miércoles, 22 de septiembre de 2010

DIVORCIO EN VILLÁRDIGA.

Me lo cuenta, muy en síntesis mi compañera Marisa Benayas. Ella, una erudita, lo va a escribir con más detalle. Puede que en verso.

Resulta que la iglesia de ese pueblo la preside un retablo de mucho valor artístico. En diez tablas, con sus correspondientes entrecalles y columnas, hay esculpidas, en bajo relieve, otras tantas imágenes de santos, que Marisa está identificando.

El problema no ha sido con esos “santos” anónimos, sino con las tallas de mucho culto y devoción, que ocupaban, según categorías, lugar preferente en las hornacinas de dicho retablo.

En la hornacina central, toda la vida, estuvo San Isidro, patrón del pueblo, bendecidor de campos y cosechas, con sus vacas de buen tamaño y lustrosas, sin faltarle nunca flores, de plástico, antes de tela. Incluso un médico del pueblo, pediatra famoso en Zamora, sería por los sesenta, le regaló unos tubos fluorescentes que, ocultos en los rebordes de la hornacina, le daban una luz muy especial, y le sacaban más los coloretes a su sonrosada cara.

Fuera de la hornacina, pero a su lado, Santa María de la Cabeza, la cónyuge.

Éstos, junto con la Virgen de septiembre, también copatrona, San José, y el Cristo, tenían cofradía, novena, velas, andas, y las susodichas flores. Los sacaban en procesión en lugares preferentes, presididos por mayordomos y varas.

Había un “santico” que casi nadie se acordaba de él: San Roque. Tuvo muchos fieles cuando las pestes (Recordemos alguna estrofa de las cantadas aquí, en la villa: -Pues “medico” ( omito la tilde ya que la cantamos como llana) eres divino.”, “Libranos de peste y males, Roque Santo peregrino”), pero al erradicarse éstas, quedó devaluado, sin flores ni velas en un retablo lateral.

Cierto que también le sacaban en procesión, pero de telonero, en unas andas prestadas, lo llevaban los muchachos sin ningún respeto: corriendo, dejándolo en el suelo, y con el único hornamento de una manada de amapolas y matacandiles.

Era una San Roque atípico: sin llagas, sin perro con el cacho pan en la boca,. . . .

Pues hete aquí que un equipo de restauradores (no cocineros) han trabajado a fondo sobre el precioso retablo, y han adecuado las tallas con el mismo, por lo que a San Isidro lo han desalojado de la hermosa hornacina central de los tubos fluorescentes, porque no pega una talle del XVII con los bajorrelieves del XIV; y en su lugar han colocado la que no chirría artísticamente: la del pobrecico San Roque, que, además, resulta que no es San Roque, sino Santiago.

Debió ser en alguna epidemia de “cólera morbo” de hace siglos cuando, como Santiago, aparte del “milagro” de la batalla de Clavijo, no había repetido, y no curaba enfermedades, lo habilitaron de San Roque, puesto que, además en esa talla no era jinete armado de espada, ni tenía moro debajo del blanco caballo, y así quedó hasta ahora, suplantada su identidad por la del santo francés.

¡Qué escándalo para las buenas gentes!: San Isidro, el patrón, quitado de la presidencia y separado de su esposa; en su lugar ponen al San Roquico, que ni siquiera es tal.

A Marisa, (quien de mucho antes había adivinado que San Roque era Santiago) se le acerca una vecina:

-¿Qué te parece hija?. ¡Hasta la iglesia ha llegao el divorcio!. ¡Mira que separar a San Isidro de su mujer… ¡.

viernes, 17 de septiembre de 2010

¿QUÉ PASA POR EL PUEBLO?.

. Pues que se han ido casi todos los emigrantes, que se ha quedado triste y solo, que hoy hace un delicioso y melancólico primer día de lluvia otoñal, que está habiendo un montón de defunciones. Hoy una tía del enterrador que vivía en Madrid, de repente. Había comprado en el verano una casica en el pueblo para pasar aquí temporadas. Hace dos días "Beninín". Benigno Gil Coca. Tenía 95 años. Unos pocos antes Damián de Prada, esposo de Andrea, hortelano, de la familia de "Los Ansés". Iba a cumplir 99. Genaro Alcalaya de 75,...... .

Que ha empezado el curso. Aunque muchos menos, como en todas las partes. sigue habiendo niños en el pueblo. Se mantiene la matrícula en Infantil y Primaria.

A la Guardería asisten 20 niños. Uno de ellos nuestro nieto "Edu".

En primer curso de Educación Infantil, los de 3 añitos, han ingreso doce alumnos. En el segundo hay 15, y en el tercero, donde está Inés, 17.

En Educación Primaria, hay, ¡qué hermosura!, un curso, el segundo, con 22 alumnos. La media anda por los 16, 17 cada curso. ¡Bueno!: los ha habido de 10.

Hemos de tener en cuenta que en Cerecinos y Villamayor, donde existen unos pocos niños, los justos para ello, han recuperado su escuela. Vienen unos poquitos de Villalobos y Vega. No sé si alguno del "Monte Mata". De Villárdiga viene una niñita. Creo que otros dos o tres de Cotanes, ¡si acaso!. En las demás aldeas no quedan niños.

