domingo, 15 de mayo de 2022

INFORMACIÓN AGRÍCOLA.

     Es mi forma de celebrar que hoy es San Isidro Labrador. Dada la escasez de curas, ayer se celebró aquí la festividad. Pendiente de la recogida de unas ciento y pico pacas, (le faltan de segar otras diez hectáreas) forraje veza, empacado durante la noche, preocupado porque lloviznaba, no fui a cumplir con la tradición; estuve viendo como Álvaro cargaba la plataforma, simplemente para quitar y poner el bulón al soltar y al enganchar, una vez cargada; y por si ataba, ayudarle a coger las eslingas. Cargadas las primeras 39 en la plataforma, me vine para casa. Él siguió todo el día. Como se han mojado un poco, las ha descargado extendidas por el suelo de la nave. 

     Esos cinco litricos de ayer son como un dedal de agua para quien lleva diez horas segando a hoz. Pero bueno: ¡menos es nada! Es un refrescón tras los intensos calores que se estaban llevando el campo. Hoy ya tiene otra cara. Recurro a la ancestral y repetidísima frase: "todavía si lloviera" (los euskaldunes de adopción,no digáis "si llovería", dejad de joder el castellano). Todavía si lloviera esta semana, veinte litricos, al menos, incluso a las cebadas, ya granadas, pero no secas, les vendría bien. A los trigos, (los que todavía no están secos del todo) ni les digo, Las alfalfas, para dar corta, necesitan treinta, al menos; los girasoles, aunque de momento, gracias al regular tempero en la siembra han nacido bien y  no están sedientos, toda la que caiga les viene bien.

   En un año agrícola, y sobre todo la primavera, que es la decisiva, tan secos, recorriendo y observando campos, se confirman certezas en cuanto a las modernas y a las tradicionales formas de cultivo. Les voy a mostrar fotos. Y lo que yo veo me lo confirman otras experiencias de labradores en otros pueblos; Roales, en Villamayor de Campos; Juan Carlos carpintero en Villafrechós, por ej.


           Parcela de cebada, buenona, después de veza. Terreno fértil. Mínimo laboreo.



   De esa parcela, de "La Nájera", frente a la plaza de toros, les puse foto cuando la sembraban, primeros de diciembre, siembra directa sobre alfalfa muy pastada durante años con ovejas; el piso como el camino. Apenas los discos hacían una rayica para dejar el grano. Está rala, pequeña, pero verde; tiene cosecha. Serán treinta hectáreas. No les cuento si hubieran roturado con vertedera, como se hacía antes; rastra, rulo, etc., ¡Adios la poca humedad! Ni se hubiera nacido.




     Las pacas forraje veza en la nave. Esa leguminosa ha fijado del aire en el suelo el equivalente a 120 kilos de nitrato. Como llueva Álvaro va a tener la tentación de pasarles el cultivor. No sé si no será mejor dejarlas así para la siembra directa, aunque haya que usar glifosato (o laboreo, parece que lo van a prohibir) para matar el rebrote otoñal. Tengo la duda.

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   Ahora, nada más que guiado por mi afán didáctico, sin querer molestar ni ofender a nadie, sino para que eviten errores, les cuento una historia real:

   Mes de enero. Intensas heladas. Veo a algún labrador con las enormes vertederas. ¿Dónde irá éste a hacer daño? A una parcela grande, en la lomba alta, terreno limoso. A lo mejor diez años en siembra directa. Aunque sin dejar la paja, ese suelo iba cogiendo vida. Se veía por lo mollar que se estaba poniendo, y, cuando llovía, por las buenas cosechas, con NPK, por supuesto.

   ¡Pues ala!_ volteo con las enormes vertederonas, metiendo incluso para abajo la, aunque fuera pequeña, capa de arriba helada. (Los labradores de antes a eso le llamaban enfriar el terreno, y quien lo hacía una vez, no volvía). ¡Ala!: traslocada toda la fauna y flora microbiológica del suelo; adiós microorganismos liquidados por el frío.

    Una cosa es arar en Adviento, antes de las heladas, mejor con chisel que con vertedera, para las siembras primaverales de girasol (aunque el resultado en la cosecha sea el mismo, que no, la vertical labor de chisel, mejor cultivador, es mucho más barata que la vertedera), y otra en plenas heladas de enero.

   He seguido la historia de esa parcela: abril, rastra, rulo, compactación, siembra de girasoles. Perfecta, aquello quedó planchado. La vi anteayer. Ni una pepita ha nacido. En un terreno con tan escasa materia orgánica y sin vida, las pocas lluvias posteriores a la siembra lo han alastrado. Está como el cemento.

    Y no es lo peor la pérdida de la cosecha de este año, sino que a esa parcela la han desgraciado para unos cuantos. La puede salvar una buena manta de estiercol, o de purines enterrados, al menos. 

CONCLUSIONES: Fuera vertedera.  He visto parcelas en siembra directa, incluso de cebada tras trigo (que no es lo más recomendable) y tienen cosecha, sin diferenciarse de las escasas que tuvieron barbecho.

     Las cosechas las deciden: el tiempo, los nutrientes y la eliminación de la broza. Esto no siempre con herbicidas selectivos en los sembrados. Tenemos varias parcelas sin ellos. La lluvia del pasado septiembre purgó el terreno, glifosato o laboreo, y, ¡ya está!

     Lo ecológico: pues ya ven las fotos colgadas en la entrada anterior. Sobre todo en este terreno ligero tan pobre y brocero de aquí. Sin NPK ni herbicidas: rabanillos, gamaza y matacandiles. Aunque nada cojan, cómo les dan 250 euros / Ha...Yo conocí la agricultura sin fitosanitarios, como dicen unos o pesticidas, como dicen otros; y sin abonos minerales. Pasábamos un hambre muy ecológica. 

    Si al menos en lo ecológico admitieran la utilización de estiércoles u otros nutrientes... No niego que en determinados terrenos y con las adecuadas técnicas sea posible este tipo de agricultura. Pero, ¡quítenle la subvención y que las menores cosechas se compensen con precios más altos, y ¡ya les contaré!

   

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