Salgo a la Farmacia y a la compra. A esa hora, media mañana, se encuentra uno con bastantes personas, la mayoría con mascarilla, (salvo uno de Villamayor, pequeño, con bigote y visera, que no la lleva porque "se ahoga" y con ella no puede fumar), pero tan heterogéneas que me incitan a buscar información.
Lola, en la Farmacia, me dice que las de tela para nada valen. Eso lo supe desde el primer momento que las repartió el Ayuntamiento, pero era tan loable la iniciativa de esas señoras confeccionándolas, que me quedé callado.
Hoy abro el buzón, llevaba días sin hacerlo, y me encuentro con una bolsita de plástico que contiene esas que ven en la foto, también repartidas por el Ayuntamiento. Esas son mascarillas quirúrgicas. Eso es otro cantar.
Busco información, primero en Internet; no aclaran mis dudas. Llamo al Centro de Salud, no me cogen el teléfono. Llamo, por fin, al Servicio Territorial de Sanidad. Lo típico: me van pasando, si bien con tan buen hacer que, al final se pone el Jefe del Servicio Provincial de Epidemiología, quien me atendió con amabilidad y eficacia. Y, por si fuera poco, acabo de hablar con mi hija Gracia. Les resumo la información:
-LAS DE TELA: ¡para nada sirven!
-LAS QUIRÚRGICAS: (las de la foto de arriba) protegen al otro, no a quien las lleva, pero si todos las lleváramos, todos estaríamos protegidos.
Son, o deberían ser, desechables. En la farmacia me informan que cada día utilizan unas nuevas. Apurando, pueden tener una vida útil de 24 horas. No se pueden lavar.
-LAS FFP2 HOMOLOGADAS POR LA UE, con válvula para expeler el aliento. Esas son las más eficientes en cuanto a la protección del usuario, de quien las lleva.
Tiene una vida útil de 75 horas. Como me la pongo una hora al día, me podrá durar 75 días. Se pueden desinfectar con una pulverización de alcohol, incluso una colonia (70 º alcohólicos) o con disolución de lejía y agua. Eso después de utilizarlas, y ponerlas a secar al sol. La pulverizaciòn ha de ser muy ligera, y bastantes horas, incluso un día, antes de su uso, sobre todo si la pulverización es con disolución de lejía, de molesto olor.
Al quitarlas y ponerlas es preciso no tocarlas con las manos, sino agarrarlas por la cuerda, o por lo menos, frotarse previamente con hidroalcohol.
Al quitarlas y ponerlas es preciso no tocarlas con las manos, sino agarrarlas por la cuerda, o por lo menos, frotarse previamente con hidroalcohol.
¡Bien!: Servidor, aquí, hace lo que puede, Aunque, dada la situación, veo imprescindible un bando municipal, (ya que han repartido mascarillas; las de tela un peligro, y me calle; ¡para que luego digan!), aclarando y dando normas sobre su uso.
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