¿QUE HAY POR EL PUEBLO?

        Pues que estamos hartos de agua. No es que llueva mucho, pero el campo ya viene muy encharcado de atrás. Este año no se cumple el refrán de "Agua de febrero, buen prado, buen cordero y mata al usurero". Las únicas parcelas buenas fueron las que se sembraron entre las primeras y las segunda lluvias, en aquellos escasos días del 7 u 8 de octubre al 21 o por ahí.

    Los cereales andan por unos precios más bien bajos, sobre alrededor de las 30 pts. kilo. La leche de oveja se mantiene en un precio aceptable, sobre cerca del euro litro. Los corderos también han tenido buen precio, sobre 70 euros ejemplar. En la pasada primavera hubo abundancia de forrajes y pastos. También la otoñada fue excepcional. Ahora no salen de los apriscos. No pasa nada. Hay "bolas" y paja en abundancia. Va pasando la crisis del ovino. Se nota que hay muchas menos ovejas. Los muchachos que no tengan otro trabajo y ocasión de conseguir nave o terrenos, no debían descartar esta opción.

      El domingo 25 de enero se celebró en el polideportivo municipal una jornada de atletismo escolar. Vinieron algunos autocares y muchos coches de Zamora, Benavente, Toro. De Villalpando corrieron niños y niñas del Club de Atletismo. En categoría alevín masculino, Edu quedó 4º. Inés, en niñas de 7, 8 años no hizo mal papel. Los figuras son los Mayorales y Toranzos.

     Ayer el Club Ciclista villalpandino celebró su jornada de "monte-cross". Partieron de Santiago. Tomaron el Camino de la Casa, Cañada de la Dehesa, Camino del Sebo, El Cañal, Camino de San Pedro, y entraron en el pinar por el "Pico de la Pata". Llegaron al refugio de la torreta. Allí se quedó la intencia y los más veteranos, preparando la paella. Los demás recorrieron la ruta de "los cortafuegos", que ha descubierto Álvaro. Cuando llegaron al refugio, cerca de las tres, casi no tenían apetito.

      Servidor salió mucho después. Fui por la carretera de Zamora hasta la "Cruz de Semanica". Allí cogí el camino de la dehesa. La atravesé por ese, hasta la casa, y luego por "Las Pegas", cruzar Valdeconejo y lo ya dicho.

       Cuando llegué al refugio ya estaban todos comiendo y, como no iba vestido de ciclista, no se creían que hubiera ido en bici. ¡Qué soba!: doce o trece kilómetros de caminos y con una bicicletica de las de antes, sin cambios.

     Pero si es que ahora, para andar en bici, aparte de esas máquinas, incluso con amortiguadores, frenos de disco, no sé cuántos piñones y catalinas, hace falta una equipación casi tan cara como la de los astronautas: el culotte, pantis ajustado a las piernas, mostrando paquete, los tíos; casacas llenas de publicidad y colorines, gorros, cascos, gafas, zapatillas especiales...

    Me niego para andar en bici a ponerme ni la prenda reflectante ni el casco. Anda que si me pega un meneo un coche, buena cosa me va a hacer el casco. Lo del reflectante, como no salgo de noche...

    El día cinco las Aguedas.  Les remito a los carteles por ahí puestos.