Ese es el nombre del blog en que el profesor jubilado de Sociología en la Universidad de Salamanca, el villalpandino Ángel Infestas Gil, escribe sus trabajos de investigación histórica.
Por ahí, y porque me dio noticia oral de ello, supe del libro publicado por Tomás López Muñoz, Profesor toledano de historia: "Proceso contra Bernardino de Valbuena el comunero de Villalpando".
En esas dudas que mantenemos entre los comuneros ajusticiados en la Plaza de las Angustias, citados por don Luis y el nombre de los que son recogidos en las Actas del Proceso, juicio celebrado en Villalpando durante varias jornadas en el verano otoño de 1521, creo hemos dado con el quid del asunto. Eso y otras cuestiones motivaron que le escribiese una carta en su blog, la cual traslado ahora a éste. De todos los modos a los estudiosos o interesados en la historia, les traslado a las páginas del blog del Catedrático Infestas Gil.
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Amigo Ángel: Ayer di por aprendida la
lección sobre el proceso de Bernardino de Valbuena, el comunero de Villalpando.
Sería muy extenso exponer mis dudas y conclusiones. Sí que me gustaría hacerlo
participando con humildad, como alumno de los dos maestros, en una mesa redonda
que se podría organizar en la presentación del libro.
Es tan
erudito el trabajo del Profesor Tomás López Muñoz, tan estudiadas las actas que
incluso llega a suponer algo ocurrido en la realidad. La certeza de esa
suposición nos la confirma don Luis Calvo.
Copio un
fragmento de la cronología del proceso, escrita por López Muñoz:
“Villalpando, 1521, agosto,9”
“…. La
declaración de Bernardino López, fechada el 3 de junio de 1521, fue incorporada
posteriormente al proceso de Bernardino de Valbuena. El que la fecha de
declaración de este testigo sea anterior al proceso y el que el encargado de
realizar la pesquisa a Bernardino López fuera el alcalde de Villalpando, Ortega
de Bañuelos, y no Pedro Hernández de Santo Domingo, nos hace pensar que antes de comenzar el proceso contra Valbuena ya se
habían iniciado otras causas contra distintos comuneros de la villa”.
¡Ya
está!: Se habían iniciado y concluido, de forma sumarísima, los procesos contra
los que cita don Luis como ejecutados:
Diego de Valbuena, Hernando de
Villalpando, Juan Marbán y García de Arce. Incluso los propuestos por Julio
González y Elías Sánchez para calles a su nombre, Francisco García de Villalpando,
Luis de Villalpando, Diego Valbuena y
Hernando de Villalpando, estos dos últimos también citados por don Luis.
A Juan Marbán e Hernando de Villalpando,
los encontramos como alcaldes en el acta de 25 de enero de 1521, por la que
contestan al requerimiento hecho por
“doña Juana e su hijo don Carlos”. (pag. 176); a Diego de Valbuena,
García de Arce, Francisco García de Villalpando e Luis de Villalpando, no los
encuentro en la testifical del vecino de Cabreros Juan Ruiz Maladino, la más
prolija, en la que cita a unos setenta nombres que “fabian hecho acostamiento con Bernardino de Valbuena”. ¡Claro!: si
a los citados por don Luis, Julio y Elías, (seguro que bebiendo del archivo
municipal destruido) ya los habían liquidado, buena gana de acusarlos.
Ahora
puntualizo un desacuerdo o cuestión a debatir: la afirmación del historiador
Luis Fernández Martín en cuanto a que la “economía
de esta región era extremadamente débil” en cuanto a recursos naturales. Ni
las tierras son todas fuertes, ni mucho menos, como dice, ni existía monocultivo, como
dice Ángel Vaca. El clima, más que riguroso, irregular. Y cierto que, como en
todas las partes, “abril y mayo son las llaves del año”, pero raro es que nada
llueva en esos meses. Ayer cayeron cuarenta litros.
