jueves, 29 de diciembre de 2011

SUS CENIZAS, POR EL RASO.

Sí, las de Adriano de Caso Sampedro, perdonen lo grosero del apodo, "Cagatitos".

No han tocado por él las campanas, ni velatorio, ni fingidos pésames, ni funeral; así él lo había pedido. Nadie lo sabe en el pueblo. Luci, una de sus sobrinas, nos lo ha dicho, ahora, cuando hemos ido al almacén a por cajas de leche.

He sentido de golpe las penas que me daba, en sus peores momentos, este pobre buen hombre. En el:"sólo fue malo para él", coincido con la sobrina. Cuando en el bar todos huían de él, al verme aparecer, buscaba mi refugio, y lo encontraba. Incluso alguna vez, recuerdo en el bar del "Cole", nos poníamos a cantar. Me llamaba "Tito" como lo hacían de niño, cuando "te crió mi hermana Goyica".

Entre mis recuerdos remotos, está el ir, con Goya, a casa de sus padres, en la calle Amargura: el piso de tierra, las paredes pintadas de almazarrón moteadas de redondeles, en la pared muchas jaulas con machos de perdiz. El padre, Santiago, "El Morral", era cazador profesional. "En nuestra casa siempre había carne, no pasamos hambre", era uno de los orgullos de Adriano.

Cuando se vio solo, en los peores momentos, siempre encontró la protección de su hermana "Goyica". Ésta se murió antes de tiempo y a Adriano se le acabó el cobijo, hasta que su situación fue tan penosa que no le quedó más remedio que ceder, abdicar de su libertad y dejar que sus sobrinas, las hijas de "Goyica", y sus hijas ausentes, se lo llevaran con ellas a Valladolid, para arreglar tanto deterioro.

¡Qué naturaleza!: salió de "Pucela" como nuevo y lo ingresaron en la Residencia de Benavente. Venía por el pueblo, bien arreglado y no tomaba más que café.

Un día me lo encuentro en la plaza radiante. Venía a arreglar papeles pa juntarse con una viuda de la que se había enamorado en la Residencia. Se iban a vivir a casa de ella a Zamora.

Fueron años felices: cultivaba el huerto, cuidaba unas gallinas, convivía, ayudaba a su mujer, hasta que, como hace tres años, ella falleció. Él siguió en aquella casa, viviendo como siempre, libre como los pájaros. Las hijas se ocupaban de él cada semana.

Cuando lo vieron mal, lo llevaron otra vez a Valladolid, al hospital. Allí, consolado por ellas, ha muerto pensando en su pueblo, pidiendo que no lo entierren, que él quiere ser siempre libre, que sus cenizas vuelen como las torcaces, por El Raso, por donde el "cabañal de Adriano".

miércoles, 28 de diciembre de 2011

A Pablo Román Allende

De Ramón López González

SIN ÁNIMO DE POLEMIZAR

Permítame me dirija a Vd. Desde el blog de Agapito Modroño, ya que ha sido y es el único en el que hasta ahora me he expresado, confiando que éste acepte publicarlo

Por lo que Vd. expresa de tantos años de andanzas por archivos, deduzco que nuestras singladuras son similares y si no me equivoco, creo es Vd. con quien el año 1982 me entrevisté en la oficina sita en la plaza de S. Nicolás de Villalpando.

Tan sólo deseo hacer unas precisiones a algunas de las situaciones que Vd. hace de las 17 aldeas en el blog de Villalpandinos II .

S. Mamés. Hoy lo conocemos con dicha denominación, aunque en la documentación de la Edad Media, (Libro de Privilegios de la Orden de S. Juan) se le cita como Castrillo, el nombre actual se supone quedaría por ser el de su iglesia.

S. Martín de los Rascones. (Anterior S. Martín de Villamayor). Los Rascones debieron radicarse en Villalpando a principios del s. XV, adquiriendo el lugar, aún con población, compartiendo los derechos de diezmos y otros, con el monasterio de S. Zoilo de Carrión. Lo cita situado entre Villamayor y Quintanilla del Olmo, supongo se trata de un error, es Q. del Monte.

