MERECE
LA PENA.
Nada existe más gratificante,
sobre todo a estas alturas de la vida, que haber sido útil socialmente, que, a
la medida de las circunstancias de cada quien, haber combatido por la causa del
bien. Lo contábamos en el juvenil himno de Acción Católica: (Perdonen el
inciso: y pensar que un riquillo patán
me reprochaba en público haber militado en las mismas ideas que Adenauer, de
Gasperi y Aldo Moro, por ej.) “Por la
causa del bien lucharé”.
En esta sociedad del bienestar
disfrutamos de la valentía, el esfuerzo, de todos los regeneracionistas éticos
que nos precedieron, hombres, más visibles, y mujeres, más en la sombra: Platón, Aristóteles, Séneca, Jesús de
Nazaret, su madre María, la Magdalena, San Agustín, Tomás Moro, Erasmo de Roterdam, Lutero; Cervantes, Quevedo; todos los
ilustrados con Jovellanos a la cabeza; los regeneracionistas del “noventa y
ocho”: Ganivet, Costa, Ramiro de Maeztu, nuestro Macías Picavea, Blasco Ibañez,
Leopoldo Alas, Unamuno; también Machado, a su manera; los del “veintisiete” y
aledaños, sobre todo Ortega y Gasset, Gregorio Marañón; los del “treinta y seis”;
también a su manera, García Lorca,
Miguel Hernández, Alberti, Dolores Ibarruri, José Antonio Primo de Rivera (sí,
hombre, sí: era un tío muy ético). También intentaron aportar, mejorar a la
sociedad española, y algo quedó de ellos, los republicanos centristas (centro
puro, de izquierdas y derechas, (que sí que había republicanos de derechas) del “treinta y uno”, Azaña, Besterio,
Indalecio Prieto, Maura, Alcalá Zamora, Gil Robles, Lerroux…, quienes se
vieron desbordados por sus extremos y no pudieron parar la que se armó.
Todos los anteriores fueron
sembrando semillas pero no disfrutaron de la cosecha: continuaron guerras y más
guerras, el triunfo de la maldad sobre la bondad humanas, incluso unos cuantos
pagaron con su vida sus ideas; el pobre y romántico Larra, por ej., sin haber cumplido los 28 años, deprimido al
comprobar nada podían cambiar sus artículos, ( escribir en España es “llorar”, más
el desprecio de Teresa); Jovellanos, pasando penalidades, y los recientes más
conocidos.
Los de mi generación que tenemos
memoria, sabemos muy bien qué es vivir en este estado del bienestar, y qué en el de
la pobreza y escaseces. No es sólo la diferencia entre la comida, el vestido,
la vivienda, los medios de comunicación y de transporte, el trabajo mucho más
llevadero…, es sobre todo en lo tocante a la sanidad.
Yo tenía quince años, lo recuerdo
muy bien, a un primo de mi padre, de 37 o 38 años, le entra cáncer. Como tenían
dinero lo llevaron a la mejor clínica de Valladolid, y mejoró. Me aterraba la
idea de que a mi padre le pasara lo mismo, pues no teníamos dinero para clínica
de pago, únicas entonces existentes, sin contar con los inhumanos hospitales
provinciales de la beneficencia.
Esta semana en el, salvo unos
días por intoxicación hace la tira de años, mi primer ingreso hospitalario, he
comprobado, vivido, beneficiado de esta maravilla de sanidad que poseemos en
España.¡ Cuántas vidas salva! Como la carrocería, carburación, filtros de aire
y otros, chasis etc. estaban bien, le han puesto una pila al motor: electro,
tensión y temperaturas perfectos, y al día siguiente pa casa. Como le prometí
al cirujano doctor Chimeno y a las
enfermeras que por allí andaban, les dedico ahora en este blog mi
agradecimiento. También al doctor José
Luis Santos, que fue quien gestionó, y mi mando rápìdo al “banco”.
Al día siguiente ya salí a la
plaza, a la calleja del Velón, al Centro de Salud, al “Avenida”. Allí estaban alguno de mis más amigos. Me enteré del fallecimiento
de un familiar suyo. Tan sensible como estaba, se me arrancaron las lágrimas
por no haberles podido acompañar, pero a lo que voy: me aconsejaban que vida tranquila,
etc. ¡Ya saben por dónde voy!
