¿QUIÉN MATÓ AL
COMENDADOR?
Es
ahora mismo la comidilla por todas las barras y
terrazas: -¿Pero es verdad que han suprimido el encierro “mixto” de
mañana..?
Busco
bandos en papel y no encuentro más que uno que habla de retirar escombros,
andamios o cualquier resto de obras. Un amigo me dice: -¡que viene en el móvil!
Me da a leer el comunicado del Ayuntamiento. Resumido: que aunque la Diputación Provincial de Zamora ha autorizado el corte de
esa carreterilla, ZA-L 2325 de su propiedad, la DGT deniega el corte; por lo
tanto la Junta de CyL no autoriza los encierros que han de cruzarla. Que se
ha reunido una comisión del Ayuntamiento con el Subdelegado del Gobierno, con
la Delegación de la Junta, con la
Comandancia de la Guardia Civil, y nada.
Me entra pena, tristeza, indignación. ¡Qué
bonito el año pasado!, a pesar de la inexperiencia, de algunos fallos. Este año
ya habían instalado señales en caminos, supongo, porque están tapadas, que de
prohibición de circulación de vehículos a motor en dirección a la zona por la
que iba a transcurrir el precioso encierro; ya habían traído siete bueyes, a
los que hoy les dieron a conocer el recorrido… Todo el pastizal en vallas; todo,
¿para qué?
El
año pasado, así que subió la manada, escuché a más de uno: “se me han puesto
los pelos de punta”. A mí también. Lo entiendo: es el villalpandinismo (con más
o menos conocimiento de la historia) que nos cala hasta en los tuétanos.
En
nuestros genes está la voz de nuestros ancestros. Por eso nos emociona tener
noticias históricas de corridas de toros en el siglo XVI, cuando don Juan de
Austria, siendo todavía “Jeromín” en Villagarcía de Campos, habiendo derribado
el toro un tablado repleto de mujeres y niños, alanceó de muerte a dicho toro.
Lo
del año pasado fue recobrar una vieja tradición. Hasta hace cuatro días, cuando
no había camiones, las reses para las fiestas eran conducidas a pezuña por
caballistas y gentes de a pie. Como las ganaderías estaban en el valle de Las
Urnías o en los “Campos”, incluso en la dehesa, abrevaban en la laguna Redonda
y entraban por la Puerta de Villa.
Nuestro
arco de San Andrés ha sido testigo de efemérides. La más importante cuando el 2
de diciembre de 1520, el traidor comunero Pedro Girón, levantado el cerco a la
realeza sitiada en Rioseco, golpeó el portón con el pomo de la espada, para
refugiarse al frente de su mesnada dentro de las murallas de villa Alpando. En
ello pensaba el año pasado esperando a la manada; y en la laguna Redonda, con
patos, con carrales y cestos a lavar e hinchar; recordaba a tanto cavador de
viñas verdejas; a tanto labrantín de mancera, de hoz, de carros con armajes, de
trillos..; a tanto viejico como en el invierno, los días de sol, buscaban la
abrigada de sus cubos. Quiero recordar una vieja foto en la que están el Sr.
Francisco, “el Patas”, Pepe “Huevero”, Regino “Carranca; el Sr. Heliodoro el
herrero,…
Emocionante
la plasticidad de astas, picas y jinetes, venidas desde los campos entrando en
el pueblo por su puerta principal.
Perdonen
tanta digresión. ¿Qué cómo van a ser los “encierros”, mejor dicho los
desencierros? Pues eso: a las diez y media sueltan, supongo dos o tres
novillos, de la plaza de toros, (que no es portatil, sino fija) y ala; la bestiada de siempre. Cada un tomará
una dirección y a correr detrás de ellos cientos de caballistas, coches, motos,
hasta que rendidos o golpeados por algún vehículo, medio muertos son cargados
al camión. O sea: desencierro, suelta hasta el agotamiento de los pobres bichos.
