martes, 3 de diciembre de 2024

EN SEVILLA.

 

                                              LA INTERNAQCIONAL: ¡QUÉ MIEDO!

Cuando he visto las anacrónicas imágenes del congreso sanchista, puño izquierdo en

alto, cantando La Internacional ("Arriba los parias,o pobres, del mundo, en pie famélica legión,

el día que el triunfo alcancemos, ni esclavos ni pobres habrá...") por mis hijos y nietos, he

sentido miedo. Igual que lo sentiría si en un congreso del PP viera, brazo en alto, cantar "Cara

al sol". ¿Qué dirían los "progres"si tal cosa ocurriera? Pues igual de totalitarios son ambos

himnos. Si bien el segundo es más poético, no rezuma tanto odio.

¡Los pobres del mundo!: los forrados con el dinero para los parados andaluces; Koldo,

Ábalos, "David Azagra"; todos los nombres que la UCO está descubriendo; ministros

propietarios de tres, cuatro pisos..; el casoplón de P.I.; toda la pléyade de cargos públicos con

sueldazos, allí presentes...

Cuando hace cien años los jornaleros del campo, incluso mineros, trabajadores

industriales, sí eran los "pobres del mundo", tenía sentido ese himno odiador que los inflamaba para la lucha de clases, para aniquilar al burgués, para implantar la dictadura del proletariado, cuyo modelo y ejemplo era la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas. Ahora, de vuelta, y fracasada aquella revolución,  no tiene sentido, a no ser intenten resucitar el culto al pro-hombre, al líder, al autócrata, quien apela a los bajos instintos, al mensaje del odio, al estereotipo (con lo sobado que está lo de la derechona; ¿qué es el PNV y JUNTS SI NO; qué los diputados de Orban y Meloní a quien han votado en la U.E?);  para ganar adeptos a la secta.

                Les recomiendo el libro de Juan Eslava Galán, “La revolución rusa contada para escépticos”.  ¡Qué crueldad la de los Soviets! ¡Cómo masacraron a toda la familia del Zar! Que fue Stalín, si no un genocida? ¿Cuántos millones de seres humanos han perecido víctimas del mensaje de “La Internacional”? ¿Para qué?

                ¿Quién nos iba a decir, cuando de jóvenes nos llegaba algún panfleto de la vida en el paraíso colectivista (recuerdo uno referido a Bulgaria) que fracasado el sistema comunista llegarían, incluso a Villalpando, búlgaros, rumanos, ucranianos…, a buscarse la vida, a “matar el hambre” en los odiados países capitalistas?

                Hace unas semanas, uno de nuestros hijos ha estado en Cuba. Los cubanos que pueden escapan; casi imposible, viven todos dentro de una gran cárcel. Estremecedoras las historias de falta hasta de los medicamentos más básicos. Miseria por doquier, menos para la élite en el poder en la opulencia. Igual en Venezuela, Honduras,  Perú, Nicaragüa...; en la Argentina de los forrados Kisner, corrupción, nepotismo, mal vivir por todas partes… ¿A eso aspiran quienes cerraban el puño en Sevilla?

                Lo vengo diciendo desde hace años: aceptado el sistema de derecho a la propiedad privada, de economía liberal social de mercado, la REVOLUCIÓN PENDIENTE es la de la HONRADEZ, la del SENTIDO COMÚN, que devendrá en JUSTICIA, en PAZ.

                A este sistema de democracias liberales le han salido michelines, adiposidades: excesivo consumismo en general, grandes fortunas no por méritos, (bendito Amancio Ortega) sino por especulación, fraudes, pelotazos…

 

En España es necesario una rebaja de tanta administración, de tanto cargo político con sueldazos.

                No es el deseo de una sociedad más justa, amor a la justicia, lo que inflamaba a los del puño en Sevilla, sino a que sigan mandando “los suyos”, mejor dicho, “el suyo”. Un autócrata inmoral chapoteando en el fango.

                A propósito de fango: dos imágenes me han quedado grabadas, las de este chulito endiosado en Sevilla, cuando huía cobardemente en Paiporta, y la de los reyes quienes acabaron abrazando, consolando, llorando con los afectados.

                Les digo que conozco a “socialistas” mayores que famélicas, lo que se dice famélicas, no están.

               

               

               

               


No hay comentarios: