A propósito del escándalo en lo del voto por correo en Melilla, (un 20 % de los votantes lo han solicitado) y en Mojácar, Almería, creo conveniente recordar, sobre todo para los más jóvenes, que en esa práctica también fuimos de los primeros.
Recuerdo el protocolo. Está recogido en los arts. 72 y 73 de la Ley Electoral, la LOREG, 5/1985, de 19 de junio. Copio resumido, sin omitir lo esencial:
a),-El elector solicitará, ante cualquier oficina de Correos, de la Oficina Provincial del Censo Electoral, CERTIFICADO de la Inscripción en dicho Censo.
b).- La solicitud deberá formularse PERSONALMENTE. El funcionario de Correos exigirá al interesado la exhibición del DNI, y comprobará la coincidencia de la firma.
c).- En caso de enfermedad o incapacidad que impida la formulación personal de la solicitud, cuya existencia deberá acreditarse por medio de certificación médica oficial y gratuita, aquella podrá ser efectuada en nombre del elector por otra persona autorizada notarialmente, mediante documento que se extenderá INDIVIDUALMENTE para cada elector y sin que en el mismo puedan incluirse a varios electores. NI UNA MISMA PERSONA PUEDA REPRESENTAR A MÁS DE UN ELECTOR.
Continúo resumiendo toda el proceso recogido en el Art. 73 de referida ley:
1º.- Recibida la solicitud, la Oficina de la Delegación Provincial (...) comprobará la inscripción y remitirá el CERTIFICADO correspondiente.
2º.- Dicho CERTIFICADO junto con las papeletas y sobres electorales, un sobre donde figure la dirección de la Mesa donde le corresponde votar, y una hoja explicativa, será remitido por la Oficina del Censo Electoral, mediante correo certificado, al domicilio de cada elector.
Bien: ya tenemos en el domicilio de cada elector, quien la habrá firmado, la recepción de dicho envío certificado, en un sobre grande todos los papeles descritos.
Siguientes pasos: abrirlo, elegir, de entre todas, la o las papeletas (municipales y autonómicas, por ej.) de a quien desee votar; meterlas en los sobres correspondientes; dichos, más el Certificado de Inscripción en el Censo (ya mencionado), los introducirá en el sobre dirigido e la Mesa, que recibió con los demás papeles. Lo llevará, nueva visita a correos, para enviarlo mediante certificado.
-------------------------------
Decía, al principio que en esto del "presunto" fraude electoral en el voto por correo creo la villa también fue pionera. Se practicaba utilizando a los ancianos de la Residencia, "Fundación "La Inmaculada", (qué escarnio) Concepción", incumpliendo totalmente la legalidad. Nos centramos en lo ocurrido en las elecciones municipales y autonómica del 25 de mayo de 2.003
Arriba les he fotocopiado el primer papel: CERTIFICADO DE SOLICITUD de estar inscrito, a la Oficina Provincial del Censo, que cada elector ha de rellenar PERSONALMENTE, de su puño y letra, y firmar. Ahí empieza la mecánica del voto por correo, al que recurren quienes el día de las elecciones prevean no hallarse en su domicilio habitual.
Permite la Ley, en caso de enfermedad o incapacidad para poder escribir, que el elector autorice a otra persona para hacerlo en su nombre. Para lo cual exige un Certificado Médico Oficial y una AUTORIZACIÓN NOTARIAL que se extenderá individualmente, (no vale esa autorización para varios electores) Cada persona autorizada sólo podrá representar a UN ELECTOR.
He fotocopiado dos solicitudes de residentes. Si alguien tiene interés le puedo mostrar CUARENTA Y SIETE, rellenadas todas de puño y letra de la misma monja, incumpliendo de forma obscena la legalidad y la moralidad. Ni certificados médicos, ni autorizaciones notariales, ni nada.
El procedimiento era el siguiente: Así que se habría el plazo, (tengo solicitudes fechadas el 28 de abril, para las elecciones el 25 de mayo) una monja, acompañada de un empleado de la residencia, nada más abrirse la próxima oficina de correos, iba llevando a la misma a grupos de ancianos; por su pie a quienes podían caminar, o en silla de ruedas, a los más impedidos. Firmaban quienes podían y quienes no, cogida la mano y el dedo por la monja, imprimían la huella dactilar. Así ocurre en ap. la mitad de las solicitudes, de ancianos que no fueron analfabetos, pero cuyo grado de deterioro físico les impedía coger el bolígrafo. Este es el caso de las dos señoras cuya solicitud copio; ambas, antes de perder sus facultades, inteligentes y cultas.
Es evidente utilizaban a personas, en su mayoría, carentes de capacidad volitiva, perceptiva y motriz. ¿Cómo podrían, recibido el sobre por el cartero, ESCOGER, etc. toda la mecánica preceptuada en el Art. 73, punto 3 de la Ley Electoral citada, Ni tenían noticia de elecciones y, menos era propia la decisión de votar, ni a quién. El proceso terminaba llevando los sobres para la Mesa a correos el empleado de la residencia.
