SUARREALISMO.

        Un lector, o lectora, en los mensajes abajo colgados, a propósito del problema del agua en la villa, califica esta situación de surrealista.

     He leído un comentario de Rosana en la Web del  PSOE local en fecha 17 de diciembre, en que afirma que está siguiendo los análisis encargados por el ayuntamiento a distintas empresas, y que había bajado el nivel de arsénico hasta 7 , creo se refiera a ug/l.

    Le acabo de preguntar si analizaban también el nivel de fluoruros, pues tengo la siguiente sospecha: me parece raro que sin haber llovido, hace casi un mes, sin haberse recuperado los acuíferos, disminuyera el arsénico; ¿qué pudo ocurrir?  Lo repito: el agua que llega a nuestras casas procede de dos pozos, uno, el de allá, con exceso de arsénico, y otro, el de acá, de fluoruros. Lo dijo el alcalde en La Opinión. Antes de ello a mí me habían informado en Sanidad de la Junta. ¿No sería que para rebajar el arsénico echarán más agua del de aquí y subiera, como ha ocurrido, por ello el fluoruro?

      Sea como quiera el agua sigue sin ser potable,y por fin, se ha producido reacción, en las redes sociales, con justas y duras críticas. 

       Sugiero al PSOE local, dado su antecedente de recogida de firmas por San Roque, que ahora hay más motivo para ello.

      Suarrealista es que en lugar de intentar solucionar el problema del agua, denuncien por "calumnias, injurias y amenazas" a quien informa, siempre con buenas fuentes detrás, del mismo en este este blog". 

      Calumnias, injurias y amenazas las de ellos, cuando la REPROBACIÓN. ¿Puede, en democracia, haber algo más inmoral?

     No obstante en esta ocasión, aun teniendo buenas armas, (la razón y papeles)  he vuelto a sacar bandera blanca. Pedí mediación a persona competente para que retiraran la denuncia a cambio de lo cual haría concesiones, aunque fueran en contra de mi libertad de expresión. Pasados tres días el resultado fue NO. Y me llevé un serio disgusto. Toda mi familia conoce mi deseo de paz. Mi disgusto por no conseguirla. Como se empeñan en atacarme, no me queda más remedio que defenderme.

    En todas las denuncias anteriores me he defendido sin denunciarlos a ellos, pero ayer: ¡se acabó!, supe era legal y, repito, no me queda otro remedio: denuncié la REPROBACIÓN, con copia de su publicación en La Opinión, las declaraciones del ínclito y la nota del "consenso" poniéndome verde.

     He denunciado cosas más gordas y serias que me callo: ocho folios, y un montón de documentación.

     Y, ¡ya está hombre!: -