¡Hombre!: en otro lío como el de
la casa de Domicio no me voy a meter, de lo que, por cierto, no me arrepiento,
es una obra de caridad y de justicia, no motivada ni por "lucro abstracto", ni por "lucro en especies". ¿Entenderán algunas personas lo que es la filantropía , el altruismo,la doctrina Cristiana o el ser caritativo de nacencia? Tampoco volveré a intentar sacar a Fores de la plaza el día de San Roque, pero, si
Dios quiere, seguiré utilizando mi libertad de expresión, siempre sin una calumnia ni intento de dañar gratuitamente, en este foro para
intentar informar, entretener, divertir e, incluso, formar. Coño, aunque sólo
sea por higiene arsénica. Desde el 24 de julio de 2.018 hasta abril sería, de
2.019, evité la ingesta de tan saludable “mineral” a las gentes del pueblo. Y
la semana pasada, otro recordatorio.
Ninguno de aquellos históricos pro-hombres, citados al principio, llegaron a conocer sus deseos de unas sociedades más
justas, prósperas, igualitarias, democráticas, de unos Estados de Derecho, sí en
cambio los Padres de Europa: Konrad
Adenauer, Jean Monnet, Winston Churchill, Robed Schuman, Alcide de Gasperi,
Paul Henri Spaak, Altiero Espinelli. Dirigentes políticos, (¡por cierto!: todos centro derecha
democrática, alguno ferviente
católico), llenos de valores éticos y humanos, quienes sobrevivientes de la gran
guerra, de las atrocidades de los genocidas Hitler y Stalin, de los millones de
muertos, pusieron en marcha esta maravilla de UE de la que disfrutamos. Ellos son mi referente más inmediato. El más
joven era quinto de mi padre. A todos conocí.
Y claro: siguiendo su ejemplo, dentro de mi pequeñez
voy a seguir intentando influir en la vida política, social, económica del
pueblo. Aunque ello entraña mucho peligro.
Anteayer me llega un certificado
de la Subdelegación del Gobierno. Multa al canto, pensé. Se me olvidan las
denuncias. Pero no. Se trataba de “la Notificación de LA RESOLUCIÓN de
Expediente de Procedimiento Sancionador, incoado ante denuncia de la Guardia
Civil del Puesto de Villalpando, quien actúa ante la llamada al 062 de un
vecino de la misma villa, por vender pimientos rojos, el día 28 de septiembre de
2.018, careciendo de licencia municipal” .
El mismo que encismaba para que
no concedieran la licencia a mi hijo, pedida casi dos meses antes, es quien
llama a la Guardia Civil.
Como, en el recurso por mi
presentado, demostré que habíamos pedido la licencia a primeros de agosto
anterior, pues miren el fallo. Lo copio literal:
VISTAS las disposiciones legales
citadas y los demás preceptos complementarios y de general aplicación.
RESUELVO: sobreseer el
procedimiento instruido a D. AGAPITO MODROÑO ALONSO y DECLARAR EL ARCHIVO de
las actuaciones.
Copio también el FUNDAMENTO DE DERECHO, único:
“El interesado en sus alegaciones
aporta al expediente certificación del Ayuntamiento de Villalpando (Zamora) que
acredita que su hijo, D Jesús Modroño Riaño, disponía de autorización municipal
aunque no nos hubiera sido notificada) en la fecha de los hechos para que, de forma
excepcional, pudiese realizar el ejercicio de la venta ambulantes de pimientos
rojos de su propia explotación agrícola, siendo ésta la persona que
verdaderamente ejercía la actividad de venta ambulante, encontrándose
únicamente el Sr. Modroño Alonso ayudando a su vástago.
Como de bien nacidos es ser
agradecidos, digo lo siguiente:
Esa autorización a mi hijo la conseguimos
gracias a la actuación de Jesús Toranzo
Cepeda, el mismo que aquel verano, a media campaña de riego de la remolacha,
abrasado el motor, nos prestó uno de su familia, favor que no hace cualquiera.
Aunque no fueron muchas, las
horas de hospital, si me dieron tiempo a recordar, a reflexionar: ¡joder!: que
nos criamos juntos, que yo le hacía los pinchaperros; que su padre, toda la
vida con nadie tenía tanta amistad como conmigo; que me esperaba muchos días a
la salida de la escuela y en el “1500” podíamos pasar una hora, que le compré
la pila de camiones de alfalfa; que lloramos mucho la muerte de Matilde, la mujer más buena del mundo; que
Marta tiene cuatro días más que Gracia y son íntimas amigas, que ya estoy
llorando.
Que ni por toda la política del mundo merece
la pena que se enemisten estas dos familias. Además éste sabe, vale, es un buen
gestor, debería ser el alcalde, y ni una putada me ha hecho. ¡Pues ya está!: no
vean lo a gusto que me he quedado.
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