El concurso de recortes, un éxito: buena entrada y buen espectáculo. A la final llegó uno de los tres chicos de Villalpando, el conocido como "Tiarru". No sé quién ganó la final. Mi informante se salió porque el último toro no embestía. y Aquello se alargaba demasiado.
EL ENCIERRO DEL DÍA 15.
Soltaron dos toros que dieron poco juego, sobre todo el nevado. Apenas se alejaron del lugar donde los soltaron, en el Ardero. Los coches, fenomenal, guardando las distancias y sin acosar a los novillos. Los caballistas pudieron hacer lo que querían, pero como los toros apenas si se arrancaban, aburridos se fueron marchando hasta dejarlos solos, como ven en las fotos.
Ese toro no es el de Osborne, sino el del encierro, subido en el malecón del arroyo Ahogaborricos
Por la tarde la capea de la plaza aburrida. Me marché a visitar a una amiga. Cuando llegó su sobrina, al preguntarla, dijo: "Un aburrimiento. un bicho que llega a la plaza, da una vuelta y se vuelve a marchar". apenas algún escaso corte, y ni una capotazo.
Esa fue la tónica del "toro del aguardiente", "vaca del alba" del día 16 y la de la "prueba". En cambio en la capea de la tarde, un chico de Villalpando, Jesús Gallego Manrique, hijo de Ciriaco el del taller, que es un buen recortador, saltó a la arena y pegó unos quiebros de categoría. En uno de ellos, resbaló, cayó en la cara del novillote y le cogió. Por suerte, o por el capotillo de San Roque, las heridas son leves. Pero eso le ha dado emoción a la fiesta.
En el "toro del alba" del 17 por la mañana. El chico de Antonio Pérez Allende, Antonio Pérez de la Puente recortó al eral con mucha valentía y maestría. Les cuelgo una foto.
Antes de ese novillo habían soltado a otro muy bravo. Algún valiente lo llamó desde dentro de la garita, Se dio un testarazo contra la valla metálica, y cayó desnucado al instante. Lo retiraron con el tractor del Ayuntamiento.
Al novillo de la foto le hizo una buena faena de capa y muleta un muchacho forastero, que no me supieron decir su procedencia. Si alguien que entre en esta bitácora, le conoce, me lo puede indicar.
Si la afluencia de público en los días anteriores había sido menor que otros años, y acaba habiendo mucha más gente por fuera de la plaza que en ella, en la tarde del 17, con lo del "Toro de la Juventud", los soportales "petaos". Por fuera, cerca del vallado, también bastante gente. Servidor un rato. Si es que desde dentro no guipaba un pelo, pero como, subido a la valla, unas mujeres decían que les quitaba de ver, (estaba el último pasal lleno de forasteros a quienes nada decían) me largué al "Avenida". Además una de ellas, emigrante, empezó a echarme la culpa del aburrimiento, de la cantidad de tiempo que no había "vacas" en la plaza.., como si yo fuera autoridad, o próximo. Le dije: -Muchacha, ponte un poco al día. Y todas, las residente, se reían.
Como el toro del cajón es como el melón que hasta que no se abre no se sabe cómo es, pues el de este año salió algo pepino. Los de Astauvi no tienen la culpa. Lo hacen con la mejor intención.
Luego soltaron otro toro, donado por la ganadería de Elena Boyano Gago, cuyas reses pastan en un trozo de la antigua dehesa. Dicho novillote dio mucho juego al principio. Le pegaron capotazos y recortes. Luego se emplazó en la puerta del "Sombrerero", y estuvo allí mucho rato, hasta que bajó.
Muy divertida la sesión de ayer mediodía: novillito con disfraces. Ganó el primer premio el grupo Aquapando. Ha colgado la foto Zulima en Facebook.
El encierro de esta mañana, de los que gustan. Había muy pocos caballos y vehículos muchos, como siempre. Soltaron los tres bichos creo que aún más lejos que el primer día. El primero salió lanzao, cruzó la carretera de Quintanilla, por detrás de la nave de los Boyano Infestas, tiró por delante de "Amaldos", cruzó el Camino del Valle por la bajada. Anduvo por esas parcelas de Tablares. Subió hasta cerca de los Pinos de Quesada. Cruzó el Camino de Valladolid, y acabó metiéndose en los girasoles de Ignacito Cepeda Urueña, en la parcelón de su padre y tíos, en El Pozo del Guardia, entre el Camino de Valladolid y el de los Gallegos, pero contra éste.
Llegué a la orilla de dichos girasoles, para preguntar a un grupo de caballistas, sin saber dónde estaba el toro. Están hermosos. No se le veía. Jamás he acosado a un toro con vehículo alguno. Estoy en contra de ello y me desagrada un montón. Cuando Javi de la Puente, y se lo agradezco, me avisó de la guardia, me largué.
Como no había manera de que saliera, después de mucho rato, entro un todo terreno, le sedaron y sacaron atado con una maroma.
El segundo de los novillos, cogió la vereda del "Valle Blanco" y, aunque José Antonio R. Granado, con su "cuatro por cuatro", intentó cortarle el paso, al careo de todo el "ganao" que pasta en dicha finca, el bicho se metió dentro. Fue listo. Allí se está bien.
El tercero llegó hasta cerca de Villamayor.
El encierro de hoy ha sido divertido. Cuando estaba el toro en la parcela de Severiano, en el camino Ancho, había con él sólo cuatro caballista. Uno de ellos, Jesús Mari Gallego, le cortó varias veces, y el toro hacía por él. Salía de los embroques a "uña de caballo".
El encierro de hoy, para los escasos caballistas, ha resultado muy divertido, también para quienes lo hemos seguido desde los vehículos. En mis lejanos años de concejal, peleé por evitar aquella barbarie de tractores y demás motores acosando y masacrando a los pobres animales. ¡Por fin! se ha evitado aquel lamentable espectáculo. Sin ánimo de hacerle a nadie la pelota, eso es mérito de la Guardia Civil. También de los conductores que vamos siendo cada vez más civilizados. Han desaparecido los tractores.
No podemos terminar esta crónica sin citar la función religiosa con la procesión de la imagen del santo, precedida de la de Santiago "Matamoros". ¡Cómo se enteren los de "Isis", que tiene a un moro debajo del caballo..!
La solemne procesión, vestigio del pasado en trance de desaparición, (lástima porque las tradiciones no deben perderse) fue presidida por las autoridades civiles, militares y religiosas, si bien con escasa representación concejil o de mayor rango, ni siquiera algún Maillo o Maite que llevarnos a la boca.
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P.D.- Lo anterior lo escribí antes de comer. Ahora, veintidós horas, he regresado de la plaza. Menos gente que ayer, pero aun bastante, aunque como siempre vaciándose los soportales antes de terminar el festejo.
La cosa ha estado muy animada. Daba gusto ver ir llegando animales cada poco, hasta juntarse veintitantos. Estaba el nevao del encierro del primer día, un bicho de cuarenta y pico arrobas. No creo estuvieran los del encierro de hoy. Tampoco sé qué hicieron con los de los recortes. Puede que la cifra exacta haya pasado de las treinta reses. Los novillos preciosos de presencia y trapío. ¡Pobre de mí, pobre de mi que se acaban las fiestas de San Roquín!
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