Villalpando,
como toda la “Tierra de Campos” era una de las comarcas que más aportaba a la
riqueza de la próspera Castilla, cuando “la pax Isabelina”: montes (leña y
pastos), LANA y carne de los millares de ovejas; pan, que no ocupaba todo el
terrazgo, sino las tierras más próximas a los pueblo y feraces; cebada y
legumbres, prados, que se les olvida
citar; ahí está, todavía, el de Huelga Pedro, 68 Has. de ahora; además, hasta
nuestros días llegaron las praderas de “El Chapazal”, la Redondilla, Amaldos; y
las viñas, que no ocupaban las tierras más pobres, como posteriormente,
Valdeconejo, el Sebo, los Amorosos,.. (todo eso ligero era monte), sino tierras
frescas a la derecha de la carretera de Zamora. En los documentos transcritos
por Ángel Vaca de escrituras de compra-venta de viñas, ya en el siglo XIII, la mayoría aparecen al pago del “Xaguazal”, la
“Callejina”, donde todavía conocimos buenas viñas: de los Curreros, Modroños, “la
Viuda”, Amós Vega; y también huertas, que ya estaban donde ahora, en el camino
de “Carrancha”, sería la primera parte del actual camino de Valladolid que se
bifurcaba hacía la “Cuesta Carrancha”, topónimo todavía usado.. Ese nombre, así
escrito en un acta es el correcto, no el de “Carrera Ancha”
Otra
cosa es que la pobreza fuera debida a la esquilmación por los impuestos.
Un dato
importante sobre la riqueza de la zona era la cuantía de los maravedises que sus
moradores pagaban de martiniega, pechos, fonsadera, yantar, alcabalas...; sus ferias y mercados; las diez parroquias y
trece ermitas; los cubos de la Puerta de Villa, la cantidad de clérigos; el que
don Pedro Girón pusiese como excusa para venir acá, desde Villabrágima que la villa poseía
alojamientos y provisiones; las quinientas treinta y ocho gallinas y tres
docenas de ánsares, que recibió Valbuena..; las ciento tres cargas de trigo del
Condestable en tres silos en la Plaza del Templo…; los dos mil habitantes de la
villa, casi la mitad que Zamora, la población en aldeas y villas del alfoz, nos demuestran que la economía de la región no era "extremadamente débil", como lo eran Aliste, Sayago, la Carballeda...
Lo
anterior, dentro del trabajo del Profesor López Muñoz, no tiene mayor
importancia. En su riguroso trabajo, la
cita de tantos lugares de dentro de la villa, de sus alrededores, la
descripción de sucesos, etc. es lo que a uno le hacen transportarse a aquellos momentos.
Por
supuesto que de todo el suceso comunero, dentro y fuera de la villa, hay mucho
que desurdir; pero creo el momento y lugar, para hacerlo más ágil e
interesante, sería en esa mesa redonda o coloquio que al principio he sugerido.
5 comentarios:
Información sobre tormenta de agua y granizo en Villalpando y comarca
Un saludo gracias de antemano
Información sobre tormenta de agua y granizo en Villalpando y comarca
Un saludo gracias de antemano
Informo en nueva entrada.
Amigo Agapito.
Contesto o, mejor, continúo con este intercambio de comentarios, que me está resultando muy enriquecedor, tanto por tus observaciones tan acertadas como por las matizaciones y sugerencias que me haces.
