martes, 17 de febrero de 2015

DIONISIA CRESPO HERRERO



    Sí, LA CARRISIA. En estos momentos traen su cadaver al Tanatorio de Pedro. Llevaba unos días ingresada.

      Debió nacer en 1920, en Villar de Fallaves. ¡Qué mujer más valiente! Parecía que ni la muerte iba a poder con ella.

    Se casó muy joven, con un muchacho que estaba de pastor en casa de su padre, Esteban "El Marzogo", Isidro de Caso, que era de Villamayor. Con el poco de dinero que le dieron por estar en la guerra, ya casado, formó su propio rebañico. No pudo superar el 45, el año malo, ni durmiendo con ellas en El Raso, y se vino de pastor an'ca "Los Chicharros". Compraron una casica en la calle Silera, y allí se asentaron con las tres niñas. Ya aquí, en Villalpando, nacería el niño.

   Son tantos los recuerdos de esta familia: yo estoy entre Teodora y Conchita. La preciosa, y buena como el pan, Olvido, era un poco mayor. ¡Menuda cuadrilla nos juntábamos en el "Rincón de las Monjas": "Los Tollas", Sastres, Morales, Carrisias, Margarita..."Huesito"... Después los Floreales, Isidrín, Pili y Angelito, los de Guadillo...

    Dionisia fue una mujer valiente, trabajadora, de esas de antes que le plantaban cara a la adversidad, con un par. -"Olvido, hija mía, no pasa nada-. Y criaron al niño, que me parece tiene nietos, tataranietos de  Dionisia.

    Ya siento no haberla visitado más en la residencia. ¡Cómo agradecía las visitas...! ¡Cómo sintió la muerte de Belén...! Me preguntaba. Estaba al tanto de todo lo que ocurría en nuestra familia, en el pueblo.

    Carrisia, amiga, descansa en paz.

 

9 comentarios:

Tomás Mansilla dijo...

Los humanos siempre tendemos a pensar que la muerte no va con nuestras familias, pero siempre llega la verdad machacona y duele, vaya que si duele, por eso y por haberlo vivido no hace tanto tiempo en mi propia persona, amigo Antonio, en estos momentos tan duros deseo darte mi mas sincero pésame, y acompañarte en tu dolor, esto lo hago extensivo a toda tu familia, descanse en paz.

Tomás Mansilla Fernández

Unknown dijo...

Estimado Agapito.

Quiero agradecerte tan bonitas palabras sobre mi abuela. Leyendo tu obituario acabo de saber algunas cosas que nunca jamás he odio en el seno de mi familia.

Muchas gracias.
Jacinto Canales de Caso

Antonio-Isidro de Caso Crespo (carrisio) dijo...


Amigo Agapito, has demostrado, mediante esta crónica de mí madre, tu pasión por contar historias. “Eres un narrador que da cuenta de la realidad, sobre todo acerca de aquellas historias que no se incluyen normalmente en los medios de comunicación masivos, utilizas datos y detalles para crear un juego de palabras que hacen vibrar emocionalmente a todos los lectores de este blog,”.

Vecino…el amor nace de todas las cosas bellas que no decimo y muere de lo que al final queremos expresar,” tú lo has clavado” tal vez por ese dolor sentido de vecinos de toda la vida, has plasmado con la luz y amor una pequeñíiisima historia de mi madre, como realmente existió toda la vida en la calle Silera nº6 nunca morirá.

Nunca será demasiado nuestro agradecimiento, a quien no nos ha abandonado en estos malos momentos a la muerte de nuestra madre. D.E.P.

Gracias a todos.

Administrador dijo...


¡Buenos días Antonio-Isidro!

Podría haber contado muchas más cosas. ¡Viviendo al lado toda la vida...!

Recuerdo, por ej., que tu padre debía tener unas ovejas propias con las de Máximo, que ordeñaba aparte, con las que tu madre elaboraba un riquísimo queso de "pata mulo". La estoy viendo llegar a ofrecérselo a mi abuela, y el regateo hasta hacer el trato.

Con tu padre, ya jubilado, conversé mucho. Me encantaban sus historias de su lucha por la vida. De cuando algunas noches de invierno, durmiendo en el Raso, ya no aguantaban más el frío, dejaban las ovejas en la telera e iban los tres o cuatro de Villamayor a la casa de su cuñado Juan, el del monte, a que les diera unas sopicas calientes y matar el frío a la lumbre...Incluso les tendían un jergón y allí pasaban la noche.

Tu padre de jubilado pasaba todas las tardes en el bar de Mito, con Segundo Marcos, Agustín "Chabolo", Manolo el "Chapucero", Amalio... Me veían pasar en aquel "Barreiricos" sin cabina y hacían muchos elogios de mí. Me querían, y yo a ellos.

¡Gracias a ti por tu cariño con el que honras a tus padres!

MADOLOK dijo...

Mi más sincero pésame para toda la familia .

Unknown dijo...

>¡Menuda cuadrilla nos juntábamos en el "Rincón de las Monjas": "Los Tollas", Sastres, Morales, Carrisias, Margarita..."Huesito"... Después los Floreales, Isidrín, Pili y Angelito, los de Guadillo...

Agapito,

Estoy aquí con mi madre, la Carrisia la pequeña, leyendo el blog y me dice que se te ha olvidado mencionar a los más famosos y los más 'guerreros', .... los Moritos.

Cathy dijo...

Mi mas sentido pesame a su familia era amiga de mi abuela margarita

Administrador dijo...

Amigo Jacinto: Cuánto sentí no poder asistir al entierro de tu abuela, y por ello no poder saludarte. Con tu madre, Teodora e Isidro (no me acostumbro a llamarle Antonio) estuve bastante, no todo lo que me hubiera gustado.

Conozco, por tu abuela, tu tío, y algo por tu madre, de tu importante currículo. Admiro el talento, el esfuerzo y la capacidad de emprender. A ver cuándo puedo saludarte.

Dile a Conchita, tu madre, que la memoria es selectiva, de ahí que tienda a olvidar a los más "guerreros". De todos los modos "los Moritos" vivían un poco más abajo, y no los recuerdo tanto de nuestros juegos en "El Rincón de las Monjas", si en cambio de jugar en la era donde ahora están los silos, y por las bodegas de La Fuente y las constantes riñas. El mayor, Eudosio, quinto mío, pasa temporadas en verano. Mantenemos buena amistad.

Y a ti Cathy, cariño, te echo de menos por el pueblo. Seguro que Pepito, Amelio, Angelita, Pili, Juan Carlos, se alegrarían mucho de verte por aquí. Las Carrisias y "Las Cabritas" vivían apenas separadas por una pequeña tapia. Tenían sus roces pero yo sé que tu abuela y la Carrisia mayor, Olvido, guapas a rabiar las dos, se querían.

Un abrazo muy fuerte a todos.

Cathy dijo...

Agapito amigo muchas gracias por tu mensage hecho de menos el pueblo. Con ganas de veros a todos muchos besos