S. Vicente. Lo sitúa entre Villanueva y Villamayor, si se refiere a la iglesia de Villar, esta con dicho pueblo quedaban entre Villamayor y Hallave, si tiene dudas, le ruego consulte el libro citado, igualmente con Santa Marina, la cual era la iglesia del citado Hallave.

Toldanos. No hay dudas que el torreón que aún existe próximo a la carretera a Zamora, a la altura y en término de Cañizo, son ruinas de la que fue la torre de la iglesia del lugar. Vd. le sitúa cerca de Prado, ¿no se confundirá quizás, con otro Prado situado en las inmediaciones de las lagunas de Villafáfila ?

Villacebola. Afirma Vd. que estaba situado “entre Villanueva y Cerecinos”, por favor más rigor, dicha aldea acabó siendo un barrio más de Villamayor, estando situada justo al oeste de este, igual que aconteció con Otero o S. Salvador, su iglesia, situada en lo alto del cerro de los Villares.

Sobre quienes promovieron y plasmaron el voto, hay quien supone que la idea partió del convento de franciscanos extramuros, los cuales se la trasladaron al condestable y este a las autoridades por él nombradas, Es de suponer que en esa primera plasmación, no todas el resto de villas y aldeas, estuviesen informadas. El tema hay que tratar de verlo en el entorno de aquellos años de tantas turbulencias, guerras y miedos de castigos divinos. No fue le primer voto, aunque sí el más explícito, permitidme que diga que en Villalpando se vive y recuerda el tema con excesiva reiteración y pasión. La historia de Villalpando tiene aún áreas importantes de su historia sobre las que aún no se ha estudiado o escrito, o se han realizado sin el rigor que hoy requieren.

Atentamente.

martes, 27 de diciembre de 2011

VOLVER AL PUEBLO. Mª Dolores Caramazana.

DOLORES CARAMAZANA ha dejado un nuevo comentario en su entrada "TAMBIÉN HAY NIÑOS.":

VOLVER AL PUEBLO
_Madre: que no voy al pueblo,
que allí me siento perdido,
que mis amigos no están,
que al igual que yo me fui
ellos un día se han ido.

Se fueron a buscar pan
al igual que yo, imagino,
y si vuelvo, madre mía,
me verán roto y hundido.

El fracasado es aquel
que se empeña en no admitirlo,
mira bien hijo que quieres,
si quieres bien a tus hijos.

Aquí no habrá nunca humos
aquí el aire está muy limpio,
y delante de la puerta
haremos un jardinito,
con flores, enredaderas,
allí jugaran los niños.

_Madre, esa casa dejada
es ya vieja y no da abrigo.


_Pues tus manos y mis manos
con amor pondrán ladrillos.

_Madre, que no quiero irme
pues, que dirán los vecinos.

_No pienses lo que dirán,
piensa más bien en tus hijos.

_Ellos aquí tienen todo,
tienen amor y cobijo,
y un día tendrán carrera,
si nos vamos, no es lo mismo.

_Ellos buscaran su vida
no me seas ingenuo ,hijo,
aquí, tendrán todo el campo
que ya esta lleno de trigo,
comerán pan… pan del bueno
que amasaran ellos mismos.

Las uvas aquí son uvas
y nos darán un buen vino,
el trigo va madurando,
lo recogerán tus hijos.



Además, he de decirte
por si te decides hijo,
que Julio el nieto de Alfonso
al pueblo ha vuelto el chiquillo.

_Madre, que tiene cincuenta
no le llame más chiquillo.

_Pues los tenga o no los tenga,
para el pueblo se ha venido.

_Vale, no siga ya, madre
porque ya estoy decidido,
con sus manos y mis manos
haremos lo convenido
y mis hijos algún día
verán que no me he rendido. Agosto 2009

martes, 20 de diciembre de 2011

TAMBIÉN HAY NIÑOS.

Los lectores de este blog, tan lleno de necrológicas, de recuerdos, pueden pensar que Villalpando es sólo pasado.

Eso se refuerza si leen el foro local, por el que me asomo de tarde en tarde, donde, de vez en cuando se vuelve al consabido rollo de las manoseadas y deformadas "grandezas históricas", que crean confusión y un falso mito.

Pues es que ayer, Inés, la menor de la clase, cumplió 6 años, y celebraron la fiesta en la casa de su tía Gracia. La mini urbanización Modroños entre Silera y Los Corralones es un ejemplo de comunismo familiar. Aquí, menos mío, (hay 14 bicis y ninguna puedo utilizar, me he tenido que comprar un "Panda" de segunda mano, y ya lo cogen todos. Los de ellos, yo, ¡ni tocarlos!), todo es de todos.

¡Bueno, pues eso!: Desalojaron de tresillo, mesita, etc., el salón para allí celebrar la fiesta. Cuando los críos empezaron a ponerse brutos, Jesús los sacó al corral y los desfogó a base de juegos.

Estaban los 18 de la clase de 1º de Primaria, menos tres de los pueblos, sustituidos, no obstante, por otros amiguitos, con creces. Si contamos a la pequeñina de Cartón, de 8 meses, creo había 21 críos.

Desde el primer momento, tres se erigieron en los amos del cotarro: El de Jesús Leal, descendiente de la familia de "Los Bastianes". Tiene dos años más, pero tenía que acompañar para defender a su hermana Celia (los papás son amigos), por eso sacudió a Mario Mayoral, nieto de Marcelino, porque había insultado a su hermana. Ambos son dos críos de lo más templao. El Leal, es igual que su padre, y tiene cara de pillo. el Mayoral de la Puente, me decía: -¿Pero es que tú, Agapito Modroño, no me conoces?. -Que soy Mario, el nieto de Marcelino. El trio lo completa Iván, a quien apodo "El Terrible", (al menos a su abuelo Vicente Blanco Mández, no le parece mal). Este niño, guapo como todos, e inquieto, es hijo de un Giralde y de una hija de Vicente.

Estaban dos Alejandros, Blanco y Granado, (de Pedrito el de Sole y de Maxi Granado, de "Pizarro") un hijo del Secretario del Ayuntamiento, Gonzalo Gallego, nieto de Manolo el Fontanero, el capricho de las nenas por sus melenas onduladas; Marcos, el niño de Fernando Cartón y la rusa Olga, que tiene un año menos y se juntó con Edu "Pelopincho". De momento el continuador, por mi parte, de mi apellido Modroño. Jorge Gallego, un "Marcialín". Cito de memoria y se me olvidan críos. Algún lector puede añadir las faltas.

Las niñas, a pesar de Leire Pajín, jugaban aparte, huían de los críos brutos, hasta que se sumaron a la juerga del corral: la del cumple, Paola, hija de Ana Alejos; María, la de Vicente, el carnicero; la niña de Toni, el del Atlanta, una morenita muy rica; otra, nieta de Narci (estuve un momento y no retengo el nombre de todas, y por no llegarme a casa de Jesús,...; Nayla, hija de Javi Núñez, más pequeñita, por eso su mamá, Puri es mamá ayudante; Lucía, la niña de "Cachu"; la susodicha Celia. ¡Por supuesto que también me quedan niñas en el tintero!, y no me voy a molestar a ver si salen los 21 o 22. Añadimos a Caterine, la de ocho mesitos, rubita de ojos azules, como la mamá.

Los otros abuelitos de Inés, los de Salamanca, aguantaron y disfrutaron con la fiesta.

¡Bueno!: pues ya tienen un muestrario de que en el pueblo, si no tantos como antaño, (algo, no obstante, ha aumentado este curso la matrícula del Colegio) sigue habiendo, y lo que es mejor, naciendo niños. Cierto que uno o dos por pareja, salvo excepciones, pero sí hay parejas jóvenes y llevamos buena racha de preñeces y nacimientos.

viernes, 16 de diciembre de 2011

MORENO.

Esta mañana andaba por el corral y me llega tristón, dificultado por el fuerte ábrego, airón de abajo, el lloroso tañido de las campanas de San Pedro.