Advierte
el bando la prohibición de acercarse vehículos a la zona de recorrido y de
expansión. ¿Cuál va a ser esa “zona de
recorrido y de expansión” soltados sin cabestros, pues ya no se trata de
conducirlos para tomen el camino de Valladolid, entren por San Francisco y
suban la Puerta de Villa? Cuando ocurrirá lo de siempre, cada uno por un lado.
Eso es lo que quiere decir “encierro campero”. La barbarie que estamos viendo
en los “encierros camperos” de estos días en casi todos los pueblos. ¿No es
mucho más ilegal ese maltrato, que cortar durante media hora una carreterilla
local?
A
las doce habrá otro “encierro”, a toda caña trabajan los empleados municipales
para rematar el vallado. Van a depositar otros novillos en el parque de “Los
Toreros”, para que suban por la Puerta de Villa. ¡Bueno!: al menos no habrá
maltrato; van a subir, pero no es lo mismo que la emoción de verlos entrar por
San Francisco, como las mesnadas comuneras. Y adentrarse en el pueblo.
¡Qué
indignante! trocar la belleza del recorrido campero en manada, conducidos por expertos
caballistas y la llegada y entrada hasta la plaza, por la salvajada de soltar a
dos o tres pobres bichos a su aire hasta la extenuación.
Ya
el año pasado la DGT informó desfavorablemente, denegó por tanto, la
celebración del encierro mixto del día 15. Se celebró y no creo pasara nada.
El
pasado ocho de agosto, una comitiva de dos o tres mil personas, arropando a un
desaprensivo, cortó, sin autorización la Avnd de LLuis Companys en Barcelona;
montaron un escenario sin autorización, y dejaron escapar al ínclito que manda
en España. Pero en este pobre rincón de la Castilla, ora poderosa, ora
harapienta, el sentir de sus escasas y pobres gentes no cuenta.
Como
sugerencia, sin que sea tomado como incitación al delito, creo la Corporaciòn
Municipal, apoyada en la base legal del ama de la carretera (la Diputación), debió pedir apoyo
al vecindario, que cortar esa carreterilla media hora no creo sea tan grave,
además los de Quintanilla tienen otras salidas. Y, ¿quién mato al Comendador?
Aquí no se trata de matar a nadie. Existen razones morales para las que se
puede encontrar algún resquicio legal, si existiera el apoyo de todo un pueblo.
Se
trata de menos criticar y más apoyar.
4 comentarios:
Se debería prohibir y denunciar el maltrato animal para siempre, con o sin fiestas
¡Muchas gracias Rosa por tu comentario!
Llevo muchos años protestando la salvajada de soltar a dos o tres novillos por el campo hasta que quedan extenuados. ¡Por fin! en Villalpando se intentó acabar con esa práctica; pero mira tú por cuanto, por culpa de un papel, se estropeó el precioso espectáculo.
Rosa, hay una cosa que esta clara, lo primero es lo primero, y en este caso es que mucha gente seguimos los pasos de nuestros antepasados. En mi caso, mi abuelo José era muy taurino, por lo tanto yo no lo busque, me lo encontre, fui con mi abuelo a charlotadas, a la Solana, y super contento que iba. Por otra parte, mi abuelo Epifanio era cazador y pescador, igualmente no lo busque, me lo encontre, tambien iba con mi abuelo al Valderaduey a por cangrejos, no veas cuando lo recordamos los primos, se nos humedece los ojos. Por lo tanto hay una cosa que esta clara, lo primero es lo primero y es lo hare hasta que me muera. ¿Que hay que cambiar cosas? Por supuesto, afortunadamente se han cambiado cosas y para bien. Ahora se lleva cachas, palos.....para apoyarnos, nunca para dar al ganado como se hacia no hace muchos años. Renegar de lo que hacian mis abuelos seria lo peor que yo como nieto podia hacer. Trabajo hay, pero nunca prohibir prohibir es de dictadores.
¡Gracias Fernando por tu comentario!
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