sábado, 13 de enero de 2024

CONVERSANDO CON "MACA".

 

 

 

                          GENEALOGIAS:LOS NÚÑEZ, ALONSO, BOYANOS.

 

               Hace unos días, en el aniversario de la tragedia de Ribadelago. Me pongo a recordar: va el señor Aurelio Núñez Alonso, padre del alcalde Vitaliano, le quedan  tres nietos: Vita, Manolo Núñez Riaño y Antonio Núñez de Anta, a casa de mi suegra, con quien era prima carnal doble.

               -Sara hija que ha llegao al ayuntamiento la noticia de la riada en un pueblico junto al lago de Sanabria. Sabes que vive allí una chiguita hija de mi hermana Cruz. ¿Les habrá pasado algo?

               -Tranquilo, hombre, de haber ocurrido una desgracia ya nos habrían mandao un telegrama.

               Ayer le paré a “Maca”: -te acuerdas cómo se llamaba una hija del “Fraile”, que se había casado con un practicante de Moncabril, y les pilló allí la tragedia. En nuestra reuniones de amigos, normalmente por “Tortillero” o San Roque, con su prima Angelines, “la Tinaja”, les escuché a él (que lo recordaba con buen humor), como al escuchar el sordo fragor de los millones de metros cúbicos de agua, rocas y lodo que se les venían encima, gritó: ¡la presa!; se vistieron corriendo, cogieron a los niños, envueltos en mantas y subieron a las rocas próximas. Tuvieron la suerte de vivir en una casa de la empresa a las afueras del pueblo, lo que les dio tiempo a escapar.

               Y, ya de ahí nos pasamos a los parentescos: “Maca” Núñez Espinaco es hijo tardío. La hermana mayor tenía 21 años más que él, por eso que al remontarse a sus abuelos Núñez y Alonso, lo haga a finales del siglo XIX.

               Su padre, conocido como “Bastián”, fue hijo de Aurelio Núñez Morales y de Petra Alonso Redondo; hermano, de la mujer de Rupidera, “Anita”; de la mujer de “Pelesín” (Vitorio Bariego), Lucia; de Ángela “la Pachica”, madre de la actual Angelita.

               Tres enlaces hubo entre los Núñez-Alonso-Alonso Núñez. El ya descrito. Y además: Eulogio Alonso Redondo que se casa con Gracia Núñez Morales. Fueron padres de Heliodoro, Valeriano, (Viene su hijo Antonio de Vitoria por San Roque) Luis, Ramón y Sara, mi suegra, Alonso Núñez.  Nuestra hija mayor lleva el nombre de la abuela materna de su madre.

               El tercer matrimonio de tan buena gente (además eran guapos y guapas) lo formaron Zósimo Núñez Morales y  Juliana Alonso Redondo. Tuvieron, según mis notas, cinco hijos: el citado Aurelio Núñez Alonso, casado con Eloisa Baena, padres de Rosario, la madre de Ángel “Franco”, Vitaliano y Antonio.

               Manuel Núñez Alonso; el señor Manolo, casado con una Gil, Consuelo, creo, media hermana de Otilia, la madre de Carmen Allende Gil; Isaias, Claudiano, Isaac. Al señor Manolo le mataron a un hijo en la guerra, el único varón; le quedaron cuatro buenas hijas: Virginia, Pilar, Milagros y Consuelito.

               Las siguientes, del matrimonio Zósimo-Juliana, fueron tres hijas:

                Sagrario, Cruz y Conce Núñez Alonso. Las cuales se casan con otros tres hermanos: Teófilo “Tolete”; Bernardo el “Fraile” y Florentino “Tinajo” Boyano, creo Paniagua, el segundo apellido. Pues ya ven: la de Ribadelago (Celina y Manolo su marido)  era hija del “Fraile” y de Cruz; de las “Tinajas”, vive Angelines; las otras dos hermanas fueron Teresa, casada con Ignacio de la Puente “el Negro”, y la madre de Gasparín; su marido fue guardia civil.

               Del matrimonio “Tolete”- Sagrario nacieron, creo tres hombres y una mujer, sumamente inteligentes. Mantuve íntima amistad con uno de aquellos hijos, Dionisio.

               Eran de familias labradoras, de pequeña clase media; pero al repartir, ya me contarán. Tampoco había, antes y en la posguerra, muchos sitios a donde emigrar. Ellos, gracias a Dionisio, quien cuando nadie sabía de electricidad él sabía, encontraron salida en los “saltos”. Dionisio dejó Iberduero y, con otro socio, en los años de la posguerra en Madrid, con motores viejos que pillaba, montaba grupos electrógenos para hoteles teatros... En la Argentina tuvo floreciente negocio. Llegó a comprar ranchos enteros. Lo malo es que no dieron con el deslinde.. A mí, ya jubilado, me arregló el cuadro eléctrico del regadío, allá por los noventa; obra increíble de un verdadero manitas acostumbrado a aprovechar cualquier material.

               Con ¡cuánto cariño!, estoy recordando a tan buena gente. Si es que, además, eran todos primos de mi madre, pues resulta que los Alonso Redondo citados, tenían otro hermano, Eustaquio, del que puse foto y hablé dos entradas atrás.

               Si analizan la genealogía, verán que mi tío Antonio Alonso Alonso, conocido como “Charlot” por lo simpático que siempre fue, era primo del padre de su mujer, el Sr. Manolo. Y otro de mis tíos, Teófilo, también era primo, en este caso, de la madre, Angeli, de su mujer, Eugenia. Y por si no han caído les digo que mi esposa y yo somos primos segundos, pero no nos enteramos hasta que no íbamos a casarnos. Tuvimos que pedir dispensa.

               ¡Vaya lío de parentelas! Tengo la esperanza de que pueda interesar a los familiares, hijas, hijos, quedan de los citados.

               Ahora termino con una precioso suceso cinegético que a Maca le contaba su padre, “Bastián,”  de la galga de su abuelo, “Farruco” Núñez, abuelo de Bastián, quien salía, en la burra, solo a cazar.

               “Echó a una liebre, allá por detrás del Valle, contra la derecha, cerca de la raya de Cotanes, hacia el Teso de la Martina. Recorques pa’quí, recortes pa’llá por un sembrao reciente, hasta que la liebre coge el camino de Valladolid, en dirección al pueblo. Entonces no había cunetas, ni  naves, ni perdederos.

               Enfila el camino, recta, recta; pasa la albillera del Sr. Tino, los “amorosos” de los “Soberanos”, los majuelos de doña María López (que después fueron de los Modroños), los pinos de Quesada (que no estarían aún plantados), la laguna del Pozo del Guardia, hoy desaparecida, Tablares, la primera laguna, los Huerticos,  la Facera; enfila San Francisco, se tira a  la laguna Redonda, y la galga tras della. Allí quedaron congestionados los dos animalicos.

               Les invito a que calculen la longitud de aquella carrera.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

No hay comentarios: