domingo, 21 de octubre de 2018

DESCANSE EN PAZ.


    JESÚS ROALES,. El pequeño de "Barriales". ¡Cuántos años luchando contra la enfermedad! ¡Con qué valentía, entereza, serenidad! ¡Cuántas hospitalizaciones..! ¡Cuántos viajes a Zamora! ¡Cuánto, cuánto, cuánto! La enfermedad y la salud es lo que peor repartido está. Es injusto. Es una putada. Tenía 62 años.

    Y él no dejaba de salir a pasear, alto, alto, delgado; con esa mirada azul, profunda, impresionante, a través de la que se apreciaba un alma grande.

     La última vez, ya lo vi en silla de ruedas, creo que regresando de un entierro.  Iba a todos.

      Tenía conmigo una especie de compenetración, de solidaridad  en nuestra desgracia familiar. Me preguntaba por mis hijos..., con interés, incluso buscando consuelo. Mañana todo el pueblo debemos estar con su mujer, con su hija, con sus hermanos.

      En medio de la tristeza, sólo nos queda decir, aunque sea manido: DESCANSE EN PAZ.

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    Ahora, día 22 a mediodía, regreso del Cementerio. Hoy, Jesús, ya no regresa. Sé que no todas las personas tenemos la misma sensibilidad, los mismos sentimientos. Ya lo he dicho más veces: soy muy sensible. Y en el entierro de una persona joven, tan querida, pensando en todo lo que ha sufrido el pobre, he estado triste. Ni un pelo me apetecía hablar con nadie, ni siquiera al regreso. Darle un poco de consuelo a la familia, y ¡se acabo!

     Les voy a contar algo  como desahogo y crítica. Imagínense primeros planos de cine, pues el lenguaje de la cara, de los gestos, dicen más que las palabras.

    Fila de hombres a la puerta del cementerio esperando "dar el pésame". Delante de mí un casado y un soltero, sesentones parleteaban. Pasa por delante una señora, viuda de buen ver, que ya habría dado el pésame.

     Porque es educada y simpática nos hizo un gesto de  "adios" con sonrisa; nos sonrió. Supongo que a mí también. Pero, ¡amigo!: el inculto solterón, quien se cree que el personaje de Zorrilla al lado suyo no se comía un rosco, el "castigador, capricho de las damas" de Tierra de Campos, se atribuyó la sonrisa,  creyó se le insinuaba, se volvió hacía el casado e intercambiaron  sonrisas cómplices y chulesco comentario obsceno, ¡qué macho!, e intentaron recordar "lo que decía Macario" (a éste, con simpatía, le gustaba hacer comentarios  libidinosos sobre las viudas de buen ver). 

      Cuando notaron que yo observaba, con cara de pocos amigos, derivaron hacia que Macario está en la Residencia, etc.

     Como no me llevó el genio,  me dirigí hacía ellos y les pregunté:   
     -¿De verdad que tenéis sentimiento de pena por la muerte de Jesús?
     -¡Hombre, si no lo tuviéramos no estaríamos aquí!, respondió el más civilizado, el casado

      No era momento de responder, ni tenía ganas de liarla. Delante de ellos, para no ser testigo de la mentira, di el pésame a la familia con lágrimas en los ojos. 

     Dada mi caricia sincera, me quedé esperando un poco. Se me acercó el casado, y, en buen plan, repitió el argumento de que estaba allí y había estado en el tanatorio porque lo sentía. 

    -¡Pues no se os notaba, sobre todo al otro. Estabais de cachondeo! 

     Así quedó la cosa, sin más. Admito que haya gente sin compasión, sin sentimientos, que no se pongan en lugar del otro, o que no se atrevan, en su interior, a afrontar lo trascendente, y se distraigan con la parleta, lo que no soporto es la hipocresía. El CUMPLI-MIENTO,  

       Y perdonen si me pongo pesado: no soporto,  la burla ante el dolor del hermano.

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      Tras de anteayer también falleció. "Tere la de Elicio", Teresa Alonso López. Llevaba años muy malita en la Residencia. Su marido iba todos los días a verla, le cogía la mano, le hacía caricias, que no sé si ella sentía.

       Este matrimonio sufrió la desgracia de perder a una de sus dos hijas cuando tenía 21 años, hace muchos.

      Vi la esquela, al día siguiente del entierro. Charlo de vez en cuando con Elicio, pero me hubiera gustado ver a sus dos hermanas, Carmen y Dorita, las de Silvano, a su hija, a su nieta; a sobrinos de Tere, de la familia de "Los Nenes". Angelito estaba emparentado con Mercedes Barrios Riaño, prima de mi esposa.
Si alguno se asoma por aquí, sepan los recordamos.

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