No suelo hablar del tiempo como asunto recurrente de conversación, pero lo de ahora es que sí merece la pena, sobre todo por la belleza del paisaje. Un escarchado, que no cencellada, tan intenso no recuerdo haber conocido. Mejor con fotos.
Estoy es el Valderaduey desde el puente de la N-VI, con el molino de Misfelis (así lo hemos conocido toda la vida) al fondo. En el puente anterior, el de las Zambranas, esta el río completamente helado. Ahí, donde la foto, no, por el caudal, que un poco más allá, recibe del alcantarillado de Villalpando.
Por ahí andaba la huerta de Abundio. Cada vez que paso por ahí lo recuerdo. La cultivó hasta el último momento.
Damos un salto: la preciosa encima de Rubén Blanco en "Las Ánimas". ¡Qué más da el propietario si para mí es igual el disfrute de su belleza.
"El Valle de las Urnias". Ahora sí más Blanco que nunca. En la foto no se aprecia lo bonito que ahora está.
No muy lejos del lugar anterior, Álvaro "echando basura", pero, aunque va a arar hondo, (en ese terreno ligero, tan compactado de las ovejas, y para tapar el estiercol, cuando deje de helar, como excepción, labrara hondo con vertedera), pero no nos vamos a olvidar de los libros de agricultura. Por ej.: en un par de meses, que ya se habrá incorporado el abono al suelo, analizaremos esa tierra. Primero ver el Ph, luego los nutrientes, para de acuerdo con su deficiencia, incorporarles los que necesite para un cultivo tan exigente como es el de la remolacha. Pero, ¿para qué añadirle, más de los que necesite?
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