Salgo a la calle, he de llegar hasta cerca del "Paseo" para encontrarme con alguien. La repetida pregunta: -¿Quién se ha muerto?.

-¡Moreno!, me acaban de decir ahí en el Clínico.

-¿Moreno el Sombrerero?. ¿El de Marga?. ¡No es posible!.

-¡Qué sí, que eso me han dicho!. De repente esta noche.

¡Dios mío!, me entra una tristeza a la que ayuda este día de nubes negras, bajas.

Si estaba fenómeno. Si él ha sido el sostén de esa familia puesta a prueba, en todas las intervenciones a Marga, feliz ya por verla sana. Quién cuidaba del hermano tan anciano y deteriorado. La última vez lo vi paseándolo por el soportal en la silla de ruedas.

"Moreno", "El Poderoso". Siempre afable, simpático, de buen humor. Ángel Alejos Sánchez.

Mañana lo traerán al pueblo para quedarse en la sepultura que él estuvo arreglando este año por Los Santos. Y ya no alegrará su presencia ese rincón donde La Plaza se hace Calle de La Solana, ni le veremos en Misa de Las Monjas, ni atenderá los árboles del Camino Real.

¡Moreno amigo!: vaya buenos ratos que les vas a hacer pasar con tu gracejo tan villalpandino a los de allá arriba, cuando te juntes con los de la "mara" y "arrimaos" que llegaron antes: Maroma, Zampa, , Loren, Rafa, Pezón, Alfredo, Franquito,...; Ramiro, Cañero, los Pillollos,...

No, no les cuentes como te estamos llorando aquí abajo.

viernes, 9 de diciembre de 2011

UNA MAÑANA POR EL PUEBLO.

La mañana por el pueblo. Llego ahora. Salí sobre las once y media, después de llevar tres horas traginando por el corral. Primera estación en el bar de Pedro. Indispensable reponer energías. Carta en papel para el, todavía, Ministro, al buzón , y visita a la Residencia. Domingo "Pajalarga" ya me estrañaba. Apenas si tuve tiempo de dar el "aeo" a los más listicos y próximos.

En cada visita hay alguno o alguna del pueblo nuevos. Pensaba ver a Matías, "El Cairo", que entró anteayer. El hombre tenía muchas ganas de volver al pueblo y venir a la Residencia, que es como su casa, pues fue Presidente del Club del Jubilado cuando tenía su sede en dicha residencia.

Me encontré con "Visi", Visitación Hidalgo. -¿Tú qué haces aquí?. La veía casi todos los días dar el garbeo por casa de Angelito Cañibano. Tan ágil y dispuesta como siempre, pero sorda como tapial. Empezó a darme sus razones: "que la noche es muy larga y triste para una persona sola", que su hermana y sobrinos le dijeron: ¡o vas a la Residencia o vienes con nosotros!. Que está muy a gusto, tan calentita y tan acompañada. Que sale cuando la parece y seguirá yendo igual por esa casa que tanto la tira. Éramos vecinos por las puertas traseras: Visi es de las buenas personas que yo he conocido. Cuidó de D. Ángel Cañibano y de su hijo, como una madre. Atendía el corral. No paraba. Siempre dispuesta a hacer un favor, a ayudar.

Acompañé a Domingo hasta el comedor. Nos quedamos rezagados con algo de parleta. Ya salía a buscarlo Sor Teresa.

Las mañanas de los días de diario es cuando más animada está la plaza: viene la gente de los pueblos a los bancos a "Extensión Agraria"; salén los funcionarios a tomar el café,...

Hoy me encontré con un ganadero de Tapioles, quien con su hermano llevan una explotación de ceba de novillos de alrededor de mil cabezas, aparte de la labranza que va en aumento, y otros que ceban para ellos. Han cogido a un búlgaro porque, aunque les ayuda un tío y mandan sembrar parte con siembra directa, no podían con la enorme carga.

