La exhibición de cortes, quiebros y saltos, que forma parte de la Feria de la Madera, tuvo un propósito muy especial: recaudar fondos para la restauración de la iglesia de San Pedro, el último templo histórico de la localidad.
El gran ganador de la jornada fue el recortador local, Jaime Gallego, también historiador y una de las personas más comprometidas con la causa, quien se llevó el Trofeo San Pedro. Su destreza y dedicación no solo destacaron en la arena, sino también en la recaudación de fondos, demostrando su profundo compromiso con la preservación del patrimonio cultural de Villalpando.
Además del ganador principal, otros recortadores también recibieron trofeos, Fernando Larriba, Joel Fernández y Fran Leguiche fueron galardonados.
El festival benéfico no solo fue una muestra de habilidades taurinas, sino también de solidaridad y colaboración comunitaria. Gracias a las y donaciones, hasta la fecha se han recaudado 31.765 euros para la restauración de la iglesia de San Pedro. A esa cantidad hay que añadir los 6.000 euros ap., beneficio del festival.
El pueblo se volcó en apoyo a esta noble causa, demostrando que el patrimonio histórico es un tesoro que todos desean preservar.
Los 15 recortadores participantes, provenientes de diversas localidades de Zamora, Valladolid y León, se enfrentaron a tres imponentes vacas, mostrando su valentía y destreza. Posteriormente, el desafío de jóvenes promesas y viejas Glorias añadió un toque de nostalgia y competencia sana, culminando con una capea popular que deleitó a todos los presentes.
El vecino de Villalpando Pablo Modroño, leyó antes de comenzar el espectáculo un poema dedicado a la iglesia de San Pedro, que fue aplaudido por el público. La iglesia de San Pedro, construida a finales del siglo XII, es un símbolo de la historia y la identidad de Villalpando.
Su estilo mudéjar, combinado con elementos góticos añadidos en el siglo XV, la convierte en una joya arquitectónica única. Sin embargo, el paso del tiempo ha dejado su huella, y su deterioro ha llevado a la comunidad a unirse en un esfuerzo colectivo sin precedentes para recaudar los 200.000 euros necesarios para su restauración.
Liderados por el párroco Manuel Benito García y la Fundación ZamorArte, los vecinos de Villalpando continúan trabajando incansablemente para alcanzar su objetivo.
La visión es clara: convertir la iglesia restaurada en un museo que celebre y preserve la rica historia de la localidad. La Fundación ZamorArte sigue invitando a instituciones, entidades privadas y residentes locales a sumarse a esta causa, con la esperanza de ver la iglesia de San Pedro resurgir como un símbolo
de orgullo y legado cultural.
Jaime Gallego recortando y con el trofeo.
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