¡Muchas gracias! a María Jesús la chica administrativa en el Ayuntamiento. Es de esas personas que, por su bondad (lo demuestra en la atención y amabilidad con que atiende a todos los vecinos) te ayudan a creer en el ser humano.
Había echado los dientes en el bolso de un pellizón regalado, cuatro tallas superior a la mía, (además voy consiguiendo adelgazar) y que pesa siete kilos. Creo aprovecharon el pellejo completo de una vaca. Me senté al fondo del pasillo, junto al ventanal que mira a la calle Liceo, en un butacón, a redactar un escrito. Me quité el pellizón. Lo dejé tirado de cualquier manera, junto a las pelucas delos Reyes Magos, y los "piños" se cayeron. La llamé al día siguiente. Al poco me llama dándome la alegría de haberlos encontrado. Hoy, antes de desayunar, fui a buscarlos. Además me tenía preparados los papeles pedidos.
Qué reconfortante es que a uno le traten así de bien en el ayuntamiento de su pueblo. Compensa el intento de atropello, basado en la mentira, de quienes conservan el autoritarismo de los viejos tricornios acharolados. ¡Ya vale de persecución!
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