Este empresario me da informaciones valiosas. Resulta que ha subido el valor de los chotos cebados, que el precio se ha puesto por las nubes, según expresión suya. -¿Pero cómo es posible, dada la crisis?. -¡Pues por eso!: por las "crisis" en los países árabes que hacen que las gentes pidan alimentos. Estamos exportando muchos animales vivos para el próximo oriente. Cada poco cargamos un camión que se embarcan en barcos ganaderos en el puerto de Cartagena, rumbo al Líbano, desde donde se distribuyen por los países vecinos.

Mis reflexiones: en la pasada primavera, la producción de forrajes fue grande. Han aumentado mucho las siembras de alfalfa, veza, guisantes, y los cortes eran terribles. El problema, el henificado. Algunos productores estaban asustado. ¿Quién va a comprar tanto forraje?. Pues no sobra ni una paca, ni una bola. Los moritos nos compraron barcos, aparte del gran consumo de la comarca.

Cuando veo buenas tierras en barbecho pienso cuántas hectáreas desaprovechadas. ¡Cuánto podríamos aumentar el potencial forrajero y ganadero de la comarca!. Resulta que ahora, hasta las ovejas de desecho valen buen dinero. Valen igual las de carne que las de vida.

Tenemos de vecinos unos buenos clientes, con poblaciones en aumento, y, como de cerdo no comen, vamos a criarles corderos. Pienso que matar lechales es otro desperdicio. Además de los cereales tradicionales, vamos a producir, en lugar de barbecho, legumbres grano y forraje. Y podemos producirlos barato, si los años vienes buenos, (y si nos metieran el regadío, ¡ni te cuento!).

Aunque la agricultura y ganadería requieran, hoy en día, poca mano de obra, en producir más carne bastantes puestos de trabajo se podrían crear.

La verdad es que hoy día en el campo hay más posibilidades de vida que en la ciudad. O así lo veo. ¡Quién nos lo iba a decir?.

domingo, 4 de diciembre de 2011

EL VIEJO MILICIANO Y OTRAS REMEMBRANZAS.

MELECIO MANSILLA LUNA, hoy cumple cien años. ¡Mira que si lo fusilan en el 39 o en el 40, ¡cuántos años de vida le hubieran robado!.

Fue uno de los cinco o seis hijos del Sr. Tomás, “El Zurdo” y la señora Matea, fusilada en el 36. Unos pocos años después, “El Zurdo”, se caso, ¡cómo no, por la iglesia!, con Ana María, hortelana, prima de mi abuela, viuda también de otra víctima de la represión.

Melecio combatió con el ejército de la República. Alcanzó el grado de Teniente. Su peripecia vital está recogida en el relato de “Charlas de Fragua y Solana”, “El Miliciano y el Falangista”. De forma un poco más novelada dio pie al cuento “El Jornalero”, incrustado en “Víctimas de la Guerra Civil en Villalpando”. Éste relato obtuvo premio en el certamen de “Espigas”. Está en imprenta, costeada por Adri-Palomares, la edición del libro que recoge todos los relatos premiados por dicha Asociación. Hay otros dos del “escritor” terruñero: “Llanto por un campesino” y “El Coche de Línea”.

Melecio, junto con algún centenario más, será hoy homenajeado por el Ayuntamiento de Baracaldo, aunque su recuerdo está, sigue estando en su pueblo, del que recuerda todo. Su hijo Tomás, el pequeño, el más vinculado con la villa, le pone al día de todo lo que ocurre.

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Si les cuento mis vivencias desde la última entrada, no acabaría. Tampoco creo puedan interesarles mucho, por eso las resumo.

He tardado en escribir porque la muerte de mi hermana me ha dejado algo vacío, dando menos importancia a las cosillas cotidianas, y toda la del mundo a valores como la amistad, el perdón. Junto con Félix, sus hijos, Pablo,.. estamos abrumados, agradecidos, a tantas muestras de afecto. Valoro mucho la reconciliación sincera con varias personas del pueblo. Son esos momentos de dolor los que, a las personas nobles hacen reaccionar positivamente. Deseo mucho dure para siempre. A los que siguen obcecados en la enemistad, ¡pues tanto gusto!. Cada quien por su camino. Sólo les pido que me olviden, que no me provoquen. ¡Jamás yo tomaré la iniciativa en la provocación!.. Ahora bien: si me pinchan, difícil será que no salte.

