DON LUIS CALVO LOZANO Y LOS COMUNEROS.
Don Luis, natural de Villamayor de Campos, doctor en Teología, Licenciado en Derecho
Canónico. Profesor durante cuatro años en el Seminario de Valderas y cinco en
el de León, ejerció de Párroco en Villalpando desde principios del Siglo XX
hasta su fallecimiento en diciembre de 1939. Existe, en su recuerdo, una lápida
en la casa donde vivió, en la plaza de San Nicolás.
Hombre de gran talla intelectual y trabajador
infatigable, dejó, en manuscrito, la “Historia de la villa de Villalpando”.
Además un compendio de todas las Parroquias, Archivos (montones de legajos) y
Cofradías habidas en la villa. Ese material fue mecanografiado y llevado a la
imprenta por su sobrino nieto, Pablo Román Allende, y por don Tomás Osorio
Burón.
Cuando, sobre 1920, don Luis “levanta acta” de
toda la vida religiosa en el pueblo, estaban abiertas cinco iglesias, con su
cura cada una; además otro cura de 90 años “
ofrecía diariamente el Santo Sacrificio de la Misa en el oratorio que la familia
Mazo poseía en su casa”; otro, don Facundo era capellán del “Excelentísimo
Conde de Superunda”, dueño de la dehesa, adonde decía misa los domingos.
También era capellán de la cárcel del partido.
Se queja que, a pesar de todas las facilidades
que tienen para ello, el cincuenta por ciento de los feligreses “no cumplen con Pascua”. Lo cual quiere
decir que el otro cincuenta por ciento, mucho más las mujeres, si cumplían con
Pascua. Era enorme la influencia y peso de la iglesia en la vida del pueblo. Si
bien estaba produciéndose un cambio notable.
Cuando se refiere a los MATRIMONIOS, lanza esta queja: “En la parroquia hay dos
matrimonios civiles; para impedirlo se hicieron toda clase de gestiones
posibles, y nada se consiguió. Quiera el cielo herir profundamente el corazón
de estos amancebado”.
Cuando lo
hace de la MORALIDAD, copio: “Ocurren en la parroquia grandes escándalos de
niños no bautizados y de personas casadas civilmente. Además, desde este año,
el socialismo se ha posesionado casi totalmente de la clase obrera, la cual, en
su mayoría, ni se confiesa, ni oye misa los días festivos”.
Hablando
de las OBRAS SOCIALES, entresaco: “Desgraciadamente hay también en esta
parroquia el Centro Obrero Socialista, intitulado, “Casa del Pueblo” y a él
pertenece la inmensa mayoría de la clase bracera, quienes viven alejados de la
Iglesia y en continua lucha con los patronos.
Esperamos,
con la gracia de Dios y la cooperación de todas las buenas personas, desbaratar
los planes malvados de aquellos, y conducirlos por los caminos de la justicia y
la religión”.
¡Bueno!: esa postura conservadora, de don Luis
coincidía con la de la iglesia española en aquellos momentos. Hubo Papas que
escribieron Encíclicas sobre la cuestión social, pero las izquierdas, Marx,
Engels, etc., se posicionaron contra la religión desde un primer momento.
Es un detalle de honradez por parte de Pablo y de don
Tomás, no ocultar estos comentarios que, vistos con los ojos de ahora, pueden suponer
un cierto descrédito de don Luis. Afirmo que su talla intelectual y su honradez
son innegables.
Escribo todo lo anterior para valorar mucho más
la postura que don Luis tomó respecto de los Comuneros.
Hoy en día, después de todo lo investigado,
descubierto, publicado, ya casi nadie tiene dudas de que el anhelo de justicia
y libertad fue lo que motivó la rebeldía de las clases medías urbana de Toledo,
Segovía, Valladolid, Toro, Zamora, etc., a las que al poco se fue uniendo la
“gente más baxa”, contra el abuso, la prepotencia, el absolutismo de un rey
impuesto y extranjero.
No siempre fue así. En su momento, los crónicas
de la época criticaron al movimiento comunero y, durante dos siglos, pasaron al
olvido. Apenas una cita de Cervantes en el Quijote y otra de Quevedo, más bien
de signo despectivo. Y así hasta que un ilustrado Cadalso, en el XVIII,
comienza a cuestionarse “la grandeza” del Imperio de los Austrias, empieza a
mostrar simpatía por la causa comunera.
Esa fue la mecha que prendió la llama de la
rehabilitación de los comuneros. De repente, desde 1797 a 1821, se les
convierte en “mártires de la libertad”,
“símbolos de la lucha contra el
despotismo”. Quintana le dedica una oda a Juan Padilla, y para los
liberales son los precursores de la lucha de la libertad contra el absolutismo.
Los procuradores de las Cortes de Cadiz, para
su Constitución de 1812, se inspiran en los “Capítulos de lo que ordenaban pedir los de la Junta”, redactados
por los Procuradores comuneros durante la estancia de la Santa Junta en
Tordesillas. Nos han dejado los comuneros un importante cuerpo documental,
(parte descubierto recientemente, como las Actas contra el comunero
villalpandindo Bernardino de Valbuena) que prueba su adelantada y, en el buen
sentido del término, “revolucionaria” ideología política: “el reino por encima
del rey”, el “poder radica en el pueblo”. Ellos, incluso, tomaban acuerdos en
asambleas populares. Fue un embrión de democracia directa.
Pasado, con el aplastamiento de los liberales
en 1823, ese fervor comunero, éstos volvieron a pasar al olvido.
Es ya, a finales del XIX, cuando Ángel Ganivet,
Joaquín Costa, e incluso Unamuno (en esto se equivocaba), sin base documental,
o sin consultarla, lanzan, sobre todo el primero en su “Idearium español”, una
crítica severísima sobre el movimiento comunero.
