Sara, que estaba en Misa, no sé dónde había puesto el libro que leemos los dos: "El séptimo velo", Juan Manuel de Prada. Pero, ¡oh albricias!: Tenía sobre la mesa el de Eustaquio. Apenas si lo había ojeado un poco: las fotos entrañables del principio: su madre, Coral, hermana de mi madre y de otros ocho, su padre, José, "China", el pequeño de los "Marcos" nuestra abuela Ana...
Aunque conocía parte de los episodios narrados al principio, por ejemplo, la escapada de casa y el viaje a Madrid, que hicimos juntos, yo a examinarme de mecanografía para ir voluntario a la mili,, sin escapar; aunque lo vi vestido de librea como Mozo de Comedor, en lo mejor de la calle Serrano, conocer con detalle todas sus peripecias me ha hecho revivir y reír. Desde crío fue un figura. Iré copiando fragmentos y haciendo resúmenes, que no sólo de agua "no apta" vive el hombre. Sobre lo que vaya ocurriendo, iremos informando, pero sin perder el buen humor.
Que, quien no lo haya hecho, lea la siguiente entrada.
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