aniversario de la tragedia de Ribadelago. Me pongo a recordar:
va el señor Aurelio Núñez Alonso, padre del alcalde Vitaliano, le quedan tres nietos: Vita, Manolo Núñez Riaño y Antonio Núñez de Anta, a casa de mi suegra, con
quien era prima carnal doble.
-Sara
hija que ha llegao al ayuntamiento la noticia de la riada en un pueblico junto
al lago de Sanabria. Sabes que vive allí una chiguita hija de mi hermana Cruz.
¿Les habrá pasado algo?
-Tranquilo,
hombre, de haber ocurrido una desgracia ya nos habrían mandao un telegrama.
Ayer
le paré a “Maca”: -te acuerdas cómo se llamaba una hija del “Fraile”, que se
había casado con un practicante de Moncabril, y les pilló allí la tragedia. En
nuestra reuniones de amigos, normalmente por “Tortillero” o San Roque, con su
prima Angelines, “la Tinaja”, les escuché a él (que lo recordaba con buen
humor), como al escuchar el sordo fragor de los millones de metros cúbicos de
agua, rocas y lodo que se les venían encima, gritó: ¡la presa!; se vistieron
corriendo, cogieron a los niños, envueltos en mantas y subieron a las rocas
próximas. Tuvieron la suerte de vivir en una casa de la empresa a las afueras
del pueblo, lo que les dio tiempo a escapar.
Y,
ya de ahí nos pasamos a los parentescos: “Maca” Núñez Espinaco es hijo tardío.
La hermana mayor tenía 21 años más que él, por eso que al remontarse a sus
abuelos Núñez y Alonso, lo haga a finales del siglo XIX.
Su
padre, conocido como “Bastián”, fue hijo de Aurelio Núñez Morales y de Petra Alonso Redondo; hermano, de la
mujer de Rupidera, “Anita”; de la mujer de “Pelesín” (Vitorio Bariego), Lucia;
de Ángela “la Pachica”, madre de la actual Angelita.
Tres
enlaces hubo entre los Núñez-Alonso-Alonso
Núñez. El ya descrito. Y además: Eulogio
Alonso Redondo que se casa con Gracia
Núñez Morales. Fueron padres de Heliodoro, Valeriano, (Viene su hijo
Antonio de Vitoria por San Roque) Luis, Ramón y Sara, mi suegra, Alonso Núñez. Nuestra hija mayor lleva el nombre de la
abuela materna de su madre.
El tercer
matrimonio de tan buena gente (además eran guapos y guapas) lo formaron Zósimo Núñez Morales y Juliana Alonso Redondo. Tuvieron, según
mis notas, cinco hijos: el citado Aurelio Núñez Alonso, casado con Eloisa
Baena, padres de Rosario, la madre de Ángel “Franco”, Vitaliano y Antonio.
Manuel Núñez
Alonso; el señor Manolo, casado con una Gil, Consuelo, creo, media hermana de Otilia, la
madre de Carmen Allende Gil; Isaias, Claudiano, Isaac. Al señor Manolo le
mataron a un hijo en la guerra, el único varón; le quedaron cuatro buenas
hijas: Virginia, Pilar, Milagros y Consuelito.
Las
siguientes, del matrimonio Zósimo-Juliana, fueron tres hijas:
Sagrario, Cruz y Conce Núñez Alonso. Las
cuales se casan con otros tres hermanos: Teófilo “Tolete”; Bernardo el “Fraile”
y Florentino “Tinajo” Boyano, creo Paniagua, el segundo apellido. Pues ya ven:
la de Ribadelago (Celina y Manolo su marido) era hija del “Fraile” y de Cruz; de las “Tinajas”, vive
Angelines; las otras dos hermanas fueron Teresa, casada con Ignacio de la
Puente “el Negro”, y la madre de Gasparín; su marido fue guardia civil.
Del
matrimonio “Tolete”- Sagrario nacieron, creo tres hombres y una mujer, sumamente
inteligentes. Mantuve íntima amistad con uno de aquellos hijos, Dionisio.
Eran
de familias labradoras, de pequeña clase media; pero al repartir, ya me
contarán. Tampoco había, antes y en la posguerra, muchos sitios a donde emigrar.
Ellos, gracias a Dionisio, quien cuando nadie sabía de electricidad él sabía,
encontraron salida en los “saltos”. Dionisio dejó Iberduero y, con otro socio,
en los años de la posguerra en Madrid, con motores viejos que pillaba, montaba
grupos electrógenos para hoteles teatros... En la Argentina tuvo floreciente
negocio. Llegó a comprar ranchos enteros. Lo malo es que no dieron con el
deslinde.. A mí, ya jubilado, me arregló el cuadro eléctrico del regadío, allá por los noventa;
obra increíble de un verdadero manitas acostumbrado a aprovechar cualquier
material.
Con
¡cuánto cariño!, estoy recordando a tan buena gente. Si es que, además, eran
todos primos de mi madre, pues resulta que los Alonso Redondo citados, tenían
otro hermano, Eustaquio, del que puse foto y hablé dos entradas atrás.
Si
analizan la genealogía, verán que mi tío Antonio Alonso Alonso, conocido como “Charlot”
por lo simpático que siempre fue, era primo del padre de su mujer, el Sr.
Manolo. Y otro de mis tíos, Teófilo, también era primo, en este caso, de la
madre, Angeli, de su mujer, Eugenia. Y por si no han caído les digo que mi
esposa y yo somos primos segundos, pero no nos enteramos hasta que no íbamos a
casarnos. Tuvimos que pedir dispensa.
¡Vaya
lío de parentelas! Tengo la esperanza de que pueda interesar a los familiares,
hijas, hijos, quedan de los citados.
Ahora
termino con una precioso suceso cinegético que a Maca le contaba su padre, “Bastián,” de la galga de su abuelo, “Farruco” Núñez, abuelo de Bastián, quien
salía, en la burra, solo a cazar.
“Echó
a una liebre, allá por detrás del Valle, contra la derecha, cerca de la raya de Cotanes, hacia el
Teso de la Martina. Recorques pa’quí, recortes pa’llá por un sembrao reciente,
hasta que la liebre coge el camino de Valladolid, en dirección al pueblo.
Entonces no había cunetas, ni naves, ni
perdederos.
Enfila
el camino, recta, recta; pasa la albillera del Sr. Tino, los “amorosos” de los “Soberanos”,
los majuelos de doña María López (que después fueron de los Modroños), los pinos de Quesada (que no estarían aún
plantados), la laguna del Pozo del Guardia, hoy desaparecida, Tablares, la primera laguna, los Huerticos, la Facera; enfila San Francisco, se tira a la laguna Redonda, y la galga tras della. Allí
quedaron congestionados los dos animalicos.
Les
invito a que calculen la longitud de aquella carrera.
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