Les cuelgo fotos de la procesión en que los de Quintanilla del Olmo y los Prado, salen al encuentro en la mitad del camino entre ambos. Se intercambian imágenes y bastones de mando. Continúan los de cada pueblo hasta la iglesia del vecino, donde oyen misa. Los de Prado en Quintanilla y viceversa.
Al acabar la ceremonia, vuelta al regreso, al encuentro y a la devolución de bastones e imágenes. Las vírgenes llevaban unos vestidos, impecables, limpios, relucientes. Preciosa tradición. Mi grata sorpresa fue la participación. Muchas más personas de las que duermen en cada pueblo a diario. Había gente joven, niños,..
Celebraron, además, unas cuantas actividades festivas. En Prado, por la tarde, no faltó la pelota. Ya con forasteros que, aunque eran buenos, carecía la cosa de emoción. Nada que ver con los tiempos del "Chufas", "Leo" y "el Litri"; "Quico" el albañil, cuya hija pequeña era muy amiga de nuestra Belenita, Esteban de Vega de Villalobos, padre de dos niñas muy inteligentes,; "el Chato" Palmero, "los Curros", Jaime, el sobrino de don Miguel, Loren el de Castronuevo, "Pipe" Movilla...
En Quintanilla, a la misma hora (¿contraprogramación?) actuación del grupo de coros y danzas doña Urraca, de Zamora. Un autocar de "Tamames".
Allá van las fotos. Siento que por la tarde se me olvidó el móvil para sacar fotos de la pelota y del folclore.
Acabadas las procesiones el Ayuntamiento de Quintanilla repartió 150 paellas.
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Ayer en el mercadillo, Julita, periodista de postín, nieta del Sr. Justo Riesco, sobrina de Valerio e hija de Pedro "el cacharrero" de San Martín, me dio la noticia de que habían vendido la casa de su abuelo. Bastante vieja, deteriorada, sin baño (Valetio se arreglaba con un grifo que tenía en la portalada de la calle), sin bien con buen corral y cochera almacén. en 8.000 euros.
La ha comprado, y está arreglando, un ebanista de Valladolid. Montará el taller en el almacén. Además otra familia ha comprado la que fue de sus padres, en la carretera; hace más de un año vendieron la de su tía Virginia, en muy buen estado; también se ha vendido la de Manoli Herrero, hija de Patricio, y sus primos. Un búlgaro habita en alquiler la de Rafael "Cachán"; otra familia de búlgaros, ella hija del anterior, se ha asentado con dos niños en Villárdiga. Otro matrimonio ha comprado y está arreglando, llevarán por aquí dos meses, la casa y huerta adyacente de los hijos de Emilio Vidal. Otro retornado afable es Justo Montaña. Esto es el comienzo de un movimiento incipiente de cierto retorno al mundo rural, aunque sólo sea a temporadas.
A parte de nuestra casa en calle Silera, han llegado dos nuevos hondureños: el papá de Bessy (mamá de dos niñas y un bolinche), y un hermano cumplidos ayer 19 años. Como la hija-mamá Bessy trabaja en la residencia, (la mamá abuelita, esposa del recién llegado cuida a los niños) y tiene papeles (permiso de residencia, contrato, etc) creo el padre y hermano no tengan problema, por arraigo familiar, para empapelarse. Les echaré un mano.
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