CONTRA FANATISMO, EVIDENCIAS.

               

 

                                   CONTRA FANATISMO: EVIDENCIAS.

 

            Sé que contra los fanatismos, bien políticos o religiosos, el islamismo, por ej., de poco valen las razones. Me doy cuenta  opino teniendo como ejemplo a la gente de mi generación o poco menos. Supongo que entre los más jóvenes no cunde esa mala hierba. Como siempre albergo la esperanza de poder influir para mejorar, les cuento  cuál es mi posición ideológica en estos momentos.

            Mis seguidores han podido comprobar cómo mis preferencias políticas han ido evolucionando: me alejé del PP a causa de la corrupción. Me pareció ilusionante el proyecto de Rosa Díez, por la misma causa retirada del PSOE, y me hice de UPyD. El problema de siempre en España ha sido la polarización. En ese momento en crisis el PSOE con Zapatero, pujante el PP (aunque ya con casos de corrupción)  a los centristas, y pequeños, no nos dieron oportunidad.

            Víctima de atropello judicial, cuando lo de la residencia, me apunté a Podemos, por eso de la regeneración; estuve unos meses yendo semanalmente a Zamora, discrepamos en cuanto a economía y, cordialmente, nos despedimos.

            Surge “Ciudadanos”, y me voy con ellos. Albert Rivera se cargó al partido. Entonces me quedé huérfano, y sin saber a quién votar, pero ya en una posición moderada, centrista. Enfadado con los de mi pueblo (algo que deseo ya superado), no votaba al PP. Pedro Sánchez no me caía mal. La memoria de los honrados socialistas villalpandinos de la II República me llevó, incluso, a cierta colaboración con el PSOE. Escuchaba todas las mañanas RNE; ni la COPE ni la SER. Pero es que lo de ahora ya no “se pué aguantá”. Insisto en los argumentos de mi carta al Rey, y en los peores augurios puestos de manifiesto en la sesión  ayer (en estos momentos sigue la sesión de “vestidura”).

            Hablando con mi familia, con  amigos, creo también lo he escrito,  reflexiono que todos los problemas de la humanidad o la consecución de sociedades más o menos justas y prosperas, dependen de los mayores o menores grados de bondad o maldad de los seres que las forman.

            Ocurre que existen personas malas con cierta inteligencia. Son narcisistas atrevidos con afán de poder; aunque sea a codazos pueden llegar a ocupar el palo más alto del gallinero. Ese es el actual caso español.

            Las evidencias:

            a).- Cataluña no era ni es una nación invadida, sojuzgada por una potencia extranjera, cuya totalidad de habitantes se levanta contra el invasor, como ocurrió en España en 1.808, sino que la mayoría de sus habitantes no quieren separarse de España, de la siempre han formado parte.

            b).- Ese grupo minoritario separatista  declara la independiente, 27-Oct-2.017. Omito narrar todo lo sucedido  después.

            c).- Todos los políticos responsables fueron detenidos, juzgados, encarcelados por diversos delitos; menos los pocos que huyeron al extranjero, entre ellos quien era Presidente de la Comunidad, el famoso Puigdemont, reclamado por la justicia española.

            d).- Pues Sánchez, por la necesidad de los 7 votos del prófugo, envía emisarios a Bruselas, toreados y arrodillados, un día y otro, hasta lo que ya todos sabemos.

            No sé si Sánchez tiene más de valiente o de cara dura. Perdonen juzgue por mi experiencia personal: superados, hace muchos años, mis nervios, no me asusta, incluso me gusta, hablar en público, por la radio, por la tele (hace dos días en la de Benavente) cuando he tenido ocasión, sobre todo en las presentaciones de la biografía de Andrés; pero no soportaría un abucheo aunque fuera de una persona.

            ¿No verá la tele?: miles y miles de españoles, un movimiento ciudadano jamás conocido clamando contra él un día y otro…; ayer Feijóo, le reprochó todas sus vergüenzas. ¿Cómo pudo aguantar la caña que le dio Abascal? ¿Se puede gobernar después de aguantar ese chaparrón de acusaciones? Todas ciertas. Que estoy es muy gordo: desde los jueces a los socialistas históricos y honrados…

            ¿Cuál es el proyecto de futuro que tiene para España, para sacrificarse de esa manera? ¿Acaso la vuelta al Paraíso Terrenal  o el derribo del Estado de Derecho (anulación del poder judicial) para convertirse en un autócrata al estilo Maduro  u Ortega?

            Sabemos, lo repiten con frecuencia, qué intentan las extremas  izquierdas que le apoyan y los separatistas: derribo de la Monarquía Constitucional, de la democracia del “setenta y ocho”. Todos creemos que éste, con tal de mandar, lo que haga falta,¿ o es esa su ideología, como la de Zapatero? , quien mucho hablar de los crímenes del franquismo pero ni mú de los más recientes, que padecimos muchos, los de ETA. Y: ¿Si Merche Apirua le pidiera la amnistía para sus amigos los presos etarras?

            Ante tanta evidencia en su contra, sin rebatir ni una sola de las ciertas acusaciones, ya cansa su manido discursos de “la derecha”, de la “extrema derecha” que no paró de repetir en su discurso. ¡Qué pobreza la de recurrir al manoseado tópico!  ¿De qué son Junst y el PNV?

            Se puede ser de extrema izquierda asesino, cómplice o simpatizante. Eso es “progresismo”, con que se le llena la boca a los rojeras desteñidos,  todos los pesebristas que están invistiendo a Sánchez, que a los caudillos los aúpan, o la comedura de coco con lo de la raza,  Aría caso de Hitler  o euskaldun de Sabino Arana; o el mondus vivendi, situación actual.

            Este Sánchez tiene peligro: con toda la que le estaba cayendo se ríe cuando Feijóo le espetó el mercadeo de Puigdemont,  al igual que Nerón se reía ante el incendio de Roma. Este hombre carece de legitimidad para gobernar. No incluyó lo de la amnistía en su programa, palabra que se ha estado negando a pronunciar hasta hace cuatro días. Ha conseguido gran parte de sus votos con la mentira; o con la falta de la verdad, que es lo mismo. Como "por sus hechos los conoceréis" de todo lo actuado por este señor, que le han restregado por las narices, desde las más altas instancias a  honrados socialistas, desde la mayor parte de los medios de comunicación a millones de españoles, se desprende la carencia de principios morales de que hace gala.

           

           

           

           

           

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