Es importante el aporte de padres foráneos, madres, sobre todo, casadas con oriundos, y perfectamente integradas, también de matrimonios completos de extranjeros.

-----------------------------------

Cambiando de asunto he de hablarles de una de mis amistades importantes: Marisa Benayas. Una excepcional Maestra. No he conocido otra profesional igual. Nadie con esa capacidad de trabajo y de abnegación, en la escuela y en su familia.

En la escuela, con sus alumnos, ha ganado todos los premios ganables. Individualmente, le fue impuesta la Medalla al Mérito en el Trabajo. Los muchos últimos cursos los ha pasado en el Colegio Juan XXIII de Zamora, sin dejar de vivir en Villárdiga, de atender a su madre, a su tía, a su hermano.

Entre sus muchos trabajos, destaca la publicación de un libro de relatos, y de otro, "La Flor del Aciano", con poesías y dibujos de sus alumnos del Juan XXIII.

Ahora, cuando puede, sigue escribiendo. La visito con cierta frecuencia. Soy como de casa. A la literatura, a los recuerdos se aferra. ¡Qué injusto es el reparto de la vida, de la salud, de la suerte, de las circunstancias en cada persona...!. Marisa ha tenido mala suerte en este reparto. ¡Pero sigue viva, aferrada a la vida, al tiempo que resignada, y con una entereza que me estremece!. ¡Dios quiera sane!.

Y, entre tanto, nos regala gotas destiladas del almibar de sus recuerdos. Voy a copiar unos versos suyos.


RECORDANDO.


La ceranda,
y el sol,
y la tarde,
y el viento,
y la paciencia,
y el polvo,
y la era,
y el bieldo,
y la fanega.

El sudor,
la subsistencia,
la brega.

Siempre igual,
y de la misma manera:

esfuerzos y atardeceres
tamizados de esperanza,
celosía y añoranza
mixturados en la era,
en la memoria se recrean.

jueves, 2 de septiembre de 2010

¿CÓMO CALENTARNOS?.

Uno tiene, o tenía, la esperanza de que la crisis económica disminuyera el derroche consumista. De momento, todo sigue igual: llenos bares, playas, botellones y carreteras; llenos los contenedores, incluso de alimentos a medio comer; casas, establecimientos y oficinas, en los que hay que abrigarse en verano, y quitarse ropa, cuando llegue el invierno.

Parece que el 20 % de paro se mitiga con los subsidios, las ayudas de la familia, chaperones diversos,…

Pero, supongamos que el dogal del desempleo siga apretando, que, pasado el tiempo de prestación, ésta disminuya o desaparezca. Supongamos, lo peor, que la “vaca del estado dé menos leche, o quede escañada”. ¿Podremos seguir manteniendo este confort exagerado?.

Si no fuere aún caro, al precio actual de gas y gasóleo, tener la casa a 25º en invierno, pensemos que los combustibles fósiles van a seguir subiendo. ¿Por qué no buscamos otras alternativas?. Las tenemos a tiro de piedra: nuestros olvidados montes y bosques.

Fueron vitales hasta que llegó el butano. De la encina todo se aprovechaba: las bellotas para marranos de abundante y preciado tocino, de las ramas se sacaban, radios, cubos, pinazas para los carros; tizos para hornos panaderos y aguardienteros; carbón vegetal, para cocinas de ciudad y planchas de sastre; la hojarasca suelta para arroscar hornos caseros; las puntas, lo menudo del ramaje, para el cisco de los braseros. Todo ello a base de montero, serrón, hacha, pinas, macho; muchos brazos movidos a base de pan, vino, chorizo y tocino.

Puede algún lector piense: -“¡este tío está tonto!,¿ no pretenderá que volvamos a la camilla braseril donde se cogían las cabras, a los sabañones, y tres mantas en la cama?.

No, no. Podemos tener nuestras casas con una temperatura confortable sin gasto de petróleos.

En los pueblos es más fácil. Solución más sencilla: una estufa de ferretería, pequeña motosierra, quien tenga ganas de trabajar, ¡y ya está!.

Si lo queremos poner más bonito, hay preciosidades de estufas, casettes, para empotrar, o no, en chimenea, en las que se ve la llama y poseen gran eficiencia. Expelen aire caliente, incluso para otras estancias de la casa.

-“Ya, ya, pero lo bueno es la calefacción central. ¡ A ver cómo se alimenta con madera?.

-¡Pues también!. Y no hace falta que usted se dé palizas en el monte. LAS CALDERAS DE GASÓLEO, O GAS, SE PUEDEN SUSTITUIR POR LAS DE BIOMASA.

Empiezan a surgir empresas que recogen el ramaje, residuos forestales, sobre todo de pinares jóvenes, de lo forestado en los últimos años; lo trituran y convierten en astillitas, o pellets. Se lo ponen, a granel en el depósito correspondiente, desde, todo automatizado, entra en la caldera o estufa.

Toda esta tecnología ha avanzado al límite de lo eficiente. Hay calderas que, incluso, no dejan cenizas. Y, aun teniendo que comprarlas, sale mucho más barato que el gasóleo.