REFLEXIONES ÉTICAS Y DE GOBIERNO.

       Los atentados yihadistas, como me ocurría con los de ETA, me estremecen, me indignan, me rebelo contra cualquier forma de injusticia, de maldad. ¡Cuántas veces me pregunto!: cómo somos, de qué estamos hechos los seres humanos...

       Observo y observo actitudes, hijas de las aptitudes, comportamientos ("por sus hechos los conoceréis") de grupos humanos, de personajes históricos, de personalidades actuales del mundo, de políticos nacionales, de la gente (con algunos por desgracia) con quien convivo en el pueblo. Siempre llego a la conclusión de que el ser humano es una mezcla de ángel y de demonio. Ocurre que en unos predomina lo bueno y en otros lo malo. La eterna lucha de los mejores, a lo largo de la historia de la humanidad, es, ha sido por el triunfo del bien sobre el mal: la necesidad del predominio de la razón, de unos valores éticos universales: verdad, honestidad, bondad...

      Cuando los pueblos aciertan a escoger a estos mejores para dirigir sus sociedades, éstas avanzan. Al contrario cuando no es así. ¿A qué se ha debido el retroceso en la vida económica de España, como ya había ocurrido mucho antes, y ocurre en otros muchos países? A la corrupción. No me canso de repetirlo, cuando yo luchaba contra la del pueblo, lo advertía: "que la corrupción, como pasaba en la Argentina, acabará pasando factura hasta en lo social, en lo económico".

     Pero uno no debe relajarse en la búsqueda de los buenos, de los mejores, incluso para el gobierno de lo más inmediato, de nuestros ayuntamientos. Éstos son lo que buscan la equidad, el progreso, los ejemplares, los que huyen del favoritismo, del amiguismo. Esta Corporación, salvo una excepción, ha sido en esto respetuosa, y cuando no,  como cuando lo de los caballos del silo, servidor ha saltado.

     Después, cuando en alguna colocación se veía la mano de algún edil, he pedido explicaciones privadas de no haber intervenido, se me dieron y me las creí. Ahora, visto lo visto, ya no tanto. ; He defendido actuaciones taurinas muy criticadas, inversiones que no se correspondían con subidas de impuestos.

    Pero ya no. Ante la evidencia  de actuar con reiterado amiguismo en contra de la razón, de, en vez de aplicar la legalidad que un ciudadano demandaba zanjando el conflicto,  no lo hace, sino todo lo contrario, se pone de la otra parte, echa más leña al fuego; en la discusión, en lugar de emplear argumentos, recurre a la insidia, a la mentira,  a la descalificación personal, encima con frases del más rancio machismo... ya no me puedo callar.

     Muy meditado el problema, hablado con mis hijos, le digo ahora a Félix en público, lo dicho en privado HA DE OPTAR YA. Tiene en juego regenerar su grupo político (le sobra banquillo incluso en la familia), tiene en juego la alcaldía (recuérdese mi historial), tiene en juego, incluso, el cariño la relación con todos los Modroño. Lo que presenció en la alcaldía, propiciado por él, aparte de una penosa dejación de autoridad, fue tan grave, quedó tan a las claras la inmoralidad de un edil, que nos obliga a tomar esta decisión.