Había residentes ancianos que no habían perdido la facultad intelectual y que caminaban. Éstos, presionados, aceptaban la manipulación. Si bien, muy en secreto, se lo contaban a alguien de confianza; tal es el caso de Pablo Gil y de Bartolomé Múñiz.. Tengo la grabación de una anciana quien me confesó: -"Anda, que si llego yo a saber que se presentaba Felisín el de mi amiga Ángeles Áres, no le iba yo a votar".
La persona responsable en último término (aparte de que las monjas y curas se prestaran al juego) del colosal pucherazo, era la alcaldesa, directora y auto contratada gerente, con Base de Cotización a la Seguridad Social de 118.440 pts al mes, en el año 1.998. Era mucho lo que estaba en juego en aquellas elecciones de 2.003, cuando el PSOE no encontró candidatos (doce paracas), pero los apoyos a la candidatura de UPZ, de los cuñados o de Agapito era evidente. Por 23 votos nos ganó el PP. 47 de pucherazo.
En la jornada electoral la tensión se cortaba con un cuchillo. Los afines al PP, anduvieron todo el día por allí rondando. Para ejercer mi derecho al voto hube de pedir protección a la Guardia Civil.
Quise, así que tuve noticia de las idas a correos, denunciarlo, como han hecho ahora en Melilla y en Mojácar, pero para algún miembro santo de nuestra candidatura, muy influido por el cura, las monjas eran intocables. Ahora han detenido a los implicados en Melilla y Mojácar. ¿Hubieran detenido aquí a las monjitas?
No me dejaron, al cierre de las urnas ese 25 de mayo, presentar impugnación. Los familiares más próximos me lo impidieron. Tenían razón. Se hubiera preparado follón gordo. Estábamos todos en "La Jabonera". Marchó una candidata al Colegio Electoral. Viendo el ambiente no se atrevió a impugnar. De haberlo hecho la Junta Electoral Provincial hubiera, casi seguro, anulado aquellas elecciones.
Al día siguiente presenté denuncia en el Juzgado. Esto, si alguien me lo pide, lo contaré en próximo capítulo.
Consecuencia de mi actuación durante toda la legislatura, fue que los del PP cambiaran de candidata, y que cesara lo de llevar las monjas a los ancianos a correos, y que "Felisín" fuera alcalde en 2.007.
NOTA.- Nada tienen que ver los honestos candidatos/as de la actual candidatura del PP con los anteriores, cuyas actuaciones vengo contando.
3 comentarios:
Nada tienen que ver los de la actual candidatura del PP. con los anteriores.
Por el dato que me das es seguro que tu abuelo era primo de Isidro y de Julián Lobato.
Los hijos de Isidro son: Julián Lobato Herrero. Vive en la Costal del Sol.
Jesús Lobcato Herrero. Vivía en la Argentina. Estuve un buen rato con él en las fiestas de aquí.
Mariano Lobcato Herrero. Nació en enero de 1954. Es Procurador de los Tribunales. Vive en Zamora
------------------
En cuanto a los hijos del otro hermano de Isidro, primo de tu abuelo que creo se llamaba Julián, emigraron todos al País Vasco. Todos los veranos viene uno de sus hijos. Se llama Luis Lobato Espinaco, "Currito"; otra hermana es Charo Lobato Espinaco. Eran muchos más hermanos, marcharon muy jóvenes y no recuerdo sus nombres.
A lo mejor alguno se asoma por este blog, en cuyo caso le rogaría que se pusiera en contacto contigo.
Un saludo.
Hoy nuevos escándalos de fraude electoral surgen por doquier, uno en la Residencia de Ancianos de Moraleja de Sayago.
Ahora hay siete detenidos en Mojácar y diez en Melilla, antes del día electoral.
Aquí se consumó el fraude total en cuatro legislaturas, durante 20 años, hasta que yo lo denuncié en 2.003. El error fue que no me dejaran denunciarlo antes de las elecciones, como están haciendo ahora.
Robar el voto es delito, es una inmoralidad, un pecado gordo. Pena de rancio integrismo el de este pueblo. "Con la iglesia hemos topado". Al cuñado bueno le tenía "comido el coco" el cura, quien organizaba los saraos marianos al alimón con la defraudadora, de la que él conocía de sobra sus pecados, (el del los pucherazos y otros) formaba parte del Patronato del que la señora era Presidenta. y, ya lo he dicho: a las monjas ni tocarlas; si denuncias me quito de la lista. Más tarde lo vio todo claro. Dimitió.
Pues fíjense si como en Mojácar y Melilla, aquí hubieran detenido a las autoras.
Publicar un comentario