Aunque lo leí varias veces, no caí en la importancia del párrafo que trascribo a continuación y que nos proporciona el contexto legal de todo el documento:
“Antonio de Colmenares, escribano de sus magestades, yo os mando que de las pesquisas e proçesos que ante vos pasaron e se hizieron en la villa de Villalpando, sobre rasón de los que fueron condepnados y eçebtuados sobre los alborotos de Comunidad, desmembréis e saquéis de la dicha pesquisa el proçeso e sentençia que se hizo e dio contra Bernaldino de Balbuena, todo ello escripto en limpio, e signado en manera que haga fe para que yo lo mande ver y probeer sobr’ello lo que sea justiçia. Hecha en la mi villa de Haro281, a doze días del mes de noviembre de mil e quinientos e veinte e tres años. La duquesa de Frías”. (Proceso…, p. 100)
El proceso publicado y comentado por Tomás López es extracto y copia de otro documento más amplio con todas las pesquisas y procesos que se hicieron a los comuneros de Villalpando. Aunque el publicado ya nos proporcione una visión bastante completa de aquellos hechos, no deja de ser una pena que no dispongamos de los otros procesos. Quizá allí encontraríamos referencia a otros comuneros, como los que cita Luis Calvo.
Aparte de su interés, el testimonio de Juan Ruiz Maladino es muy significativo. Como contador de la compañía de Bernardino de Valbuena, este vecino de Cabreros disponía de información privilegiada.
Comparto tus dudas sobre la información de Luis Fernández Martín sobre la “economía débil de la región”. A los datos que aportas se podrían añadir las rentas que pagaban al condestable Villalpando y su alfoz y que son indicador de la riqueza de esta tierra y de la presión económica a que estaban sometidos sus vecinos. En el testamento de Íñigo Fernández de Velasco se dice que esas rentas ascendieron a 1.650.000 maravedíes en 1527. Para hacernos una idea del valor real de esa cantidad podríamos tener en cuenta que todos los bienes secuestrados a la familia Valbuena (hidalgos importantes, Lope de Valbuena había sido alcaide y gobernador de Villalpando con el condestable Bernardino Fernández de Velasco…) alcanzaron en la subasta el valor de 294.000 maravedíes.
Lo dejaremos por hoy, esperando que salgamos pronto de la situación en que nos encontramos y podamos juntarnos y discutir a gusto sobre estos y otros muchos temas.
Un abrazo
Ángel Infestas
¡Buenos días, Ángel!
Está totalmente claro: hubo otro proceso anterior al de Bernardino de Valbuena, por el que fueron ejecutados los comuneros que citan don Luis, Julio González y Elías Sánchez. Ahora lo interesante sería saber si, al igual que las actas contra Valbuena están el Archivo Histórico Nacional, si no lo estarían las del anterior proceso. Sigo suponiendo que, al tener acceso a las mismas, dos ciudadanos humildes de Villalpando, estarían en el Archivo Municipal, destruido unos años después por el fuego. No obstante sería cuestión de rebuscar en el montón de papeles sin clasificar que quedan en el doble del actual Ayuntamiento. Aunque quizá lo primero sería hacerlo en el dicho A.H.N.
De nuevo el alumno pregunta al Profesor: sabemos que el segundo perímetro de la cerca, “muralla”, el que iba desde la puerta de Santa María, hasta la de San Andrés, pasando por la de Santiago, salvo un pequeño lienzo donde estaba el juego de pelota, era de tierra, sacada del foso que conocimos como “la cava”. Yo tenía la creencia de que la tal cerca era, simplemente, una continuada parva de tierra. Un dato que recojo de las actas es el hecho de la obligación de los vecinos de las aldeas de la tierra o alfoz tenían de venir a reponer el tapial de la cerca, de donde deduzco que la tal era un muro de tapial. Esa es mi duda: si tapial o tierra amontonada sin más.
Muy interesante tu dato sobre la economía de villa y tierra. A los alumnos de 8º de E.G.B. les afirmaba que si hoy se habla castellano en “medio mundo” es gracias a las ovejas. Aunque puede que exagerara es lo cierto que la lana (antes del algodón y las fibras sintéticas) fue lo que dio a Castilla las riquezas para extenderse por el mundo, y que está, de siempre ha sido tierra de ovejas.
Ganas tengo de juntarnos para “villalpandinear” un poco-.
Un abrazo.
A. Modroño.
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