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Una de mis ocupaciones de pasados días ha sido la de encontrar un cochecito. Resulta que el veterano Opel, coche de toda la familia durante bastantes años, viejo luchador lleno de cicatrices, (haber chocado contra un taxi, saltar por encima de un jabalí que le destrozó el cárter, en aquel accidente murió una mujer joven quien intento esquivar al ya muerto jabalí; haber matado a un galgo, en esa ocasión servidor conducía), se paró regresando de Oviedo. De esto ya tres meses. La cornada era gorda. Dudamos si arreglarlo. Pasé dos meses sin ocuparme, delegando en mis hijos. La campaña electoral la hice con la furgoneta, pero ésta es muy necesaria para el trabajo de mis hijos. Tuve que tomar cartas en el asunto: “mil anuncios”, llamadas, concesionarios. No tenía idea de coches pero en intensos días he aprendido mucho. Fui madurando preferencias. Resulta que, al final, los del taller “Nacientes” de aquí, tenían, en Benavente, hace meses sin vender, un cochecito comercial, justo lo que buscaba: pequeño, apto para campo, ciudad y carretera, muy bien de precio, nuevecito, como a estrenar, diesel de mínimo consumo. Estoy encantado con mi Fiat “Panda” de 1300 cc. Mañana se llevarán el “Astra” al desguace.

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En estos días han derribado el pajar, cuadras, paneras de una de las antiguas “casas grandes” del pueblo, la de “La Viuda”. No estaban ruinosos, sino bien conservados, Antonio y Mariano, los de “La Viuda”, mientras vivieron, mantenían arreglados esos cubiertos, incluso pintaban de verde el bocarón del pajar y la trasera. Ni sé los camiones de tierra que habrán sacado de esos gruesos muros de tapial, ni sé el montón de viejas maderas. Eran cuadras de cuatro pares, yeguas y muletos. Del otro lado de la entonces intransitable e intransitada calleja de “Castañón”, en corral más grande, tenían los cabañales para las ovejas, pocilgas, la cuadra de las vacas, gallinero, conejeras…

Cuatro mozos de año trabajaban en esa casa, otros cuatro agosteros en verano, el mayoral, perillán, pastor, criadas,…

Están desapareciendo ciertas señas de identidad del pueblo: el adobe y el tapial que lo caracterizaban. En unos casos por derribo, en otros por quedar oculto y protegido tras los “caravista”. Esas paredes, si tienen cimientos, son eternas.

Estos días melancólicos de noviembre y diciembre, con las nieblas de “La Purísima” me traen el recuerdo de las novenas de ánimas, tan lúgubres en las monjas y San Nicolás, (y no les cuento cuando había restricciones eléctricas o avería en el tendido de dos alambres sobre postes, palos de madera); la alegría de la Novena de la Milagrosa, en esa iglesita tan llena de luces, de cánticos y relatos milagrosos; la Novena de la Purísima que con ir a Misa, en iglesia llena de gente, matábamos la mañana los muchachos de la escuela. Luego por la noche, el Rosario con la novena propiamente dicha: más cánticos, más juerga los muchachos, que llenábamos la escalera del coro. Todas las naves, todos los rincones de la vieja iglesia se ponían a tope.

Era otro pueblo: de barro las casas, las calles, los corrales, pajares, cuadras, paneras, lagares, en barro las bodegas, los caminos, barro profundo en “Las Cercas”, los “caños”; lleno de niños, de jóvenes; de carros, de mulas, de escaseces, de desigualdad social, también de solidaridad, de penas y alegrías. Por fuera de la cava, sólo la calle de Olleros las pocas casas de la carretera de Madrid, y las de San Francisco, cuando las hicieron.

Si volviéramos 50 años atrás no lo conoceríamos. ¡Pues que quede en el recuerdo aquel poblachón labrador caserío!.