Y en esas estábamos, cuando don Luis, sobre
1918, dedica un capítulo de su historia titulado “VILLALPANDO EN LA GUERRA DE
LAS COMUNIDADES”. En él cuenta la retirada del ejército comunero (don Luis dice
que desde Rioseco, fue desde Villabrágima) a Villalpando. Habla de la traición
de don Pedro Girón. Elogia, como un timbre de gloria, que Villalpando fuera
comunero. Cuenta como, después de Villalar, fueron degollados el alcalde, los
alcaldes y el regidor. Por don Luis yo tuve las primeras noticias de este hecho
histórico. Creo que lo contado es fruto de su investigación, posiblemente en el
después incendiado, archivo municipal de la villa. O sea: don Luis a favor de
las libertades y la justicia comuneras, o sea: menos “facha” de lo que alguien
opinó anteayer en la plaza.
Posteriormente a que don Luis mostrara su
entusiasmo por los comuneros, sale don Gregorio Marañón, sin haber leído la
compilación de lo sucedido hecha por el historiador don Manuel Danvila,
arremetiendo, nuevamente, contra los comuneros.
Don Luis se adelantó incluso a don Manuel
Azaña, quien en 1930, en defensa de los comuneros, arremetió contra Ganivet.
Es por fin el historiador José Antonio Maravall,
(padre del que después fue ministro de Educación con Felipe González, José Mª
Maravall) quien en su libro publicado en 1963, “Las Comunidades de Castilla. Una primera revolución moderna”, fruto
de años de trabajo e investigación, quien cuenta la verdad de todo lo ocurrido.
En resumen: Padilla, Bravo, Maldonado, incluso el obispo Acuña y otros muchos
nombres, conocidos y anónimos, fueron “Martires de la Libertad”.
BIBLIOGRAFÍA:
Archivos Parroquias y cofradías, Luis
Calvo, Pablo Román, Tomás Osorio.
Historia
de la villa de Villalpando. Don Luis Calvo.
Actas del proceso contra Bernardino de
Valbuena, el comunero de Villalpando. Tomás López, prologado por Ángel
Infestas.
Memorias
del Araduey. Blog de Ángel
Infestas.
Los
comuneros. Joseph Pérez
Juana de Castilla. María Teresa Álvarez.
La comunera de Castilla. Mª
Teresa Álvarez.
4 comentarios:
Tuve un profesor de historia cuando curse la FP en Benavente, nos decía que Carlos I de España, y V de Alemania (para resumir imperios y demás parafernalias), que había sido el mayor hijo de puta que había pisado nuestra tierra. Tema de impuestos, lanas de ovejas, telas de Flandes.......y demás historias de aquella época. Daba gusto oír aquel profesor, por cierto muy joven. Entonces cada vez que veo, que por pueblos de Valladolid hacen teatro, rememorando la visita de tal ilustre hijo de su madre a pueblos y villas, me preguntó que la ciudadanía nada sabe de los comuneros, ya que de saber todo aquello, en vez de homenajes, tiraría huevos al actor que representa al "señor". Habría que contar la verdad. Y la verdad fue, que ese "señor" jodió bien jodido a esta tierra.
Pues claro hombre, pues claro. -Desde entonces ya Castilla / no se ha vuelto a levantar, ah, ah /siempre añorando una Junta, o esperando a un capitán.
Con el matrimonio de los Reyes Católicos, y la conquista de Granada se consigue la unidad, de lo que es actualmente España. Entonces era el reíno de Castilla, desde todo el Norte, hasta toda Andalucia, y el de Aragón.
Dentro del reíno de Castilla es en las ciudades más prosperas donde surge el movimiento comunero. Esta prosperidad era debida a la producción de lana. La actual "Tierra de Campos", cuando en toda la península vivían seis millones de habitantes, tenía una densidad de 26 habitantes por kilómetro cuadrado. Rioseco, por ej., tenía 13000 y pico; Toro más de 8.000; Villalpando, entonces andaba por los 2.000 y pico. En estas llanuras, gracias a las ovejas y al trigo, era donde más riqueza y población había de toda España.
Una de las peticiones de los comuneros es que la lana no fuera exportada a Flandes, sino que fuera lavada, cardada, hilada, tejida aquí, para que aquí quedara el valor añadido, abundantes industrias y puestos de trabajo.
Pues claro que el belfo Carlos fue "un hijo de puta". Si tuvo a su madre encerrada toda la vida.
No creo se le hagan tantos homenajes. Se hacen muchos más a los Comuneros.
¡Gracias por tu aportación!.
ACLARACIÓN: El trabajo de Pablo Román no consistió en, solamente, mecanografiar algo que estuviera manuscrito de antemano, sino en ordenar, catalogar, transcribir y, por último, mecanografiar esa ingente cantidad de documentación manuscrita.
En cuanto a otro de los seguidores del blog, FERNANDO GIL DE LA PUENTE, el de "Aniano", tiene tal afición por la historia de Villalpando, sobre todo en lo relacionado con los Condestables y los Comuneros, dedica tanto tiempo en esta inmensa fuente de información que es internet, a buscar datos exhaustivos hasta de los más mínimos detalles, lee tantas tesis doctorales, que es una pena que no enriquezca, con sus aportaciones, en forma de mensajes, mis trabajos.
En la barra del bar era tanto, tan interesante, y tan rápido como me lo contaba, que no me he quedado con todos los importantes detalles que me ha dado: la estancia de Carlos en la villa, lo de Felipe "el Hermoso", las noticias sobre casamientos...
Lo puesto que está el tío.
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