¿POR QUÉ HE ACTUADO?
Me refiero a mi
decisiva labor para conseguir, en el último momento, una candidatura por el
PSOE a las municipales de la villa, encabezada por una vecina del lugar,
seguida de otra mujer, profesora de Secundaria, y dos habitantes más de la
misma.
El pasado día 10
de marzo, hice un llamamiento, apelando
a lo que debe ser la conciencia íntima de las personas, honrar la memoria de
abuelos, tíos padres, de conducta tan cívica, tan ejemplar, defendiendo unos
valores de justicia social, un llamamiento digo, animando a personas, con
antecedentes familiares o no, que sigan
sintiendo esos valores de ayudar a los más débiles, de honradez y democracia, a
que dieran su nombre para seguir defendiendo unas ideas de libertad, igualdad,
fraternidad y honradez, sobre todo, que siguen siendo imprescindibles. Hecho lo
cual creí haber cumplido con el recuerdo de los viejos socialistas, mi padre y
abuelo entre ellos.
Pasaban las
semanas y la gente se preguntaba: ¿pero es que nadie se va a poner por el PSOE?
Yo respondía: “existe una sede y no sé cuántos carnets”. (Conservo el de
FETE-UGT), ¡allá ell0s!
Cuando faltaban
dos semanas, una mujer capacitada, hija de un obrero, dio el paso, pero se
volvió atrás quien iba a ser segundo: ¡adiós candidatura! Yo, para nada, había
intervenido.
Sábado día 22, a
primera hora, me pide ayuda el alcalde de Tapioles, y me puse a buscar, a
llamar en puertas y en teléfonos: que no está, que no contesta, que lo siento,
pero no,..., incluso aguanté intento de rechifla por uno de la Puerta Villa. Me
admiro de mi humildad, de mi entereza y
de mi perseverancia en esos dos días, sábado y domingo, lo del lunes fue una
gozada. El recuerdo de aquellos mártires, por mi investigados, por mi sacados
del olvido, me impelía a actuar.
Para quienes duden
de mi integridad moral, de mi posicionamiento ideológico (el de la honradez y
la justicia social), les recuerdo que he
pasado veinticinco años, con periodos de descanso, luchando contra la
corrupción del Partido Popular, a quien, desde entonces, no he vuelto a votar.
Tengo carpetas llenas de pruebas. Desde finales del 2.014 (la Corporación
elegida en 2.015 fue ya justa conmigo), tuve en contra al ayuntamiento, al
Puesto de la Guardia Civil, y al Juzgado. Los tres titulares de ambas
instituciones han desaparecido. ¿Qué han
hecho, entre tanto, quienes presumen de socialistas?
Quiero recordar
que en 2.005 publiqué, “Víctimas de la guerra civil en Villalpando”, reeditado
unos años más tarde añadiéndole la historia de la revuelta campesina
eclosionada en “Tierra de Campos” en 1904, y que titulé: “La otra historia de
la villa”. Al, durante meses, revolver archivos (fue una investigación seria),
me encontré con la grata sorpresa de la actuación tan integra, tan justa, tan
humanitaria de aquellos viejos socialistas, contra aquella sociedad tan
injusta, desigual y llena de carencias. Ello también influyó en mi cambio
ideológico.
Lean, por favor,
los dos libros citados. Se enteren, por el informe del Catedrático Adolfo
Álvarez Buylla, la miseria (salud, alimentación, higiene, vestido, vivienda)
que soportaban los jornaleros en la villa de la Inmaculada.
En la segunda cordial e informativa entrevista
con un candidato, cuando le relaté como en mi contra unos agresores llevaron al
juicio a un testigo falso, que de nada les sirvió, se le ocurrió, puede que
intentando justificar ciertas presencias en su lista, decir: -“Quien tiene
muchos juicios, malo”.
Bien es cierto
que, acto seguido, admitió mi argumento de que ni uno solo de esos juicios ha
sido por defender intereses particulares. Y me puso el ejemplo de que, para
nada le puse obstáculo al vallar una parcela suya, lindante con una nuestra.
Durante años tuve una vida comercial muy
intensa. Moví millones de pesetas. He hecho miles de tratos. Siempre buscando
el precio justo. Me han dejado dinero a deber. Ni un pleito por ese motivo, ni
por cuestiones de herencias, tan frecuentes. Juicios, a los que tengo horror:
tres por agresiones, incluida la de Cecilio, (más otras cuatro agresiones no
denunciadas); las querellas y denuncias
por informar con veracidad (Informé de esas presuntas ilegalidades, como reacción a la
decisión de hacernos levantar la tubería enterrada de riego), y el juicio ante
el Juzgado de lo Contencioso Administrativo, contra esa decisión municipal, en
Junta de Gobierno, de ordenarnos el retranqueo de las tuberías enterradas. Todos los juicios motivados por amor a la verdad, a la justicia; a la honradez y a la decencia política.
Y, hasta aquí hemos llegado. Alonso Quijano, no enjaulado, sino cabalgando humilde, con la satisfacción del deber cumplido, reconfortado por la justicia, regresa a su aldea. No le faltará algún pichón los domingos. Repito no voy a ser beligerante con candidatura alguna. Sí que pienso preguntar sobre el posicionamiento de las distintas candidaturas en cuestiones tan cruciales como las energías renovables.
P.D.- También incierto que dañe a personas en este blog. Busquen, busquen. Ni una ofensa personal, ni una calumnia.
2 comentarios:
Felicitaciones!
¡Muchas gracias!
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